Para melisa

Sus ojos almendrados se encontraban irritados por el fuerte sentimiento que en ella había brotado. Unas cuantas lagrimas aperladas salieron de ellos, resbalando por sus mejillas hasta caer sobre la carta que sostenía abierta en sus manos, y que era la responsable de su actual estado.

 Miro a su alrededor confundida, sin esperar encontrar nada en específico, aquella sensación que le poseía tras leer la misiva la había trastocado y por un momento creyó que había llamado la atención. Más no era así, el resto de los clientes del café en el que se hallaba no parecían percatarse del estado en el que se encontraba. Pese a eso, ahora que conocía su contenido, hubiera preferido leerla en la privacidad de su apartamento.

Más lo hecho, hecho estaba, por lo que respiro para tranquilizarse antes de volver a leerla. Esta decía:  

“Para Melisa: 

Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que te escribí, más desde la última vez que nos vimos. Quizás aún estés molesta por mi partida, sin embargo fue algo que sentí debía hacer, pues necesitaba encontrarme a mismo, ya que me había perdido. Hoy te puedo decir que mi búsqueda ha concluido, me he reencontrado y he aprendido que es lo realmente importante. Tú. Al estar tan lejos de ti comprendí que el no tenerte cerca es lo que más me duele en el mundo. Desconozco si lo que sentías por mi aún existe, ¿Si te digo que te extraño significaría algo para ti? No sé si quiera saberlo, pero pronto estaré de regreso.


 Melisa suspiro y releyó dos veces más la carta respondiéndose a sí misma las preguntas que él se hacía. Si, significaba mucho para ella el que le extrañara. Y si aún le quería. Y se lo demostraría preparándole una gran bienvenida.