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La boca y la espada.
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La boca y la espada.
por Kurenea Sáb Mar 09, 2013 8:49 pm
Buff, llegó casi al final xD la verdad es que me costó decidir cuál subir porque tenía tres... y mi falta de tiempo no hizo más que fastidiar todavía más el asunto (sin contar con que ando robándole a todo el mundo internet porque no tengo en casa xD) En fin, el caso es que llegue a tiempo, aquí dejo mi relato.
Titulo: La boca y la espada.
Género: Fantasía, romance.
Clasificación: Todos los públicos.
Hojas: 3.
Palabras:1.196.
Género: Fantasía, romance.
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Palabras:1.196.
- La boca y la espada:
- Miles de años habían pasado, miles de años en que las únicas palabras que llegaban a sus oídos eran las suyas propias subiendo y bajando en amargas profecías, miles de años en que el único sonido que reverberase en las tiznadas paredes de su autoimpuesta prisión, fue el del lento gorgoteo de los incandescentes senderos de magma abriéndose paso a través de sólida piedra.
Mas el silencio era ahora dueño de su celda: la roca liquida mostraba respeto, fluía pacifica; sus labios permanecían quietos, no había visiones ni voces que atormentasen su hastiada mente.
Juan, Boca de Dios – dulce cada palabra, música cada sonido. Reconocía la voz, pues solo un ser era capaz de poseerla, y solo un ser calmaba así el dolor de su condición.
Guardó silencio, y los ojos que por tantos milenios se habían mantenido cerrados se abrieron, mostrando a su dueño un caleidoscopio de borrosas luces y nítidas sombras. Que poco a poco fueron tornándose claras, físicas, convirtiéndose las sombras en rocas tiznadas de negro, las luces en la fina arena dorada sobre la que su enfermo cuerpo llevaba yaciendo tantísimos siglos.
Micaela, Espada de Dios – contestó, ronco su tono, monstruoso y horrendo comparado con aquel otro que todavía titilaba en sus cansados oídos.
No hubo respuesta, pero pudo sentir su avance, pudo notarlo con cada fibra de su ser. Ella caminaba sobre las altas columnas de amatista, único recorrido posible para atravesar los infinitos lagos de magma que rodeaban su solitaria cárcel. Saltaba de una a otra, sus movimientos calibrados en la más pura y letal elegancia, haciendo ondear cual agua traslucidas faldas tejidas en el más delicado de los tejidos; elevarse sus cabellos bañados en plata, veteados en oro; perfilarse su cincelado rostro de alabastro bajo la sangrienta luz; oscurecerse sus finos dedos blancos para dejar protagonismo a sus uñas, brillantes y afiladas, bañadas en cobre.
Tembló, descargas eléctricas chispeando en su interior, ordenando a su corazón latir más rápido; bombear la sangre necesaria para emprender una acción que no había visto necesaria en todo su largo encierro: moverse, sostenerse sobre sus piernas, mantener la cabeza alta. Pies descalzos rozando su lecho de arena, siendo cubiertos apenas segundos después por largas telas, y una mano pequeña remata en filosas uñas cobrizas tendiéndose silenciosa hacia él.
Acepta mi ayuda, viejo amigo, no hay dobles intenciones esta vez – suspiró, la candencia que tomaban las letras al salir de sus labios era hechizante, hermosa.
Alzó su propia mano, esquelética y carcomida por durezas y cayos, y la de ella la estrechó con premura. Ayudando a su consumido ser a ponerse en pie de forma precaria e insegura, por un segundo incluso estuvo seguro de caer de nuevo sobre el dorado suelo, pero la firmeza con que ella sostuvo su brazo lo impidió. Realmente no traía dobles intenciones, lo trataba como en aquella lejana época, antes de las guerras, antes de su maldición… esa en que entre ellos se alzaba la amistad, y en ocasiones, la dulce confianza que solos dos íntimos amantes poseen.
¿Ha llegado acaso el fin de este insensato mundo? – preguntó al fin, terminando de erguirse hasta que su altura dejó en nada la de su femenina acompañante, que levantó su rostro para sostener su mirada con franca diversión en sus estrellados ojos azules.
