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[CS] St. Christine: Zombie attack [abre 9na ronda - Manto up]
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EnRoKe
MaNtoSastO
Izanagi
Saganiel
yuske
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Re: [CS] St. Christine: Zombie attack [abre 9na ronda - Manto up]
La verdad a mi también me gusta mucho, no sólo la historia sino además esto de los hilos multiples, hace más divertido ver como cada uno, con su grupo particular, intenta buscar una forma de supervivencia contra los zombis jajaja.
Izanagi- Escudero de palabras
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Fecha de inscripción : 18/03/2012
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Re: [CS] St. Christine: Zombie attack [abre 9na ronda - Manto up]
De verdad leer cada entrega una por una es fasinante, como los hilos se desarrollan y lo que le ocurre a lso personajes, el horror que sienten, su desesperacion.. Pero leer todo seguido, eso es harina de otro costal, la sensacion trasportarse de un lugar a otro, imaginar como las cosas suceden al mismo tiempo... te da un panorama diferente a lo que es st.christine, lo que es ese mundo.
Templar se que estas muy cargado en tu trabajo pero por favor no tardes
Templar se que estas muy cargado en tu trabajo pero por favor no tardes
[C] St. Christine:Zombie attack Prologo [entregas manto, yuske e Izanagi UP]
Ahora que te veo aquí deberias unírtenos d-conanmx!!
Izanagi- Escudero de palabras
- Mensajes : 209
Fecha de inscripción : 18/03/2012
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Re: [CS] St. Christine: Zombie attack [abre 9na ronda - Manto up]
Me gustaria izanagi, pero soy escribo de forma ocasional y siento que no me apegaria mucho al estandar de tiempos y presion por los otros integrantes. Aparte de que mi forma personal no publico nada hasta que me gusta como quedo aunque no se entienda inmediatamente.
Re: [CS] St. Christine: Zombie attack [abre 9na ronda - Manto up]
Bien, por fin aqui esta mi entrega. Se la dedico en especial a mi maestro de Español de hace muchos años atras que falleció mientras se scribia esto. El me enseño que la escritura no se trataba solo de acentos y comas, sino de imprimir un sentimiento con cada palabra.
- Spoiler:
- -Trabajan tres ordenes especiales de Chow Mein para la mesa cuatro!- Gritó Fred, uno de los meseros, mientras colgaba la orden sobre la barra para que los cocineros la vieran. Logan empezó a saltear los ingredientes de lo que serian los últimos platos del día. Hacia un par de horas que su turno había terminado y sin embargo aun se encontraba encerrado en la cocina del “famoso” Wu Palace. Había que admitirlo, el lugar había visto sus días de gloria. Sin embargo, desde que el dueño falleció y los inversionistas cambiaron el rumbo de la administración, el lugar había sido relegado a la comida rápida y los martes de tres por dos en especiales.
Logan agregó finalmente los fideos en un gran wok, les dio una rápida salteada para calentarlos y los arrojo con desgano en tres platos en porciones mas o menos iguales. A partir de ahí, el plato no era responsabilidad suya. Empaco lo mas rápido que pudo sus cuchillos, se puso rápidamente su chamarra y salió por la puerta trasera de un negocio en decadencia.
Tenía que admitirlo, no es exactamente la vida con la que había soñado. La nomina apenas alcanzaba para pagar los gastos y uno que otro lujo esporádico como su preciada Gibson Les Paul. Sin poner mucha atención, recorrió el camino de regreso a su casa. Al llegar a la habitación que rentaba, abrió cuidadosamente la puerta. Esta era ahora mas bien un adorno para complementar la fachada, pues cualquiera que se detuviera a observar, se daría cuenta de que con tan solo apoyarse para revisar la suela de los zapatos, se caería estrepitosamente.
Cerró la puesta tras entrar a la morada y ahí estaba. Esperándolo silenciosamente, su guitarra rojo escarlata daba la espalda a una pequeña puerta corrediza que llevaba al patio trasero. Aventó sus cuchillos al sillón junto con su chamarra, doblo en una esquina y entró a su habitación, desplomándose sobre su cama para tomar una siesta.
Un crujido y un golpe seco lo despertaron súbitamente. Corrió alarmado hacia su sala y vio un hombre harapiento tirado en el suelo. Había derribado la puerta, probablemente arremetiendo contra ella. –Vagabundo de mierda- Masculló para si mismo, mientras se abalanzaba por sus cuchillos. No era la primera vez que le intentaban asaltar en su barrio, y no era la primera vez que el persuasivo tamaño de sus cuchillos le salvaban el pellejo. Sin embargo, en el ultimo segundo, el sujeto alzó la mirada, y el terror y la sorpresa se apoderaron de Logan. El sujeto tenia los ojos inyectados de sangre, pero lo que le robó el aliento fue el hecho de que mandíbula colgaba precariamente de un pedazo de piel de su cuello.
El sujeto se incorporo, alzando sus brazos como si intentara alcanzar a Logan, emitiendo unos gemidos desgarrados y sordos. Logan quedo petrificado por un segundo. Milagrosamente la adrenalina inundo su cuerpo, haciéndolo tomar involuntariamente su guitarra y descargar todo el poder del rock n roll sobre el cráneo de su atacante. Este quedó tumbado en el suelo inmóvil. Logan lo observo un momento, con dios sabe que pensamientos corriendo por su cabeza. El sonido de pasos dispares lo volvieron a la realidad, donde un par mas de criaturas cruzaban el umbral. Sin pensar, Logan atacó instintivamente al sujeto mas cercano y recuperó los esquivos cuchillos para emprender la huida.
El vigor de la adrenalina no se hizo esperar y ágilmente brincó una cerca de madera con una sola mano. Su guitarra a sus espaldas sufrió un golpe, nada que no pudiera reparar, aunque su mente estaba desconectada en esos momentos. Corría en el callejón de servicio, cuando al dar una vuelta quedó petrificado. Su camino se veía bloqueado por una gran masa de esas cosas. Como si lo olieran, todas giraron su cabeza hacia el bruscamente. Logan intentó retroceder, pero al girar, vio proyectadas las sombras de sus perseguidores en la pared. Sus manos temblaban mientras intentaba desenfundar sus cuchillos para defenderse. Estos cayeron al suelo estrepitosamente y Logan se apresuró a recogerlos. Empuño dos cuchillos dispares y alzo la vista. Era demasiado tarde. Las cosas ya se encontraban sobre el. Frenéticamente, empezó a acribillar a sus atacantes, mientras un aroma putrefacto lo inundaba al tiempo que era salpicado con su sangre a medio coagular. Poco a poco, las criaturas lo doblegaron en un sepulcral silencio. En el callejón solo podían escucharse los gemidos de Logan pidiendo ayuda, opacados por el monótono e indiferente balbuceo de los muertos vivientes.
Sin embargo, el sonido del lugar empezó a cambiar. Entre el mar de miembros en movimiento, Logan logró reconocer dos figuras mientras luchaba de rodillas por no ser doblegado en el suelo. Uno de los sujetos portaba un gran maso, y se abría paso hacia el con grandes balanceos de este hacia donde se encontraba él. Mientras tanto, el otro parecía entretenerse manteniendo la brecha abierta con un par de hachas de mano, partiendo cráneos en dos. Ninguno pronunció una sola palabra. No hubo ninguna palabra de aliento o de rescate. Simplemente la posibilidad de ser rescatado. Quizás ni siquiera sabían que estaba ahí. Quizás lo confundirían con una de esas cosas y le partirían el cráneo en dos también.
Logan sintió como las fuerzas lo abandonaban. Se dejó caer, y en ese preciso instante, una mano sujeto su muñeca. Los dos sujetos se habían abierto paso hasta el y habían despejado un ruedo a su alrededor. Pese a que lo observaban a contraluz y sus siluetas negras eran lo único perceptible, Logan pudo reconocer un extraño fulgor rojizo en sus ojos. Parecían estar sonriendo mientras lo observaban ahí, caído. –Puedo quedármelo?- Preguntó el sujeto de las hachas sin siquiera moverse, al tiempo que el circulo de manos asesinas se empezaba a cerrar sobre ellos de nuevos. –Hmph- Gruñó de forma extraña el sujeto del martillo, al tiempo que el primero golpeaba a Logan en la cabeza con el mango de un hacha, dejándolo inconsciente.
templar.mime- Guardia literal
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Fecha de inscripción : 18/03/2012
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Re: [CS] St. Christine: Zombie attack [abre 9na ronda - Manto up]
Buen capítulo Templar, es bueno saber de la guitarra asesina de zombis jaja, por cierto leyendo hubo una palabra que no entendí, ¿Qué es un wok?, por donde está escrito parece ser algo de cocina pero por las dudas pregunto.
Izanagi- Escudero de palabras
- Mensajes : 209
Fecha de inscripción : 18/03/2012
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Re: [CS] St. Christine: Zombie attack [abre 9na ronda - Manto up]
ME alegro que sea de tu agrado Izanagi. Un wok es un tipo de sarten de gran tamaño (quizas mas cercano a una olla) de forma redonda utilizada en muchos paises orientales para el salteado de alimentos. Esta tecnica consiste en aplicar en estos utencilios altas temperaturas en cortos periodos de tiempo, haciendo "saltar" los alimentos con movimientos de muñeca (de ahi el nombre de la tecnica). El resultado son alimentos (comunmente vegetales) calientes, crugientes y no del todo cocidos, que es uno de las caracterizticas de muchas cocinas orientales como la tailandesa. Espero que esto responda tu duda
templar.mime- Guardia literal
- Mensajes : 388
Fecha de inscripción : 18/03/2012
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Re: [CS] St. Christine: Zombie attack [abre 9na ronda - Manto up]
Bueno, por fin termino esta primera ronda y ahora el turno regresa a Manto.
Sobre la entrega de Templar que puedo decir, es la que mas ha cambiado, auqnue recuerdo claramente eso del descargar el poder del rock XD, Me parece que tienes la intencion de seguir con el mismo ideal en la historia, pero meparece que cambiaran algunas cosas.
En fin, Hasta la proxima.
PD: mi pesame mas solemne por tu perdida
Sobre la entrega de Templar que puedo decir, es la que mas ha cambiado, auqnue recuerdo claramente eso del descargar el poder del rock XD, Me parece que tienes la intencion de seguir con el mismo ideal en la historia, pero meparece que cambiaran algunas cosas.
