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[CS] St. Christine: Zombie attack [abre 9na ronda - Manto up]
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EnRoKe
MaNtoSastO
Izanagi
Saganiel
yuske
9 participantes
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Re: [CS] St. Christine: Zombie attack [abre 9na ronda - Manto up]
No te apures demasiado que después de esta ronda ya no tengo reservas! xD
Ahora es verdad, no está muy bien esa oración y debería haberla cambiado, pero ya está Sí era lo que entendiste así que queda jaja
Ahora es verdad, no está muy bien esa oración y debería haberla cambiado, pero ya está Sí era lo que entendiste así que queda jaja
Re: [CS] St. Christine: Zombie attack [abre 9na ronda - Manto up]
Ya al día con esto puedo decir con total sinceridad que no recordaba nada de este capítulo Manto, sin embargo me ha gustado mucho mucho, al parecer el grupo de Mark y cia están en un bardo bastante considerable, más si además hay problemas internos en el grupo. Creo que el grupo de Yuske es el único que tiene las armas y la fuerza como para salvarlos, saldría algo copado si se juntaran (jaja sólo son delirios mios).
Otra cosa, si pudieran poner alguna pista de en q momento del día ocurren las cosas ayudaría mucho para poder poner referencias de los hilos de los otros en nuesros propios hilos. Sólo es una idea que se me ocurrió mientras lo leía.
Nada más por ahorita....
Saludos: Izanagi
Otra cosa, si pudieran poner alguna pista de en q momento del día ocurren las cosas ayudaría mucho para poder poner referencias de los hilos de los otros en nuesros propios hilos. Sólo es una idea que se me ocurrió mientras lo leía.
Nada más por ahorita....
Saludos: Izanagi
Izanagi- Escudero de palabras
- Mensajes : 209
Fecha de inscripción : 18/03/2012
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Re: [CS] St. Christine: Zombie attack [abre 9na ronda - Manto up]
Creo que el grupo de Yuske es el único que tiene las armas y la fuerza como para salvarlos, saldría algo copado si se juntaran
Este..... mejor no digo nada. Y Vayamos a la historia.
Sobre lo que comentas de los días, iza, tienes razón sería conveniente comenzar a agregarlo. Aunque pienso yo que deberiamos usar un calendario nuevo, con esto quiero decir que la fecha sea algo asi: dia 1 del mes 1 del año cero DZ (despues de los zombies), para no meternos en muchos problemas al fechar.
- Cid Pêmie:
Día 1 del mes 1 del año 0 D.Z.
10:00 am.
Los primeros rayos del sol se abrieron paso a través de las grises nubes que cubrían el cielo. Tras la inquietante noche anterior en la que presenciaron cosas que jamás hubieran creído ver, mucho menos que pudieran pasar, la unidad de Cesc se desplazaba por una avenida prácticamente abandonada a bordo de una camioneta. Lucían cansados y bastante cabizbajos, desde que habían llegado solo habían podido ver la muerte sin poder hacer nada. Esto era justo como la guerra, quizás peor.
Dentro de la cabina Cesc cambiaba las estaciones de la radio sin encontrar nada más que estática en este. Rubén, quien conducía, no apartaba su vista del frente, pues había vehículos abandonados a lo largo del camino a los que había que esquivar, así como para asegurarse de pasarles por encima a aquellas criaturas que aparecían repentinamente, mientras que por su parte Isis viajaba junto a la ventana, viendo a través de ella y disfrutando como el aire le golpeaba en la cara. En la caja de la camioneta se encontraban Thiago y Osiris, quienes trataban de localizar al lugar donde había caído el helicóptero. No debía de estar muy lejos.
Tras varios minutos conduciendo Rubén visualizo a un hombre caminando dando tumbos de lado a lado por la avenida, sus ropas estaban raídas y manchadas de sangre, no lo pensó dos veces y acelero dispuesto a pasarle por encima.
El ruido del motor llamo su atención, y aquel hombre volteo encontrándose con la camioneta que iba directo hacia él, alzo los brazos y los movió de lado a lado pero se percato de que no serviría de nada, por lo que se apresuro a saltar hacia un lado eludiendo por poco la camioneta. Rubén, sorprendido ante los reflejos que había mostrado, freno en seco al tiempo que Thiago y Osiris le gritaban que se detuviera desde la caja. La camioneta detuvo su marcha y el sniper junto con el ingeniero bajaron de la caja y corrieron los poco más de cinco metros de distancia que había de donde se detuvo el vehículo hasta el hombre.
-¿Te encuentras bien?- Inquirió Osiris.
-Sí, pero estaría mejor si no me apuntara con eso-Respondió el hombre desde el suelo al notar como Thiago le apuntaba como medida de precaución.
El resto del escuadrón llego segundo después y contemplaron al hombre.
-Lo siento amigo, creí que eras una de esas cosas – Se disculpo Rubén.
-¡Nah! Descuida, estoy consciente de mí aspecto yo hubiera hecho lo mismo- Dijo mientras permanecía de pie.
Francis lo miro detenidamente, su pierna izquierda estaba herida, pero no parecía haber sido mordida, más bien como si se hubiera rasgado con algo. Su camisa a cuadros tenia tirones y algunas rupturas irregulares, lo que indicaba que se había atorado, la sangre en su ropa no parecía ser de él era como si hubiera sido salpicado o caído sobre ella, quizás ambas. Además de la herida en su pierna tenia algunos raspones en las manos y la cara.
-Parece que tú has tenido una noche aun más agitada que nosotros- Dijo el líder.