¿Sin que tú, mi querido Juan, lo predigas con al menos un milenio de antelación? – respondió, logrando que una sonrisa se dibujase en sus resecos labios, sonrisa que se borró enseguida pues, a pesar de afirmar y convencerse él, de que no traía dobles intenciones, pocas cosas podrían haber hecho que Micaela descendiera hasta allí.
Veo que tu filo no ha perdido el sentido del humor, espada mía, mas dudo que estés aquí solo por el placer de visitarme. Ambos sabemos que dejé de ser una buena compañía mucho antes de decidir mi propio encierro, así pues, habla o marcha de mi prisión – sus deseos vacilaron al formular aquel último dictamen, anhelaba que su presencia se alargase, no por añorar la compañía de otros seres inteligentes a su alrededor, si no por la mil veces bendita calma que su cercanía traía a su agotada y torturada mente.
Ella le observó, su delicada boca teñida de rojo amanecer quieta por completo, pareciese que estuviera grabando el frágil estado en que él se encontraba en su mente. Como si quisiera guardar aquella imagen, atesorarla en su vasta memoria, para que jamás se perdiera en la nada.
El tiempo ha pasado, boca sin paz, incluso para nosotros los imperecederos – dijo suave, susurrante como la canción de un minúsculo riachuelo, pero con la fuerza conmovedora de la primera visión del más ancho océano -. Llego el momento, lo siento, lo respiro. Corre por mis venas, retumban en mis huesos, vibra en mi pecho…
El momento, sus pupilas se dilataron, no quedaron palabras en su mente; borrados los estragos de su maldición de un solo plumazo, contempló el esbelto cuerpo frente a sí, marcado todo él por la imborrable delicadeza de la feminidad, mas también por la dureza del más afilado de los aceros; aquel solo poseído por una clase de seres, los que habían bañado su cuerpo en sangre, los que habían apagado con su voluntad mil millones de miradas. Ella estaba imbuida con la marca solo dada a los guerreros, a los más fríos, a los más hábiles; a los más crueles de todos.
La emoción embargó sus dilatados ojos castaños, y por vez primera sus lágrimas empañaron la falsa calma de su asfixiante celda. Su compañera, su amiga, su amante: ya nada quedaba de ella.
Mi fidelidad quedó astillada cuando nuestro Señor maldijo mi existir con un poder que nunca anhelé, mas sabes que no puedo traicionarla, no está en mis manos romperla en añicos y pulverizar estos hasta que ni polvo quede de ellos… Mi respuesta es no, de aquí no habrás de pasar, sangriento es tu filo, pero poderosa es mi boca también – su respuesta no flaqueó, y ella siguió inmóvil, el azul de sus ojos oscuro y opaco.
No usarás contra mí tu poder, Juan, ambos lo sabemos. Ansias tanto el descanso eterno como yo estrechar entre mis brazos a mi hermano – contestó seca, su voz aún bella cual melodía bailando amarga, triste y hastiada. Y solo entonces fue consciente de que su mano seguía sosteniendo firme su brazo, con delicadeza, sin dañar sus finos huesos.
Si quedaba algo, un resquicio de esa amante que llenara a besos y caricias su cuerpo, el brillo seguía allí. Mas era el determinado resplandor de una criatura justa harta de ejecutar con sus manos tantas injusticias sin sentido, ella estaba decidida a recuperar lo que era suyo, y él podría en otro tiempo haberse unido a su causa… pero era, al menos para él, demasiado tarde. No quería seguir respirando, no deseaba que la sangre corriera por sus venas, anhelaba el final.
Escogería el sendero que en su juventud habría llamado de cobardes.
Amante mía – susurró, su tono, similar al que antaño poseyera, llenó de traslucida ternura – llego el ansiado momento... Bailemos pues, será este nuestro último baile.
Kurenea- Guardia literal
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Re: La boca y la espada.
por yuske Sáb Mar 09, 2013 11:08 pm
Me alegra que pudieras decidirte por un relato, auqnue me queda la curiosidad de conocer los otros dos.
Sobre este que puedo decir, me gusto como inicio, la forma en la que es el trato de uno hacia el otro y como fluye la conversación y los diálogos.
Aunque no se si realmente entendí el por que de la presencia de micaela , ¿Ella fuea matarlo?
Sobre este que puedo decir, me gusto como inicio, la forma en la que es el trato de uno hacia el otro y como fluye la conversación y los diálogos.