En fin, Hasta la proxima.
PD: mi pesame mas solemne por tu perdida
Re: [CS] St. Christine: Zombie attack [abre 9na ronda - Manto up]
Jojo el poder del Rock n Roll me volvió a hacer reir igual que la primera vez xD
No recuerdo exactamente cómo era antes pero también creo que ha tenido cambios. Aunque este hilo venía cargado de acción y eso no ha cambiado
No tengo el capítulo que me toca ahora mismo pero en poco tiempo edito y lo coloco
No recuerdo exactamente cómo era antes pero también creo que ha tenido cambios. Aunque este hilo venía cargado de acción y eso no ha cambiado
No tengo el capítulo que me toca ahora mismo pero en poco tiempo edito y lo coloco
Re: [CS] St. Christine: Zombie attack [abre 9na ronda - Manto up]
Tranquilo Manto, tienes hasta un mes para subirlo, aunque no niego que tengo ganas de esto continue tampoco hagas cosas que no puedas y no apures de más!!
Izanagi- Escudero de palabras
- Mensajes : 209
Fecha de inscripción : 18/03/2012
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Re: [CS] St. Christine: Zombie attack [abre 9na ronda - Manto up]
Gracias Iza
Aquí traigo el capítulo con un par de errores corregidos
Aquí traigo el capítulo con un par de errores corregidos
- Día primero:
- El perro entornó sus encarnizados ojos hacia los dos jóvenes que auxiliaban al niño escaleras abajo, mientras emitía un grotesco gruñido que crispaba incluso al más valiente de los héroes.
—Rex… ¿Qué te pasó Rex? —Intentaba el pequeño comunicarse con su ahora deforme mascota.
—Quédate quieto niño… —Le habló el pelinegro— Lo siento, pero ese ya no es tu perro —Entonces apuntó al animal con el revolver que le había sido entregado por el viejo Gustav, quien miraba desde detrás de la puerta de la lavandería del edificio junto con su esposa y la hermana mayor del muchacho que acompañaba a Jasón en medio de aquella sala.
La repugnante bestia dio unos lentos y pesados pasos bajando los primeros escalones —No le dispares, ¡Rex es mi amigo! —Sollozó el niño.
—¡Ese perro no es amigo de nadie! —Lo contradijo Jasón, intentando armarse de valor y apuntando a la cabeza de la criatura.
Un ladrido gutural y vicioso sonó por todo el recinto y el perro comenzó a acelerarse en perfecta línea recta hacia ellos —¡Jasón! —Llamó Mark a su amigo para que reaccionara— ¡Dispárale o nos matará!
El muchacho que sostenía el arma apuntó con ella a la bestia que se les abalanzaba, haciendo uso de ambas manos sostuvo el revolver tan firme como pudo y calculó con toda la precisión que la situación le permitiera. El monstruoso perro extendió sus cuatro patas en un furioso salto desde el final de la escalera, acompañándose con las fauces abiertas, listas para triturar lo primero que cayera en ellas.
Un disparo retumbó por los pasillos. Luego otro.
El animal había caído a tan solo unos dos metros de la posición en que Jasón y Mark acompañaban al infante. Rex no parecía moverse, sin embargo ninguno se atrevió a acercársele.
—¿Crees que esté muerto? —Preguntó el menor de los dos amigos. Entonces una serie de convulsiones se sucedieron en el cuerpo del deteriorado animal y prosiguió a intentar levantarse.
—¡No puede ser! —Chilló el pelinegro.
Afortunadamente para ellos, los tiros realizados momentos antes habían impactado de tal forma que impidieron a la bestia sostenerse sobre una de sus patas delanteras, lo que lo precipitó al piso dándoles unos segundos más.
Jasón se acercó fuera de sí, en una mezcla de furia y miedo que nublaba su juicio, y disparó sin cesar a la cabeza del perro. Un disparo retumbó nuevamente por los pasillos. Luego otro. Y otro más. Luego el silencio…
—Está muerto… —Reaccionó quien portaba el arma, seguido por unos lamentos que atemorizaron a todos— ¿Pero qué rayos?
Desde una de las salas adyacentes una serie de personas ensangrentadas hicieron presencia. Caminaban lentamente y arrastrando sus pies, con esfuerzo ponían uno delante del otro.
Del otro lado de las escaleras, en dirección a la entrada del edificio, una tercera figura apareció sosteniéndose en la pared. Y varios otros gemidos llegaron desde los pisos superiores.
—Deben haber escuchado los disparos, ¡Tenemos que salir de aquí! —Clamó Mark tan asustado como el resto y tomando al pequeño niño con sus brazos —¡Lisa!¡Salgan de allí, tenemos que escapar! —Se dirigió a su hermana y al resto.
La joven se apresuró a reunirse con sus compañeros, pero se detuvo a medio camino al ver que el viejo matrimonio no se movía.
—¡Están locos! —Chilló Gustav— ¡Quedarnos aquí adentro es lo más seguro! ¡Tú si me entiendes Agatha —se dirigió a su esposa— no los dejaré volver a entrar niños! ¡Devuélveme mi revolver! —Gritó mirando furioso a Jasón, quien devolviéndole la mirada le arrojó el arma cerca de la puerta.
Los ensangrentados se acercaban cada vez más.
—¡No hay tiempo! —Apuró Mark a su hermana, que seguía dubitativa mirando a la señora al lado del viejo —¡Vengan ya!
Lisa cerró sus ojos y dio la espalda a los dos mayores, corriendo hacia la salida junto con su hermano y su novio.
—Esperen —Llamó Agatha desde atrás y, desprendiéndose de su esposo en un acto de desesperación, corrió dificultosa junto a los jóvenes.
—¡¡¡Aghata!!! —Bramó Gustav— ¡Muy bien, si eso es lo que quieres, ve y muérete con esos insolentes mocosos! —Con esas palabras se arrastró en busca del objeto que le brindaba tanta seguridad y regresó con él hasta la puerta de la lavandería, donde un hombre al que le faltaba un brazo estaba esperándolo.
Propinó un disparo en la cabeza del sujeto, el cual cayó a un lado. El estruendo cautivó la atención del resto de los zombies que comenzaban a inundar el lugar. Gustav regresó a su escondite e intentó cerrar la puerta, pero la mano de uno de sus perseguidores se interpuso, impidiéndole asegurar su refugio.
El hombre luchaba contra aquella figura de rojo sangre por cerrar la puerta, pero los demás se habían arrimado ya. El golpe de la puerta al abrirse se oyó. Y luego los desgarradores gritos del viejo y parco hombre que disparó dos veces más.
Con lágrimas en sus ojos, Agatha se despidió silenciosa del hombre al que había acompañado toda una vida y siguió al resto del grupo por un pasillo hasta salir del edificio.
La fuerte iluminación del día los cegó a todos por un momento. Una vez acostumbrados sus ojos al sol que brillaba en lo alto como si nada hubiera pasado y un espléndido día festejara la temporada, observaron su entorno.
Autos abandonados, chocados y las calles terriblemente sucias, sin mencionar la sangre esparcida en charcos y lagunas a lo largo de la calle, acompañando todo con un fétido hedor agrio que perforaba las narices de aquellos que hubieran vivido lo suficiente como para percibirlo.
—¿Qué hacemos ahora? —Preguntó Jasón, pero nadie presente respondió a su pregunta. Cada uno se hallaba sumido en un mundo particular, creado por las experiencias vividas recientemente.
De pronto, unos gritos cruzaron la calle. Desde la avenida a su izquierda, un grupo de tres personas corría desaforada huyendo de un contingente de zombies que se apresuraban tras de ellos. A diferencia de los que dormitaban dentro del edificio, éstos lucían mucho más rápidos y pronto estuvieron lo suficientemente cerca como para tomar a una de las personas que huían y arrojarla al suelo, saltando todos sobre ella y masacrándola a mordiscos y tirones.
Metros más adelante, los dos sujetos que habían logrado escapar se vieron cercados por un segundo grupo de cuerpos que aparecieron desde los lados de las veredas. Tras gritos e inútiles forcejeos, los dos hombres sucumbieron al atroz apetito de los desesperados carnívoros y fueron devorados vivos.
—No puedo soportarlo más —Lisa cayó de rodillas, abatida, se cubrió el rostro con las manos y comenzó a llorar.
Jasón la cubrió con sus brazos intentado consolarla y darle algo de coraje para continuar, entonces la señora de cabellos canos la tomó por el brazo —Vamos querida —le dijo en un tono semejante al que una abuela se dirige a sus nietos— saldremos de aquí, sobreviviremos todos juntos— a pesar de que la angustia la embargaba por su reciente pérdida, la calidez de su voz demostraba lo dispuesta que estaba a mantenerse acompañando a aquellos chicos y la súbita preocupación que había tomado por ellos.
—Debemos… Debemos encontrar un lugar donde escondernos… —Habló finalmente Mark, sosteniendo aún al pequeño.
Los zombies estaban demasiado ocupados descuartizando al grupo que acababan de atrapar, por lo que restaron atención a su entorno, permitiendo así escapar al grupo sin ser notados.
Se alejaron pegados a la pared y escondiéndose detrás de los autos cuando fuera necesario. Por fortuna, aquel lugar no era tan céntrico en la ciudad, y menos gente lo circulaba. Siendo así que los monstruos resultaron en menor cantidad por aquella zona. Reuniéndose claro donde hubiera mayor concentración de “alimento”.
Vagaron de una calle a otra, evitando tantos cuerpos vivientes como pudieran, hasta detenerse frente a un mercado que en días pasados hubiera sido atendido por extranjeros —Iré a buscar alimentos —informó Jasón— quédate con ellos Mark, y busquen un lugar más seguro que aquí en la calle —el chico asintió.
El pelinegro se adentró con sigilo en el local, llevando consigo una mochila que había conseguido anteriormente y un bate de baseball hallado en el mismo lugar.
Mientras tanto, el resto del grupo corrió hacia un callejón justo en frente del mercado, en medio de dos edificios de ladrillo. Subieron las escaleras de incendio que se levantaban a un lado de uno de éstos y esperaron allí pacientes por el muchacho.
Pasaron algunos minutos cuando la tarde estaba a punto de caer. Entonces los gritos y gemidos de un gran grupo de zombies los sorprendió desde alguna dirección a la cual no tenían vista debido a la angostura del callejón en el que se habían ocultado.
