(p) Ysserilum

Desperté al momento de dormir
Y me encontré en un sucio jardín
Con flores de rojo carmín
Marchitas por el paso del tiempo sin fin

Vacile al andar entre sus arenosos trechos
Flanqueados por restos de lo que fueron helechos
Mas el árido viento de ese desierto
Levanto una nube de polvo
Que me obligo a avanzar
Tosiendo por sus senderos

En ellos, viejas ramas con espinas
Se apiñaban tan secas
Que bajo mis pies se resquebrajaban
Con un sonido hueco que me hacía estremecer

Fue así que llegue hasta el arco de piedra
Cubierto por hiedra gris y negra
La arranque para leer lo que había bajo de ella
El nombre en roca grabada
Del jardín en el que la muerte anda

“Ysserilum”