Aunque no se si realmente entendí el por que de la presencia de micaela , ¿Ella fuea matarlo?
yuske- Admin
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Re: La boca y la espada.
por MaNtoSastO Dom Mar 10, 2013 5:14 am
Concuerdo con la última oración de Yuske (bueno, con las anteriores también), ¿por qué fue a verlo exactamente? Entendí que a buscarlo para una causa en particular (menciona a su hermano).
Ahora la forma en que escribes es exquisita, completamente envidiable (sanamente). Definitivamente si escribieras y publicaras un libro, yo lo compraría.
Ahora la forma en que escribes es exquisita, completamente envidiable (sanamente). Definitivamente si escribieras y publicaras un libro, yo lo compraría.
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Re: La boca y la espada.
por Kurenea Dom Mar 10, 2013 2:13 pm
La explicación a vuestra duda es sencilla, si habéis escuchado algo de la biblia (xD que es difícil no haberlo hecho) os daréis cuenta de que la espada de dios, su general, es el arcángel migel xD micael y de ahí micaela, y que el único hermano que puede tener perdido/o en un sitio aún peor que el que describo, y ademas que vaya en contra de su "señor" el ir por él... ¿a que ya adivináis cual es sin que diga más? en fin... xD sé que es muy malo como trama... pero salio así.
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Re: La boca y la espada.
por MaNtoSastO Dom Mar 10, 2013 3:38 pm
No se me cruzó por la cabeza mientras leía 
MaNtoSastO- Mod
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Re: La boca y la espada.
por Kurenea Lun Mar 11, 2013 12:21 am
No me extraña Manto xD es que de todas las cosas que se me podían ocurrir... esta es la menos esperada para todos al parecer, y algo que se me olvido comentar con respecto a lo dicho por Yus de que le gusto como inicio... xD la verdad es que fue escrito con la idea de ser una más en una serie de relatos similares que irían contando la historia a trozos, pero seguramente no llegue a salir adelante, así que hagan como que no dije nada xD.
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Re: La boca y la espada.
por yuske Mar Mar 12, 2013 3:02 pm
A mi tampoco se me ocurrio, pero tras pensarlo si tiene bastante sentido.
Tratare pero no prometo nada.
la verdad es que fue escrito con la idea de ser una más en una serie de relatos similares que irían contando la historia a trozos, pero seguramente no llegue a salir adelante, así que hagan como que no dije nada xD.
Tratare pero no prometo nada.
yuske- Admin
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Re: La boca y la espada.
por Marinuqui Miér Mar 13, 2013 2:02 pm
Me ha gustado, la verdad.
Por ahora, creo que no he visto ningún fallo en puntuación, tampoco en ortografía ni nada. Me ha gustado el toque de la historia. Se me hacía algo poético al narrarlo y también me ha gustado mucho las conversaciones (debo admitir que las del estilo medievo, o más o menos similar, me llaman la atención más de la cuenta).
Espero que tengas suerte. Un beso.
Por ahora, creo que no he visto ningún fallo en puntuación, tampoco en ortografía ni nada. Me ha gustado el toque de la historia. Se me hacía algo poético al narrarlo y también me ha gustado mucho las conversaciones (debo admitir que las del estilo medievo, o más o menos similar, me llaman la atención más de la cuenta).
Espero que tengas suerte. Un beso.
Marinuqui- Aventurero
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Re: La boca y la espada.
por Kurenea Mar Abr 30, 2013 6:49 am
Disculpa el no haberte contestado antes Mari, la verdad es que ni había visto la respuesta -.- esto de andar sin Internet me tiene desquiciada, sobre todo con el foro, que no me entero apenas de nada. En fin, me alegra que te haya gustado, en cuanto a lo poético... xD bueno, es que el toque poético y yo somos inseparables, si te fijas en cualquiera de mis otros textos verás que está en todos, es algo que me salé así, en cuanto a los diálogos... xD ahí yo estuve dudando un poco de si eran los apropiados para una historia así o no, pero dadas vuestras opiniones parece que no han quedado en desacorde :3. Muchas gracias por comentar Mari, nos vemos por el foro... si es que logro tener Internet pronto.
Kurenea- Guardia literal
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