—Eso no suena bien… —Habló Mark— Bajaré a ver qué sucede —Lisa quiso detenerlo, pero fue en vano.
Una vez abajo, el joven castaño se aproximó a la salida del lugar y se posó con la espalda contra la pared, dispuesto a espiar. Apenas dio una ojeada y regresó al punto de las escaleras, tomando los caños de estas con sus manos y bajando la cabeza —Vienen por ambos lados de la calle… Están rodeándonos —explicó desde abajo.
Las mujeres lo miraron y llamaron para que subiera, pero Mark se negó —Alguien tiene que avisar a Jasón, todavía sigue ahí adentro.
Se acercó nuevamente hasta la esquina de la pared y miró a los grupos que se hallaban en las salidas de cada lado de la calle —(Son demasiados… ¿Por qué hay tantos? Todos los que no nos cruzamos hasta ahora deben estar ahí…).
Armándose de valor corrió a toda prisa a través de la avenida, rogando no ser detectado por aquellas abominaciones, y se introdujo en el mercado al que había ingresado su amigo con anterioridad. Los zombies, lentamente, comenzaban a acercarse al lugar.
Desde el primer descanso de la escalera de incendios, las mujeres se debatían si continuar subiendo o no, entonces el pequeño habló luego de un largo tiempo en silencio —Me siento mal… —Pronunció en un tono casi inaudible.
Re: [CS] St. Christine: Zombie attack [abre 9na ronda - Manto up]
Buen capítulo Manto, casi ni lo recordaba así que no puedo diferenciar cuales son los cambios, sin embargo puedo decir que me ha gustado y, como siempre pasa en las historias de este foro... no importa el autor, dejan los relatos en las mejores partes obligandote a decir "Uhhhh",
Ahora le toca a Yuske, veremos que nos trae.
- Spoiler:
- creo que el pequeño pronto será un pequeño zombi
Ahora le toca a Yuske, veremos que nos trae.
Izanagi- Escudero de palabras
- Mensajes : 209
Fecha de inscripción : 18/03/2012
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Re: [CS] St. Christine: Zombie attack [abre 9na ronda - Manto up]
Como dije alguna vez, en esta historia estoy intentando improvisar y adaptarme a los sucesos que se den en todos los hilos, así que puedo decir con total seguridad que yo tampoco sé por qué se reúnen todos los zombis por ahí, es otro elemento que tendremos que desarrollar entre todos
Y sobre el spoiler... sigo improvisando, así que nada es seguro muojojojo
Y sobre el spoiler... sigo improvisando, así que nada es seguro muojojojo
Re: [CS] St. Christine: Zombie attack [abre 9na ronda - Manto up]
El capitulo es tal y como lo recordaba, bastante bueno, lo que si tengo duda es con el niño, pero bueno como tu ni sabes mejor espero a ver que pasa.
Creo que la razón de por que los zombies se acercan a esa zona se podrá explicar en mi hilo, o quizás no la diferencia de tiempos es considerable de algunas horas, aunque según como avance tu tercera entrega puede servir de explicacion o no.
sobre mi entrega espero poder tenerla para dentro de un par de días o el lunes a mas tardar.
Creo que la razón de por que los zombies se acercan a esa zona se podrá explicar en mi hilo, o quizás no la diferencia de tiempos es considerable de algunas horas, aunque según como avance tu tercera entrega puede servir de explicacion o no.
sobre mi entrega espero poder tenerla para dentro de un par de días o el lunes a mas tardar.
Entrega 2
Otro doble post que munga :/ pero ni modo, hay que hacer lo que se tiene que hacer.
No tuve tanto tiempo como esperaba este fin de semana, pero que mas da aquí ya esta mi parte.
Tampoco he realizado cambios en esta parte, de verdad trato de mantener el hilo fiel a mi idea original, al menos por el momento.
Espero que lo hayan disfrutado.
Hasta luego.
PD: Si no me equivoco, va izanagi.
No tuve tanto tiempo como esperaba este fin de semana, pero que mas da aquí ya esta mi parte.
- Se rapido o muere:
El miedo era el común denominador del ambiente en el que se encontraban. Preocupados y temerosos de lo que pudiera suceder, todos se mantenían en silencio, el cual reinaba junto con una profunda y aparente calma, que crispaba los nervios de los ahí presentes, que con el más sutil de los ruidos o la más insignificante sombra se sobresaltaban temerosos. La oscuridad resultaba ser bastante inquietante, sabían que esas cosas estaban ahí afuera merodeando, sin embargo contar con la presencia de aquellos soldados les tranquilizaba, aunque no lo suficiente como para sentirse seguros.
Después de haber visto como el helicóptero caía, Francesc, pese a su asombro ordeno replegarse de vuelta hacia la facultad de organización deportiva, refugiándose en la cafetería de esta, donde se encontraron con cuatro civiles. Una de las empleadas de la cafetería, cuyos mayores rasgos eran las arrugas en su rostro y su expresión bondadosa; un par de estudiantes, un chico y una chica, él con un porte atlético y vestido con un chándal de la universidad y ella bajita y sin ningún rasgo físico destacable vestida de igual forma; además se encontraba un guardia de seguridad, gordo y bigotón con un aire prepotente que se vio obligado a tragarse ante la presencia de los militares.
Sentado cerca de la puerta Francesc vislumbraba el panorama dentro de la cafetería con ayuda de la linterna de su rifle. La empleada y la chica se encontraban juntas al otro lado del comedor dándose valor una a la otra. Por su parte el chico miraba de forma poco respetuosa a Isis quien vigilaba por una de las ventanas, lo que sin duda le traería serios problemas si su segunda al mando se daba cuenta. A su derecha y no muy lejos de él se encontraba el guardia quien lo miraba constantemente, o mejor dicho miraba su arma. Era evidente que la presencia de los militares le molestaba ya que le relevaron de la autoridad que hasta hace poco había tenido.
El sonido de un fuerte golpe sobresalto a todos alarmándoles, sin embargo se calmaron luego de ver que solo se trato de Osiris, quien ante un arranque de rabia producido por la frustración que sentía había golpeado una de las mesas.
-¡Carajo!-Exclamo el susodicho.
-¿Qué es lo que sucede?- Preguntó Cesc acercándose a él, a pesar de que creía conocer la respuesta.
-Sigo sin tener respuesta, señor- Respondió señalando al radio comunicador que había en la mesa- No, es peor que eso, me parece que el canal está abierto ya que solo escucho estática. Me preocupa que algo haya pasado en el campamento base, señor.
La severidad de esas palabras alarmo a todos, especialmente a los civiles, quienes comenzaron a caer de nuevo en la desesperanza.
-¡¿Eso significa que nadie vendrá por nosotros?!- Pregunto la chica angustiada.
-No. Saldremos de aquí tenlo por seguro- Le dijo Cesc tratando de calmarla.
El líder de la unidad se volvo hacia Osiris y lo sujeto por su chaleco jalándolo hacia él.
-Ten más cuidado con lo que dices, recuerda que hay civiles- Le dijo al oído a modo de regaño.
Osiris afirmo con un movimiento de cabeza y tomo de nuevo la radio e hizo como si la ajustara por indicación su superior. Mientras este apretaba un pequeño botón de su intercomunicador.
-Thiago, ¿Cuál es tu informe de la situación?- Dijo.
-Oscuro como el alma de Isis-Respondió.
-Puedo escucharte, ¿Sabes?- Dijo la chica por su intercomunicador.
-Basta. Thiago déjate de bromas y dime que ves- Ordeno Cesc.
-Absolutamente nada Cesc, la oscuridad es muy densa a penas y puedo ver a unos 5 metros con ayuda de la linterna.
-Mantente expectante- Le indico- Rubén ¿Qué reportas?
-Tenemos suficientes provisiones como para un mes – dijo por el intercomunicador desde el almacén.
“Eso es mucho más tiempo del que tengo pensado quedarnos aquí” pensó el líder. – Ejecuta la orden 03- Le indico a Rubén lo que él respondió con solo un “entendido”.
-¿Qué rayos significa eso de la orden 03?-Pregunto el guardia.
-Significa “Información clasificada”- Le respondió Isis.
Cesc volteo a ver a su compañera reprimiéndola con la mirada. Quizás tenga razón, pero bajo esas circunstancias lo mejor era permanecer todos en calma unos con otros.
-Solo está preparando una reserva de provisiones por si tenemos que salir por patas de aquí. Eso es lo que significa esa orden- Le dijo al guardia, quien sin estar realmente convencido acepto su respuesta.
La madrugada se encontraba ya bastante avanzada, deberían de ser cerca de las 4 am. Acurrucados en el piso los civiles dormían o al menos lo intentaban, pues el miedo que sentían les impedía conciliar de todo el sueño.
Sentados alrededor de una mesa se encontraban Cesc y su unidad, salvo por Thiago que seguía vigilante en su puesto.
-El campamento base no respondió, Cesc ¿Qué vamos a hacer? – Inquirió Osiris abriendo el canal de su intercomunicador para que Thiago escuchara la conversación.
-Lo único que podemos hacer Osiris, llevar los planos a la planta hidroeléctrica.
-¿No deberíamos regresar a uno de los campamentos? Tal vez el campamento base no responda pero puede que otro si lo haga – Sugirió Thiago.
-¡Es cierto! ¿Por qué rayos no pensé en eso?- Dijo Osiris.
-No. – Se apresuro Cesc en intervenir – Perderíamos el tiempo.
-Pero Cesc, si… - Trato de hablar Isis pero fue interrumpida.
-Nuestra misión, es recuperar los planos y llevarlos a la planta hidroeléctrica, creíamos que recuperar los planos seria lo único complicado porque después un helicóptero vendría por nosotros y nos llevaría hasta allá.-Hizo una pausa-Sin embargo, ese helicóptero se ha desplomado y no hay forma de comunicarnos con el campamento base para que envíen a alguien más por nosotros, lo que significa que estamos solos y debemos terminar con la misión por nuestra cuenta. Ahora, si ha habido o no algún problema en el campamento base no debe distraernos de nuestro objetivo, además está muy lejos, aun mas lejos que la planta hidroeléctrica.
-Comprendo lo que dices Cesc y tu decisión me parece apropiada, pero hablando del helicóptero ¿Qué hay sobre los pilotos? Deberíamos ir y averiguar si sobrevivieron, no parece haber caído muy lejos de aquí o cuanto menos podríamos rescatar municiones o alguna que otra arma.- Dijo Thiago.
-Eso es algo en lo que también he estado pensando – Declaro Francesc.
-Esperen un minuto- Dijo Rubén- ¿Qué pasara con ellos? – señalo a los civiles- No podemos llevarlos con nosotros todo el tiempo.
-Cierto, pero tampoco podemos dejarlos a su suerte- Dijo Osiris.
-Lo mejor será llevarlos con nosotros, por lo menos hasta que encontremos algún equipo de evacuación.- Dijo Cesc.
-¿Entonces el plan de acción está decidido?- Pregunto Isis.
-Sí. Saldremos de aquí e iremos al lugar donde el helicóptero cayó, después hacia la planta hidroeléctrica.
Un fuerte sonido se dejo escuchar alertando a todos, poco después el disparo del sniper de Thiago se hizo presente.
-Tal vez ya se dieron cuenta, pero tenemos compañía. – Se escucho decir al francotirador.
El sonido de un cristal rompiéndose se escucho a sus espaldas. De alguna manera una de esas criaturas había logrado impulsarse para entrar a través de la ventana.
La empleada y la chica gritaron asustadas al tiempo que Isis reaccionaba y le disparaba a la criatura neutralizándola. Fuertes golpes comenzaron a oírse desde la puerta, la cual parecía comenzar a ceder pese a la improvisada barricada de sillas y mesas que habían colocado detrás de esta.
-Hay demasiados en la puerta, usare una granada, aléjense de ella – Informo Thiago.
Cesc aviso a los civiles que no se acercaran a la puerta, lo cual no era necesario pues ninguno de ellos tenía la intención de acercarse ahí.
El tintineo de algo metálico al chocar con el piso se dejo oír, siendo precedido por una explosión. Los golpes cesaron inmediatamente, el guardia se abalanzo hacia la puerta, dispuesto a reforzar la barricada sin saber que la explosión había dañado gravemente la puerta.
De forma sorpresiva un nuevo golpe se escucho y la puerta cedió empujando la barricada, la cual cayó sobre el guardia derribándolo. Las criaturas comenzaron a entrar y los soldados abrieron fuego, sin embargo poco servía para contenerlos. Tan pronto como entraron algunos zombies se abalanzaron sobre el guardia quién gritaba por auxilio, sin embargo ya era demasiado tarde.
-Vayan a la cocina- Les indico Cesc a los civiles que quedaban los cuales obedecieron inmediatamente. Con un gesto, Francesc le indico a Rubén que les acompañara y este así lo hizo.
Continuaron disparando a discreción sin poder contener la horda de zombies que parecía no cesar.
-Thiago, despeja la salida trasera. Te veremos ahí. – Ordeno Cesc a lo que el sniper respondió con solo un “entendido”.
El líder tomo una granada de su equipamiento al tiempo que los hermanos comenzaban a quedarse sin balas en sus rifles. Cesc retiro el seguro de la granada y la arrogo entre las criaturas. Él junto con los hermanos se apresuró a entrar en la cocina, lográndolo justo a tiempo para ponerse a salvo de la explosión.
Dentro de la cocina Rubén tomaba unas mochilas con provisiones y se las pasaba a sus compañeros quienes se las colocaron de inmediato.
El sonido de los pasos de los zombies se escucho de nuevo preocupando a todos.
-El camino está libre, pueden salir- Dijo Thiago a través del intercomunicador.
Abrieron la puerta trasera y salieron Rubén y Cesc seguidos por los civiles con Isis y Osiris detrás de ellos. Thiago se apresuro a bajar del techo de la cafetería, no sin dificultad alguna y corrió a unirse a la formación detrás de Osiris.
Avanzaron casi a oscuras hacia la facultad atravesándola, se encontraron con algunos más de esas cosas, pero lo suficientemente dispersos como para ignorarlos y salir ilesos. Llegaron a la callejuela que daba hacia la entrada lateral de la facultad de filosofía y entraron en ella. Se toparon nuevamente con un grupo de aquellas criaturas por lo que tuvieron que desviarse y salir de ahí entrando a la facultad de arquitectura. Entraron por un pasillo que les llevo al patio central, el cual era un verdadero laberinto con jardines y bancas e inclusive mesas de trabajo a diferentes niveles de altura. Avanzaron a través de él cuando de un momento a otro unas criaturas cayeron sobre ellos sorprendiéndolos. Osiris cayó al piso, sin embargo Thiago evito que un zombi se abalanzara sobre el neutralizándolo de un solo disparo. No obstante la pobre anciana empleada de la cafetería no conto con la misma suerte, pues una de las criaturas cayó sobre ella derribándola, los militares trataron de ayudarle ya era demasiado tarde, la criatura le había mordido en la yugular y la anciana se desangraba terriblemente. Presa del asombro y del pánico, la chica retrocedió un par de pasos chocando de espaldas con una de las criaturas, la cual la sujetó con fuerza y le mordió en el hombro arrancándole el musculo de dicho lugar. La chica grito con agonía y forcejeo por liberarse cayendo al suelo, Rubén disparo inmovilizando al zombie que la había mordido. Con lagrimas en los ojos la chica trato de incorporarse y correr hacia los militares, sin embargo resbalo cayendo al suelo de nuevo. Rubén se apresuro a tomarla y salieron tan rápido como pudieron de ese lugar deteniéndose al final de un pasillo vacío para atender a la chica.
Ella lloraba y se veía débil, sus ropas se encontraban empapadas por su sangre. Rubén luchaba por contener la hemorragia lo cual parecía imposible. Poco a poco el llanto se trasformaba en un sollozo y ella comenzaba a perder la conciencia. En silencio todos miraban los intentos de Rubén por salvarla sin dejar de permanecer alertas. De un momento a otro el médico de la unidad suspiro resignado y movió su cabeza de lado a lado.
-A perdido mucha sangre, no lo lograra- Sentencio el hombre.
La tristeza que los embargaba fue acompañada por una fuerte sensación de impotencia al no poder hacer más que quedarse con ella hasta que se fuera.
Una vez inerte, el médico cerró los ojos de la pobre chica lamentándose tener que dejarla ahí. Cabizbajos, pero alerta comenzaron a caminar por aquel pasillo deteniéndose de improviso al escuchar unos fuertes chillidos a sus espaldas. Volearon buscando la causa de tan horrible ruido y sus ojos presenciaron como la chica que hace apenas un minuto había muerto se incorporaba con dificultad. Sorprendidos y aterrados ante ellos, los militares le apuntaron con sus armas, salvo Rubén quien esperanzado a un mal diagnostico de su parte le grito:
-¡Hey! ¿Te encuentras bien?
Mas la chica no respondió. Lentamente levanto su rostro dejándoles ver a los militares uno ojos completamente blancos, la chica soltó un gruñido más parecido a un aullido y comenzó a avanzar hacia los soldados tan rápido como podía.
-Detente- Dijo Cesc pero ella no parecía entender.
Un disparo se dejo escuchar y una bala se incrusto en el brazo izquierdo de la chica a quien no pareció molestarle en absoluto.
-Se volvió una de esas cosas – Dijo Isis quien había disparado.
Más quejidos y gruñidos se escucharon a sus espaldas, habían aparecido mas de ellos bloqueando su salida. Dispararon de nuevo, esta vez fue Rubén quien lo hizo manando así a descansar a la joven chica que hace unos momentos trataba de salvar.
Corrieron de regreso al laberinto que era el patio de aquella facultad, evadieron algunas criaturas más y neutralizaron a otras, consiguieron llegar a otro pasillo por el cual salieron a la entrada principal de la facultad. Un gran número de zombies se encontraba ahí, afortunadamente estaban lo suficientemente dispersos como para correr entre ellos sin demasiado riesgo, por lo que lo hicieron.
Ágil, como se suponía que debía ser, el joven atleta eludía a los zombies uno tras otro, no obstante se detuvo en seco al ver algo que hubiera preferido no hacer visto. De pie frente a él, se encontraba su mejor amigo, cubierto de sangre y herido, con los ojos volteados y caminando lentamente dando tumbos.
-No puede ser verdad- Murmuro para sí entrando en un estado de shock- ¡Joan! – Le llamo pero solo consiguió capturar la atención de los zombies a su alrededor.
Cesc detuvo su carrera al ver lo que sucedía.
-No te detengas, ¡Corre!- Le dijo pese a saber que llamaría la atención de los zombies alrededor suyo.
El joven atleta pareció salir de su letargo y trato de echar a correr, sin embargo para ese momento ya se encontraba prácticamente rodeado. El chico pido auxilio y los militares comenzaron a disparar tratando de ayudarle, pero solo consiguieron que más zombies aparecieran atraídos por el ruido de los disparos. Entre gritos de horror y un mar de saliva y sangre el joven cayó al suelo siendo devorado por aquellas criaturas. Sin más que hacer, los miembros del comando se deshicieron de los zombies que los rodeaban y corrieron hacia el estacionamiento frente a ellos, donde tomaron una camioneta y la encendieron dispuestos a abandonar el lugar.
Tampoco he realizado cambios en esta parte, de verdad trato de mantener el hilo fiel a mi idea original, al menos por el momento.
Espero que lo hayan disfrutado.
Hasta luego.
PD: Si no me equivoco, va izanagi.
Re: [CS] St. Christine: Zombie attack [abre 9na ronda - Manto up]
Buen capítulo Yuske, bastante sangriento, estoy empezando a pensar que te gusta matar gente con zombis.... Jaja. Sinceramente no recordaba casi nada de este capítulo (para no decir nada) así que fue todo nuevo para mí y la verdad que me gustó bastante
PD: Ya tengo el capítulo que le sigue, ¿prefieren que ya lo postee o que espere unos días?
Saludos: Izanagi
- Spoiler:
- Si entendí bien de los civiles sólo quedó vivo el guardia, ¿o me equivoco?
PD: Ya tengo el capítulo que le sigue, ¿prefieren que ya lo postee o que espere unos días?
Saludos: Izanagi
Izanagi- Escudero de palabras
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Re: [CS] St. Christine: Zombie attack [abre 9na ronda - Manto up]
Yo preferiría que esperaras unos días... así me darías tiempo de mandarle a templar el respaldo que hice de su hilo XD
[C] St. Christine:Zombie attack [2da entrega manto, yuske y Izanagi up]
Bueno habiendo pasado unos días de que Yuske subió su capítulo paso a dejar el segundo capítulo de mi arco, no está muy cambiado de como lo puse originalmente en Ikagura aunque si está continuado.
- Día 2:
- Día 2, 2:03 AM
El molesto ruido que producían sus dedos al chasquear entre ellos había empezado a molestar a los otros ocupantes de esa sala creando una situación aún más incomoda de la que ya antes había, teniendo en cuenta que a nadie le puede resultar demasiado confortables estar tres horas seguidas siendo un posible blanco de una escopeta.
Sin embargo ese tipo y la jovencita que la acompañaban venían de afuera y por ende podían estar infectados por esos monstruos, no podía dejarlos moverse con libertad hasta que esa duda desapareciera de su mente.
- ¿Puedes dejar de hacer ese molesto ruido?- preguntó de manera agresiva el retirado militar a su “captor”, la chica estaba tan aterrada que parecía ya no importarle el ruido sin embargo ese tipo parecía que había sufrido esta situación en más de una ocasión y no parecía molestarle en absoluto ser apuntado por un arma.
- Ya te lo dije, desnúdate y te dejaré hacer lo que quieras- le inquiero el joven portador del arma, su apariencia era la de una persona de dieciocho años, diecinueve cuanto mucho.
- ¿Si yo lo hago dejarás libre también a la chica?- preguntó con molestia el más viejo del lugar- ¿Acaso eres un especie de pervertido homosexual?- el asco que se reflejaba en su mirada le molestó sin embargo prefirió no continuar con esa estupidez y centrarse en el tema que importaba.
- Tengo que revisar que no tengan ninguna herida- le contestó con sequedad- No es algo que me guste hacer pero ya vieron como estaba la situación, tienen suerte que halla logrado que los dejen entrar.
“La situación” como el joven la había llamado había sido algo muy impactante para la católica joven, todavía su mente mantenía los recuerdos de lo que cinco horas antes había pasado.
El ingreso a la iglesia por parte de ella y el hombre que la acompañaba había traído aparejado un problema un poco menos grave que ser perseguido por los zombis. Al caer, literalmente, dentro de la gran catedral había sido recibido por un rifle apuntándoles, sumado a una amenaza de muerte. El portador del arma había sido el mismo joven que ahora los estaba custodiando sin embargo detrás de él también se encontraba un hombre de apariencia a tener unos cuarenta y pico años de edad.
- ¿Por qué los dejaste entrar?, no sabemos si han sido mordidos por esas cosas- la voz del adulto había sonado agresiva contra el joven armado- ¡¡Mi esposa está aquí chico, no podemos jugar con nuestras vidas!!- le gritó sin embargo el joven seguía con su aspecto serio, impasible ante la agresión recibida.
- Les vuelvo a repetir lo mismo, si dan siquiera un solo paso les dispararé- la atención del joven parecía estar únicamente centrada en los recién llegados, sin embargo luego, sin apartar su vista de las personas apuntadas por su rifle, dirigió unas palabras para el otro hombre- Señor Lemacks si es tan amable en vez de acusarme por salvarle la vida a dos personas, ¿podría por favor volver a asegurar la puerta de la iglesia?
- No lo haré hasta que me asegures que estos no son zombis- le indicó con una voz firme que no iba con su cuerpo, el tipo no tenía la pinta de ser uno de esos hombres duros. Bajito, pelado, su aspecto bonachón y su bigote eran las características más destacables del sujeto.
- Los meteré en una habitación conmigo y los mantendré vigilados por veinticuatro horas, sino se convierten en ese tiempo en zombis tendremos que confiar que no lo harán después- le indicó el joven con decisión en su mirada- ¿Algún problema con eso?- preguntó con una voz que no daba lugar a las réplicas.
- Espero que sepas lo que haces Elton- le dijo con voz resignada antes de asegurar las puertas nuevamente- Vete antes de que me arrepiente- le había dicho haciendo que el joven les ordenara a la chica y al militar que los siguieran.
- ¿Entonces como te llamas?- la voz del retirado militar la sacó de su ensueño trayéndola bruscamente a la realidad- Después de todo a pesar de que casi perdemos nuestras vidas juntos ni siquiera sabemos nuestros nombres.
- Carena- le contestó con voz tímida antes de especificar- Carena Morrison- su respuesta fue acompañada con una leve sonrisa dirigida únicamente para quien la había acompañado en el “viaje” a la iglesia- ¿Cómo es tú nombre?
- Solo dime Reynald- le dijo, su voz era seca como la mayoría de sus gestos sin embargo sus ojos tenían un brillo extraño, la joven al verlo con más detalle no supo identificar que significaba eso ya que nunca había visto a otra persona que le genera esa misma sensación- ¡¡Oye chico ya me cansé de esto llama al otro tipo para venga a revisarme y vea que no me mordió nadie!!- le pidió a Elton, este lo miró con desconfianza sin embargo el retirado militar no volvió a mirar al joven sino que dirigió su vista hacia Carena- Vamos chica tu también desvístete así terminamos con esta estupidez de una vez- le pidió.
La chica se sonrojó vivamente antes la proposición de Reynald, inconscientemente abrazó su cuerpo con fuerza con la intención de que esa idea se borrara de la cabeza del hombre.
Elton miró con más detenimiento a la chica, parecía no tener mucho años menos que él, tal vez uno o dos sin embargo ya tenía una figura más que atractiva, unas buenas piernas y unos pechos que llamaban su atención. Era bastante alta y tenía un hermoso y largo cabello castaño. No le hubiera importado verla desnuda sin embargo su moral le impedía hacer eso.
- Tu solo te desnudaras, y lo harás en otra habitación- le indicó al hombre- Para Lemacks yo te revisaré sin embargo no tendrás que descambiarte, pero le diremos que si lo hice, ¿entendido?- la indicación fue para la chica quien suspiró aliviada que los problemas empiecen a solucionarse sin tener que quitarse la ropa.
Pasados pocos minutos entró Lemacks con las pistola de Reynald en su mano, después de murmurarle algunas cosas a Elton y recibir la respuesta del joven el hombre le indicó al veterano de guerra que lo acompañara a otra habitación siendo cada movimiento seguido por la pistola, al quedar solo los dos jóvenes Elton solo se paró, guardó el rifle en su espalda y con un gesto le indicó a Carena que la siguiera.
Después de pasar por unos pasillos, donde solo había vírgenes colgadas en las paredes, los jóvenes llegaron a una especie de salón comedor en donde entre medio de muchas mesas una mujer parecía estar cocinado algo con un pequeño mechero.
La mujer promediaba los cuarenta años de edad, a simple vista se notaba que era la esposa de Lemacks ya que a pesar de no tener rasgos físicos parecidos si tenían cosas que los hacían fácilmente asimilables.
- ¡¡Elton querido, estaba preocupado por ti, espero que Samuel no te haya…!!- la voz chillona de la mujer se detuvo cuando sus ojos percibieron a la chica- ¡No me había dicho nada de que uno de lo que había ingresado era una jovencita!- dijo horrorizada mientras se acercaba a la tímida chica y le ponía una manta en su espalda- Niña disculpa lo que mi esposo te habrá dicho no lo hace con intención de ofender a nadie es que se toma muy a pecho mi protección.
Carena se sorprendió ante el gentil gesto de la mujer y agradeció como agua en el desierto la manta que le proveyó, ya que el miedo y el frío eran una mala combinación.
- No, no tiene que preocuparse señora, solo dios sabe lo que deben haber sufrido con estas criaturas demoníacas- le dijo esforzándose para darle una gran sonrisa que lograse tranquilizar a la mujer. A diferencia de su marido Selena era flaca, demasiado. Resaltando mucho más esta característica cuando se encontraba con su esposo. Su pelo rubio era largo sin embargo lo llevaba con un elaborado rodete que impedía que el cabello bajara de la altura de los hombros.
- ¿Puedes darle algo para comer y prepararle una cama?- preguntó Elton a la mujer- Yo también dormiré un poco, al fin y al cabo es el turno de guardia de tu esposo y ahora vendrá otro tipo más para dividirnos los turnos- le indicó. El joven no superaba los veinte años de edad, sin embargo se manejaba con una madurez propia de un adulto responsable. Físicamente a Elton se lo podía describir como un joven apuesto, aunque sin destacar demasiado, tenía el pelo color gris (como si estuviera lleno de canas) aunque lo llevaba corto. Sus ojos eran color celestes combinando de una manera muy extraña con el tinte de su cabello. Colgada a su espalda descansaba su rifle el cual no se separaba del cuerpo del joven por más de un minuto.
- Si claro- asintió la mujer antes de tomar de los hombros a la joven- que aquí querida te haré algo caliente y luego podrás acostarte en uno de los colchones, no son muy cómodos y todos dormimos aquí en el comedor, sin embargo de esa forma nos cuidamos mejor entre nosotros- le explicó la mujer excusándose, Carena no habló más de lo necesario, intercambió unas breves presentaciones y luego se fue a dormir, con todo el cansancio del día.
5:38 PM
Los ruidos de disparos le despertaron, sumados a la voz de Samuel Lemacks- ¿Cómo mierda fue que entraron al edificio?-.
- Apuntales a sus cabezas, sino no caen- la segunda voz no era tan reconocible, aunque por su tono Carena dedujo que se trataba de Reynald- ¿Qué no me escuchas?, ¡¡te dije que a las cabezas!!- le gritó previo a disparar.
- ¿Qué está pasando?- preguntó Carena asustada mientras se incorporaba del colchón que le había servido de cama, su mirada rápidamente captó a Elton, el cual estaba apoyado a la gran puerta del comedor con su rifle en mano apuntando a los pasillos de la gran iglesia.
- Han entrado esas criaturas- la voz de la señora Lemacks sonó a su lado, la joven giró su rostro para ver, estaba escondida tras una mesa, sobre uno de los colchones- Samuel y el otro señor están acabando con lo que entraron- le explicó- No te preocupes pronto todo volverá a la normalidad.
- Aunque matemos a los que entraron no podremos cerrar la puerta nuevamente- dijo rápidamente, luego se detuvo- frente a esta iglesia está infestado de ellos- agregó Elton sin quitar su vista de los pasillos- Por ahora tenemos que dejarles el resto de la iglesia- por primera vez desde que la joven había despertado Elton le dedicó su mirada- Carena, ¿no?- esta asintió con su rostro- en la tercer puerta a mi espalda hay provisiones, intentan traer todas las que puedas- le pidió.
- Pero…- el rostro de la joven irradiaba el terror que tenía encima, le asustaba caminar sola por la iglesia sabiendo que los zombis habían entrado, ni siquiera aunque tuviera un arma con ella podría, al fin y al cabo no creía posible que ella misma disparara.
- No te preocupes, esas cosas sean lo que sean no han llegado hasta ahí- le prometió con tranquilidad- ¿Crees que puedas ayudarla Selena?- le preguntó a la señora Lemacks, esta asintió mientras se levantaba, Carena la siguió aun indecisa- Gracias, yo me ocuparé de que ninguna de esas cosas pase- contestó- Aunque esto no durara para siempre.
Izanagi- Escudero de palabras
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Re: [CS] St. Christine: Zombie attack [abre 9na ronda - Manto up]
Cambio mucho a como recuerdo la entrega que hiciste ya hace tiempo
Re: [CS] St. Christine: Zombie attack [abre 9na ronda - Manto up]
Realmente yo no veo un gran cambio en el capitulo, aunque si siento que la ultima parte si es algo diferente, no que esta cambiada, mas bien creo que esta reescrita.
A si mismo esa ultima parte es lo que le ha dado gran emoción a la entrega, pues esta en su mayoría es una en la cual nos presenta a los personajes y no nos dice nada especial sobre él hilo. aunque tengo la impresión de que el señor lemacks no correrá con mucha suerte, tampoco su esposa. por el contrario Elton, Reynald y Carena... bueno, mejor no digo nada y espero.
Es turno de templar.
A si mismo esa ultima parte es lo que le ha dado gran emoción a la entrega, pues esta en su mayoría es una en la cual nos presenta a los personajes y no nos dice nada especial sobre él hilo. aunque tengo la impresión de que el señor lemacks no correrá con mucha suerte, tampoco su esposa. por el contrario Elton, Reynald y Carena... bueno, mejor no digo nada y espero.
Es turno de templar.
Re: [CS] St. Christine: Zombie attack [abre 9na ronda - Manto up]
En realidad los cambios se pueden es lo que sigue a cuando Carena despierta porque antes el capítulo terminaba ahí sin embargo acá sigue un poco más, no hay cambios verdaderamente significativos. Y coincido con lo que decis Yuske este es un capítulo más introductorio ya que a pesar de ser un fics de zombis voy a darle preponderacia a los personajes en cuestión (eso no quiere decir que estén salvados de morir por lo zombis) sin embargo puedo prometer que el próximo capítulo tendrá acción.
Izanagi- Escudero de palabras
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Re: [CS] St. Christine: Zombie attack [abre 9na ronda - Manto up]
Logan despertó un tanto aturdido. El lugar se encontraba en total oscuridad. –Donde… estoy?- Balbuceo sin comprender que había sucedido. -Tu muchacho ha despertado- Se escucho una voz varonil en la oscuridad. El sonido era ocasionalmente roto por uno que otro sonido sordo o metálico. –Eres un holgazán dormilón. Son las cinco de la mañana, hora de salir a pasear. Quizás quieras elegir un arma.- Una segunda voz menos grave le reprochó. La cabeza le punzaba a Logan. –Quienes son ustedes? Dónde estamos?- Silencio. Después la segunda voz intervino de nuevo. –Haces demasiadas preguntas. Esta es nuestra casa, la llamamos La Cueva.- Ahora toma un arma y salgamos por un rato. Logan no comprendía a que se referían. En la penumbra pudo distinguir varios objetos sobre una mesa. Apenas y concebía o que había sucedido, y sin embargo sus manos tomaron instintivamente un par de cuchillos que estaban sobre la mesa. Se dio cuenta que eran sus cuchillos de cocina. Acero de excelente calidad y perfectamente afilados.
Logan se sintió algo extraño, pero no tuvo tiempo, pues un brazo o jaló por la playera y lo llevó por el lugar. Tras dar varios tumbos a oscuras, llegaron a una puerta y salieron del lugar. La ciudad estaba en penumbra, sin embargo se podía ver mejor que en el interior. La ciudad se encontraba completamente desprovista de energía eléctrica. Y siluetas oscuras se movían por todos lados, profiriendo gemidos de ultratumba. –Z…zombies…. Zombies!!!!- Balbuceo Logan. –Así es, y es hora d sacar la basura- dijo el de la voz más varonil. Por primera vez, podía observar relativamente mejor a los sujetos. Este llevaba una camiseta negra puesta, la cual hacia resaltar su musculoso cuerpo. Unos jeans holgados se cernían con un cinturón negro a su cuerpo. Estos, dejaban ver un par de botas de construcción atadas a sus pies. De su espalda, colgaba el tanque metálico con las dos mangueras modificadas que ya había visto antes. Su cabello era negro y su piel ligeramente bronceada.
El segundo sujeto vestía una chamarra de mezclilla sin playera o algo similar debajo. Llevaba también puesto unos jeans cernidos con un cinturón café y unas botas idénticas al primero. Su cabello castaño y piel pálida contrastaban con la de su compañero. Este empuñaba un par de taladros en cada mano. Sin previo aviso silbó, atrayendo la atención de los no muertos en la cercanía. Aun así, no fue lo único a lo que atrajo su atención. Una manada de cuatro perros doberman llegaron al lugar, posándose detrás del sujeto. –Vamos a bailar…- Comentó el primero.
Acto seguido, se abalanzó sobre la masa de zombies que se aproximaba. Logan pudo comprender mejor cómo funcionaba su extraña arma. El tanque era al parecer de helio, oxigeno, u algún otro gas. Las mangueras llevaban el aire hacia os aguijones y este los utilizaba para reventar las cabezas desde el interior una vez enterrados. Escalofriante. El segundo sujeto se limitaba a perforar los cráneos de sus atacantes conforme se acercaban. El por su parte retrocedía lentamente, dando vueltas en círculo evitando ser rodeado. Logan encontró curiosamente graciosa esa técnica.
Cuando se percató, Logan se encontraba salpicado de sangre, matando frenéticamente zombies. En su mano izquierda, el mejor amigo de un cocinero: su cuchillo chef. Una hoja de veinte centímetros, medio centímetro de ancho y un filo apto para cortar latas. Se dedicaba a desprender del cuerpo del atacante cualquier extremidad que osara intentar alcanzarlo. En su mano derecha, su cuchillo deshuesador. Simple, un cuchillo corto, de unos diez centímetros y de un centímetro de ancho, con una punta diseñada para separar huesos, la cual utilizaba para acribillar cráneos. Los perros hicieron su parte, cubriendo la retaguardia de sus amos, mientras se entregaban a un festín de violencia digno de Asgard.
El sol matutino los descubrió en su orgía de violencia. Decenas de cuerpos yacían en el suelo, inertes, con los cráneos masacrados. –Bien, hora de partir- Dijo sin más el pelinegro. –Sin embargo, este tanque ya casi no tiene gas, debo ir a buscar otra arma.- Su compañero asintió. –Si, estos desarmadores modificados no son muy eficientes.- Sin decir más, emprendieron su camino de regreso. Logan confundido los siguió. Con los primeros rayos del sol, pudo notar que el edificio no era ni mas ni menos que una pequeña plaza comercial, con todas su puertas cerradas. Confundido, dejo atrás la masacre, mientras los perros descansaban jadeando, sobre los mutilados cuerpos.
-Oigan!!! Eso fue terrible!!!- Dijo perturbado Logan, mientras se emparejaba con los sujetos. –No pensaran seguir con esto?!?!?!- Pero ellos actuaban como si el no existiera. –Quienes son ustedes?!?!?!- Inquirió mientras entraban de regreso al lugar. La luz apenas entraban por unos tragaluces, sin embargo el olor a muerte y sangre inundaba el lugar. En la cocina había conocido ese aroma, de muchos seres que sacrificaban su vida en orden de resguardar la propia. Jamás había olido ese tipo de muerte, pero su instinto muy en el fondo le gritaba que era humana.
Tras observar a lo lejos, pudo ver algunas bancas que otrora sirvieran para el transeúnte fatigado. Ahora eran el lecho de muerte de desconocidos silenciosos. Mientras caminaban hacia la sección de jardinería tuvo el descaro de preguntar –Que le sucedió a esas personas???- Ambos sujetos detuvieron su marcha y alzaron la mirada, fastidiados. Logan a sus espaldas no pudo ver la expresión en sus rostros, sin embargo la intuía. El pelinegro ladeó ligeramente la cabeza. Su acompañante colocó rápidamente su mano sobre su hombro. Acto seguido se dio la vuelta y con una voz extrañamente calmada le dijo –Los asesinamos. Los asesinamos a todos. Al llegar aquí, estaban saqueando el lugar, lo cual era estúpido. Así que los asesinamos. Poco después la electricidad desapareció.- Logan sentía que debería correr de ahí, pero sus piernas temían a moverse después de lo escuchado. El pelinegro se dio la vuelta, encarando a Logan. Lo sujetó del cabello fuertemente, obligándolo a mirar directamente a sus ojos negros como la noche. –Este lugar ahora es nuestro, y mientras dormías lo hemos tenido que proteger de mas saqueadores. Te trajimos aquí porque parecías tener la urgencia de vivir. Si no estás interesado entonces acabemos con esto de una vez y puedes pasar a formar parte de sus filas.- Dijo con su gruesa voz.
Hubo un momento de silencio. El tipo que lo sujetaba por el cabello profirió una sutil risa por un segundo y después o arrojó al suelo. –Hay que darle el tour y prepararlo, debemos conseguir más cosas.- Su compañero se limito a empezar a caminar. Logan se incorporó algo aturdido, confundido y en parte aterrado. El tipo comenzó a caminar aparentemente sin rumbo por la tienda. –Seré breve, esta es ahora nuestra casa, y la protegeremos hasta, y de, la muerte. Tu no eres parte del equipo, eres un invitado no deseado. Aquí hay todo lo que necesitamos para sobrevivir. Nuestra prioridad ahora es adquirir combustible para los generadores eléctricos y poder echar andar los refrigeradores y congeladores. Considerando que no sabemos si tendremos éxito, debemos agotar esas provisiones primero. Siempre hay que revisar el lugar de saqueadores a nuestro regreso y cada cuatro horas hay que salir a limpiar la entrada de zombies. Puedes tomar lo que necesites del lugar.- Cuando hubo terminad su breve discurso se encontraban en el área de jardinería. En el lugar había un par de sleeping bags y un asador conectado a un tanque de gas portátil, denotando que ahí cocinaban sus alimentos y dormían. El morocho se había vestido con una playera de manga larga y cuello de tortuga. Sus manos ahora se encontraban cubiertas con guantes gruesos para jardinería. Un cinturón de herramientas se cernía a su cintura, este se encontraba lleno de hachas de mano. Un par mas se encontraban empuñadas. –Elijan sus armas y vámonos de aquí, el tiempo apremia.- Su compañero no pareció hacer caso al comentario y empezó a caminar tranquilamente por los pasillos. Logan por su lado se sentía mareado y nauseabundo de tan solo pensar lo que había hecho minutos antes. Aún así, se frotó el rostro con ambas manos y suspiró profundamente. Se limitó a tomar un par de grandes machetes. El otro sujeto por otro lado regresó con un tanque a su espalda y una pistola en mano. –Creo que puedo usar este martillo neumático-. Y sin decir mas partieron de nuevo a la salida, Logan siguiéndolos. –Oye, novato, olvidas esto- Dijo el pistolero, arrojándole una mochila. Logan malabareo un poco con ella antes de poderla sujetar firmemente. Al revisar su contenido mientras salían del lugar encontró agua y algo de comida enlatada. –Recuerda que aun eres humano.- comentó el pelinegro.
-Bien, a la gasolinera más cercana….- Comentó Logan, sin que le hicieran caso alguno. Mientras pasaban por los cuerpos abatidos, observó curiosamente a los perros echados en el campo de batalla. –Que no se transformaran en ellos algún día????- La voz grave le respondió –Si, y cuando llegue ese día los mataremos-
Logan se sintió algo extraño, pero no tuvo tiempo, pues un brazo o jaló por la playera y lo llevó por el lugar. Tras dar varios tumbos a oscuras, llegaron a una puerta y salieron del lugar. La ciudad estaba en penumbra, sin embargo se podía ver mejor que en el interior. La ciudad se encontraba completamente desprovista de energía eléctrica. Y siluetas oscuras se movían por todos lados, profiriendo gemidos de ultratumba. –Z…zombies…. Zombies!!!!- Balbuceo Logan. –Así es, y es hora d sacar la basura- dijo el de la voz más varonil. Por primera vez, podía observar relativamente mejor a los sujetos. Este llevaba una camiseta negra puesta, la cual hacia resaltar su musculoso cuerpo. Unos jeans holgados se cernían con un cinturón negro a su cuerpo. Estos, dejaban ver un par de botas de construcción atadas a sus pies. De su espalda, colgaba el tanque metálico con las dos mangueras modificadas que ya había visto antes. Su cabello era negro y su piel ligeramente bronceada.
El segundo sujeto vestía una chamarra de mezclilla sin playera o algo similar debajo. Llevaba también puesto unos jeans cernidos con un cinturón café y unas botas idénticas al primero. Su cabello castaño y piel pálida contrastaban con la de su compañero. Este empuñaba un par de taladros en cada mano. Sin previo aviso silbó, atrayendo la atención de los no muertos en la cercanía. Aun así, no fue lo único a lo que atrajo su atención. Una manada de cuatro perros doberman llegaron al lugar, posándose detrás del sujeto. –Vamos a bailar…- Comentó el primero.
Acto seguido, se abalanzó sobre la masa de zombies que se aproximaba. Logan pudo comprender mejor cómo funcionaba su extraña arma. El tanque era al parecer de helio, oxigeno, u algún otro gas. Las mangueras llevaban el aire hacia os aguijones y este los utilizaba para reventar las cabezas desde el interior una vez enterrados. Escalofriante. El segundo sujeto se limitaba a perforar los cráneos de sus atacantes conforme se acercaban. El por su parte retrocedía lentamente, dando vueltas en círculo evitando ser rodeado. Logan encontró curiosamente graciosa esa técnica.
Cuando se percató, Logan se encontraba salpicado de sangre, matando frenéticamente zombies. En su mano izquierda, el mejor amigo de un cocinero: su cuchillo chef. Una hoja de veinte centímetros, medio centímetro de ancho y un filo apto para cortar latas. Se dedicaba a desprender del cuerpo del atacante cualquier extremidad que osara intentar alcanzarlo. En su mano derecha, su cuchillo deshuesador. Simple, un cuchillo corto, de unos diez centímetros y de un centímetro de ancho, con una punta diseñada para separar huesos, la cual utilizaba para acribillar cráneos. Los perros hicieron su parte, cubriendo la retaguardia de sus amos, mientras se entregaban a un festín de violencia digno de Asgard.
El sol matutino los descubrió en su orgía de violencia. Decenas de cuerpos yacían en el suelo, inertes, con los cráneos masacrados. –Bien, hora de partir- Dijo sin más el pelinegro. –Sin embargo, este tanque ya casi no tiene gas, debo ir a buscar otra arma.- Su compañero asintió. –Si, estos desarmadores modificados no son muy eficientes.- Sin decir más, emprendieron su camino de regreso. Logan confundido los siguió. Con los primeros rayos del sol, pudo notar que el edificio no era ni mas ni menos que una pequeña plaza comercial, con todas su puertas cerradas. Confundido, dejo atrás la masacre, mientras los perros descansaban jadeando, sobre los mutilados cuerpos.
-Oigan!!! Eso fue terrible!!!- Dijo perturbado Logan, mientras se emparejaba con los sujetos. –No pensaran seguir con esto?!?!?!- Pero ellos actuaban como si el no existiera. –Quienes son ustedes?!?!?!- Inquirió mientras entraban de regreso al lugar. La luz apenas entraban por unos tragaluces, sin embargo el olor a muerte y sangre inundaba el lugar. En la cocina había conocido ese aroma, de muchos seres que sacrificaban su vida en orden de resguardar la propia. Jamás había olido ese tipo de muerte, pero su instinto muy en el fondo le gritaba que era humana.
Tras observar a lo lejos, pudo ver algunas bancas que otrora sirvieran para el transeúnte fatigado. Ahora eran el lecho de muerte de desconocidos silenciosos. Mientras caminaban hacia la sección de jardinería tuvo el descaro de preguntar –Que le sucedió a esas personas???- Ambos sujetos detuvieron su marcha y alzaron la mirada, fastidiados. Logan a sus espaldas no pudo ver la expresión en sus rostros, sin embargo la intuía. El pelinegro ladeó ligeramente la cabeza. Su acompañante colocó rápidamente su mano sobre su hombro. Acto seguido se dio la vuelta y con una voz extrañamente calmada le dijo –Los asesinamos. Los asesinamos a todos. Al llegar aquí, estaban saqueando el lugar, lo cual era estúpido. Así que los asesinamos. Poco después la electricidad desapareció.- Logan sentía que debería correr de ahí, pero sus piernas temían a moverse después de lo escuchado. El pelinegro se dio la vuelta, encarando a Logan. Lo sujetó del cabello fuertemente, obligándolo a mirar directamente a sus ojos negros como la noche. –Este lugar ahora es nuestro, y mientras dormías lo hemos tenido que proteger de mas saqueadores. Te trajimos aquí porque parecías tener la urgencia de vivir. Si no estás interesado entonces acabemos con esto de una vez y puedes pasar a formar parte de sus filas.- Dijo con su gruesa voz.
Hubo un momento de silencio. El tipo que lo sujetaba por el cabello profirió una sutil risa por un segundo y después o arrojó al suelo. –Hay que darle el tour y prepararlo, debemos conseguir más cosas.- Su compañero se limito a empezar a caminar. Logan se incorporó algo aturdido, confundido y en parte aterrado. El tipo comenzó a caminar aparentemente sin rumbo por la tienda. –Seré breve, esta es ahora nuestra casa, y la protegeremos hasta, y de, la muerte. Tu no eres parte del equipo, eres un invitado no deseado. Aquí hay todo lo que necesitamos para sobrevivir. Nuestra prioridad ahora es adquirir combustible para los generadores eléctricos y poder echar andar los refrigeradores y congeladores. Considerando que no sabemos si tendremos éxito, debemos agotar esas provisiones primero. Siempre hay que revisar el lugar de saqueadores a nuestro regreso y cada cuatro horas hay que salir a limpiar la entrada de zombies. Puedes tomar lo que necesites del lugar.- Cuando hubo terminad su breve discurso se encontraban en el área de jardinería. En el lugar había un par de sleeping bags y un asador conectado a un tanque de gas portátil, denotando que ahí cocinaban sus alimentos y dormían. El morocho se había vestido con una playera de manga larga y cuello de tortuga. Sus manos ahora se encontraban cubiertas con guantes gruesos para jardinería. Un cinturón de herramientas se cernía a su cintura, este se encontraba lleno de hachas de mano. Un par mas se encontraban empuñadas. –Elijan sus armas y vámonos de aquí, el tiempo apremia.- Su compañero no pareció hacer caso al comentario y empezó a caminar tranquilamente por los pasillos. Logan por su lado se sentía mareado y nauseabundo de tan solo pensar lo que había hecho minutos antes. Aún así, se frotó el rostro con ambas manos y suspiró profundamente. Se limitó a tomar un par de grandes machetes. El otro sujeto por otro lado regresó con un tanque a su espalda y una pistola en mano. –Creo que puedo usar este martillo neumático-. Y sin decir mas partieron de nuevo a la salida, Logan siguiéndolos. –Oye, novato, olvidas esto- Dijo el pistolero, arrojándole una mochila. Logan malabareo un poco con ella antes de poderla sujetar firmemente. Al revisar su contenido mientras salían del lugar encontró agua y algo de comida enlatada. –Recuerda que aun eres humano.- comentó el pelinegro.
-Bien, a la gasolinera más cercana….- Comentó Logan, sin que le hicieran caso alguno. Mientras pasaban por los cuerpos abatidos, observó curiosamente a los perros echados en el campo de batalla. –Que no se transformaran en ellos algún día????- La voz grave le respondió –Si, y cuando llegue ese día los mataremos-
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Re: [CS] St. Christine: Zombie attack [abre 9na ronda - Manto up]
Al fin hice justicia y leí las entregas que me faltaban
Todo va según lo recuerdo, creo que queda una ronda más y ya vienen los estreno de todos no? O puede que ya hubiera cuartos capítulos de algunos de ustedes porque yo era el último antes. Buen, en unos días cuando chequée mi siguiente entrega y la corrija, edito y la subo.
Todo va según lo recuerdo, creo que queda una ronda más y ya vienen los estreno de todos no? O puede que ya hubiera cuartos capítulos de algunos de ustedes porque yo era el último antes. Buen, en unos días cuando chequée mi siguiente entrega y la corrija, edito y la subo.
Re: [CS] St. Christine: Zombie attack [abre 9na ronda - Manto up]
Haciendo doble post porque pasó mucho tiempo y sin haber releído ni corregido nada pongo la entrega que debí haber colocado hace tiempo. Sin excusas, me olvidé horriblemente de subirla D:
- Spoiler:
- El inmenso número de cuerpos ambulantes se acercaba cada vez más al punto en donde la tienda se encontraba. El frente entero de ésta era de vidrio, o más bien, había sido de vidrio, pues ahora todos ellos estaban quebrados y esparcidos por el piso en cientos de trozos que brillaban decorando las baldosas del local.
Mark se detuvo en seco al entrar al lugar, le pareció oír a alguien moverse dentro pero el temor de que pudiera ser un zombie lo cayó impidiéndole llamar a su amigo. Así dio unos pasos con cautela, arrastrando los vidrios con los pies para no clavárselos de ninguna manera inconveniente. Escondido detrás de una góndola que estaba repleta de elementos de limpieza, intentó observar a lo que parecía una figura humana. Se hallaba apostado contra la puerta de una nevera en tiempos mejores hubiera resguardado con su frío un montón de helados para los niños más felices, pero que ahora ya solo contenía unos cuantos potes llenos de un barro cremoso y colorido. El sujeto allí presente no era nada más ni nada menos que un cuerpo inerte, pero había algo extraño en él. Su apariencia no era la de una de aquellas criaturas, tampoco faltaba ninguna de sus extremidades en signo de haber sido devorado, sin embargo presentaba una gran cantidad de agujeros en su cuerpo: había sido acribillado a balas.
—Pero… —Mark comenzaba a hacerse todo tipo de preguntas cuando se percató de que el contingente de caminantes estaba casi a sus espaldas. Un cuerpo con la mitad del rostro arrancado y convertido en jirones de carne se aproximaba curioso a asomarse por la misma ventana por la que los dos muchachos habían ingresado anteriormente. Sobresaltado por este hecho, y cargándose con el terror de ser visto, ya que aquel pasillo formado por las góndolas en el que se escondía era perfectamente visible desde el exterior; Mark saltó en un rol hacia el otro lado de la tiendo, procurando ser sigiloso, más sin tener demasiado éxito en su labor al clavarse un pedacillo de vidrio que había conseguido volar hasta tan adentro del local.
Apagó su grito de dolor, más por miedo que por valor, y se quedó allí estático, rezando una y otra vez que la aberración siguiera su camino.
La primera pisada se oyó dentro de la tienda, lenta y torpemente la siguieron otras más. El cuerpo avanzaba y exploraba dentro del mercado, ignorante aún de la presencia del muchacho, quien enseguida recordó que su amigo debía estar allí dentro también. Jasón lo salvaría, su amigo siempre había estado ahí para ayudarlo, y fue entonces que lo vio, parado tras una puerta, completamente concentrado mirando al frente. Claro que su frente no era el frente al que Mark miraba, sino hacia algún lado perdido de aquella sala tras un mostrador, uno de aquellos cuartos reservados solo para los empleados.
—¿Qué haces ahí parado Jasón? Mírame, ven aquí, mírame! —Chilló Mark en un susurro, intentando llamar a su amigo pero sin captar la atención del visitante que se aproximaba cada vez más a él.
El pelinegro no reaccionó, continuaba igual de compenetrado mirando al frente, duro como una estatua. ¿Qué demonios podía ser tan interesante como para ignorar así todo el peligro que el mundo actual representaba?
Mark comenzó a gatear tan despacio que casi le parecía no hacerlo, estirando su cuello para acercarse a su amigo, a su salvación. Fue entonces que consiguió ver aquello que Jasón contemplaba tan concentrado, o mejor dicho, la razón por la que Jasón miraba algo tan concentrado. Un par de manos sostenían un revolver que apuntaba directamente a la cabeza de su mejor amigo, el marco de la puerta le impedía descubrir el resto.
Exigido por los gemidos que se acercaban por su espalda, no lo pensó y se apuró a aquel cuarto, se abalanzó dentro en una carrera y cerró la puerta tras de sí, sin importarle ya más el arma vista antes. Se quedó con la espalda pegada a la puerta mientras sentía los golpes que su corazón le daba como queja a tan atrevido impulso.
—¡¿Otro más?! —Apuntó una aguda voz que atrajo la atención del castaño. Una joven de una edad aproximada a la suya apuntaba ahora a él —Este es mi lugar, no les dejaré tomar nada, ¿Me oyeron? —Unos mechones de su negro y violeta cabello caían sobre su rostro, bastante pálido, sus labios de negro y las sombras en sus ojos le daban un aspecto temible. Vestida con una chaqueta de cuero y unos pantalones y botas del mismo material, completaba el juego que la convertía en estereotipo de chica rebelde.
Mark titubeó unos segundos al verla, entonces no pudo hacer más que decir aquello por lo que se había arriesgado a entrar allí —Están aquí, es una manada de esos muertos…
—¡¿Qué?! —Estalló la muchacha —¿Has traído a esas cosas a mi lugar? Te volaré la tapa de los sesos aquí y ahora maldito bastardo…
—Cállate un momento —la silenció Jasón— si sigues elevando tu voz atraerás a esas cosas, lo mismo si nos disparas.
La chica lo miró con odio.
—¿Qué deberíamos hacer? —Preguntó Lisa frustrada al ver cómo esa masa de cuerpos ambulantes cubría la entrada del local.
—Continuemos subiendo, en la azotea estaremos más seguros —propuso Agatha tomando a la chica por el hombro —no hay nada que podamos hacer nosotras desde aquí, ellos saldrán bien por su cuenta —acabó intentando convencerla sin demasiado éxito, pero con el suficiente como para que la muchacha asintiera.
Así comenzaron a subir piso por piso, procurando no hacer ningún ruido fuerte que atrajera a aquellas cosas, sin embargo su esfuerzo no duró mucho. El pequeño, que iba delante de las dos mujeres trastabilló golpeándose contra uno de los caños que servían de baranda, el cual se partió y dejó caer uno de sus extremos al piso, resonando en un único sonido que quebró con la monotonía del lugar. Varios de aquellos seres se voltearon a examinar el sitio del que había provenido tan estrepitoso estruendo metálico, uno tras otro se aproximaron y reunieron debajo de las escaleras gritando como desquiciados e intentando inútilmente subir.
—¡Nos vieron! —Exclamó la castaña llena de pánico mientras Agatha auxiliaba al niño —Solo dos pisos más, ¡Vamos! —alentó la mujer a los dos jóvenes —Tenemos suerte de que ellos no puedan… —Calló sus palabras y soltó un gemido de terror, un zombie estaba comenzando a trepar por las escaleras hacia el primer balcón.
¿Qué hacemos? —Mark miraba por una pequeña abertura en la puerta a los caminantes que inspeccionaban el lugar.
—¿No tienes más armas? Inquirió Jasón a la chica allí presente que seguía mirándolo con rencor —No —respondió ésta tajante, entonces pasó a observar al muchacho que espiaba por la puerta.
—Un momento… Tú! —Señaló a Mark con enfado —Estás herido, ¡Eso es sangre! ¡Está sangrando! —Acusó luego mirando a la herida que el chico se había hecho antes con un vidrio.
—Baja la voz estúpida! —Volvió a reprocharla el mayor —Debemos tratarte Mark, no puedes dejar esa herida así sin más, podrías empeorar…
—¡Es que no entiendes maldito inútil! —Volvió al ataque la chica de negro —La sangre atrae a esos monstruos, captarán su olor y vendrán a por él! Mierda, ustedes destruyeron mi lugar! Tengo que dejarlo todo porque trajeron a esas cosas aquí!!!
La mano de Mark tapó con fuerza la boca de aquella chica —Cállate de una vez —le dijo completamente tenso —no sé si sea por mi sangre o porque te la has pasado gritando, pero varios de ellos están acercándose aquí, no tardarán en descubrirnos y forzar la puerta.
—¿Dónde hay otra salida? —Inquirió Jasón empuñando su bate una vez más.
Los tres llegaron finalmente a la terraza del edificio. Corrieron desesperados lo más lejos de las escaleras que pudieron, hasta la puerta de ingreso al edificio para poder esconderse del cuerpo que los perseguía, más la puerta no se inmutó —¡Está cerrada! —Chilló Lisa entrando en pánico. Una mano con los huesos expuestos apareció por la escalera, seguida por una ensangrentada cabeza; ese zombie estaba finalmente allí.
—Alguien! Ayúdenos! —Agatha buscó con la mirada en los demás edificios, por las calles cercanas, algún indicio de gente que pudiera socorrerlos, pero no encontró a nadie. Entre un espacio donde no había más edificaciones, a lo lejos, consiguió vislumbrar una mancha de humo casi extinto —Pareciera que algo se estrelló allí… —Entonces temió lo peor. No había ninguna ayuda en la ciudad, por lo menos ningún rescate había sido planeado por los militares hasta el momento, y de haberlo hecho, aquella ayuda allí se hallaba completamente aniquilada.
Última edición por MaNtoSastO el Vie Mar 28, 2014 11:33 am, editado 1 vez
Re: [CS] St. Christine: Zombie attack [abre 9na ronda - Manto up]
Nos has obligado a un horrible ayuno de zombies manto. Ya hasta comenzaba a preguntarme si ellos no te habrían devorado.
Me sorprende haber recordado casi toda la historia. Salvo el aspecto de la chica. Ahora tampoco esta tan mal, si bien al principio hay un par de oraciones que no cuadran muy bien (Creo yo que habrás querido decir que arrastraba las pies para no clavarse los vidrios).
Ahora es mi turno. Tratare de tenerlo para la próxima semana.
Hasta luego.
Me sorprende haber recordado casi toda la historia. Salvo el aspecto de la chica. Ahora tampoco esta tan mal, si bien al principio hay un par de oraciones que no cuadran muy bien (Creo yo que habrás querido decir que arrastraba las pies para no clavarse los vidrios).
Ahora es mi turno. Tratare de tenerlo para la próxima semana.
Hasta luego.
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