-Podría apostarlo-Respondió- No tengo nada ni remotamente parecido a un arma, lo único que podía hacer era correr, me sorprende estar aun con vida.
-Los cortes de tu pierna… son rectos, ¿Cómo te los has hecho?- Hablo Rubén quien examinaba sus heridas.
-Fue un puma.- Dijo.
-¿Un puma?- Repitieron Thiago e Iris extrañados.
-No sé si algún imbécil de por aquí haya tenido un puma como mascota, o si sea uno que haya escapado del zoológico, pero a fin de cuentas fue un puma, lo que quiere decir…
-Que sea lo que sea lo que convierte a las personas en zombies también afecta a los animales-Termino Osiris.
-Exacto. Espero que el puma haya sido la mascota de alguien, no me gustaría pensar que es uno del zoológico, ya que significaría que los animales de ahí están también infectados o lo que sea que estén-Continuo el hombre-No me gustaría encontrarme con un elefante zombie- Agrego.
-¿Y lo mataste? – Inquirió Isis – al puma.
El hombre negó con la cabeza antes de volver a hablar.
-No, como ya dije no tengo nada que pueda usar como arma, lo único que pude hacer fue escapar brincando algunas rejas y paredes.
-¿A dónde te dirigías? – Le pregunto Francis.
-Vi que un helicóptero cayó, iba hacia allá esperando encontrarme con algunos miliares…veo que hice bien puesto que aun no he llegado y ya me he topado con ustedes, ¿También iban hacia allá cierto?
Francesc afirmo con la cabeza.El hombre sonrío complacido y hablo una vez más.
-Entonces, luego de revisar el lugar del accidente, ¿Podrían sacarme de aquí?
-No- Respondió Francesc desconcertando al hombre – Tenemos otro tipo de misión, no somos un escuadrón de rescate, vamos hacia el helicóptero porque cayo cuando se suponía que debía recogernos para trasladarnos a otro sector, queremos saber que paso con nuestros compañeros, luego de eso reanudaremos nuestra misión.
-Entiendo- Dijo el hombre con una expresión resignada.
-Sin embargo- Agrego Cesc- Puedes acompañarnos por lo menos hasta que nos encontremos con una unidad de rescate o similar.
-Eso es mejor que vagar por ahí solo con todas esas cosas- Dijo aceptando las propuesta - ¿Puedo tener un arma?
– Agrego preguntando casi como un niño pidiendo una mascota.
-No.
Volvieron a la camioneta y reanudaron su marcha. Mientras que el hombre viajaba en la caja junto con Thiago y Osiris en la Cabina Cesc e Isis debatían sobre el hombre.
-¿Por qué le has dejado venir?-Inquirió Isis a su líder.
-No se puede escapar de un puma solo corriendo- Respondió Cesc- No a menos que conozcas bien el entorno. Si lo que nos dijo es verdad y realmente escapo de un puma significa que él conoce esta zona como la palma de su mano y nos ayudara a orientarnos.
-Pero… ¿No te parece algo sospechoso?, Quiero decir no parece alguien confiable. Eso de haber sobrevivido sin ningún tipo de arma me parece mentira, sería algo imposible- Dijo eso ultimo recordando lo vivido la noche anterior- Además, la forma en la que te pidió un arma… ¿Acaso soy la única a quien le da mala espina?
-Creo que estas algo paranoica Iz- Comento Rubén.
-Yo creo que el remordimiento por casi atropellarlo te nubla el juicio.- Se apresuro a responder la chica - Quizás hubiera sido mejor que lo hayas hecho.
-Eso que dices no es nada bueno- Dijo el médico.
-Es lo que siento- Sentencio la chica.
Por su parte en la caja Thiago y Osiris Charlaban amenamente con el hombre sin descuidar su búsqueda del helicóptero.
-Y a todo esto – Dijo Osiris luego de recuperar el aliento a causa de la risa provocada por un buen chiste- ¿Cómo te llamas?
-Mi nombre les parecerá algo extraño ya que mis padres no son de este país – Comento el individuo. – Cid Pêmie es mi nombre pero pueden decirme solo Cid.
-Como tu digas “solo Cid”- Bromeo Thiago.
Después de unos minutos Rubén condujo la camioneta hacia una estación de servicio al percatarse que el tanque estaba casi vacío.
Al llegar a la estación todos bajaron de la camioneta, dispuestos a estirarse un poco. Fue entonces cuando Thiago vio la figura de un hombre por la calle que entraba a una colonia.
-¡Alto ahí!- Grito Thiago sorprendiéndole- Identifícate- Ordeno.
Por un momento le pareció que aquel individuo respondería pero luego vio como si hubiera sido jalado hacia un callejón.
-¡Hey responde!- Volvió a gritar Thiago y trato de ir hacia el pero Isis se lo impidió y le tapo la boca.
-No hagas tanto ruido idiota, si hay de esas cosas cerca les atraerás- Le reprocho por sus gritos.
-Pero ahí hay una persona- Dijo.
-Lo más probable es que solo se trate de una de esas criaturas. Tenemos suerte si solo es una.
-Pero entonces por qué… me pareció ver que…
-Olvídale. El Tanque esta casi lleno, volvamos a la camioneta.
Thiago lanzo una mirada hacia donde creyó ver aquel sujeto, encontrándose con la calle vacía salvo por algunos autos abandonados. Resignado, obedeció a Isis y regreso con ella a la camioneta.
Poco después volvieron a la avenida, sin embargo no tardaron mucho en volver a abandonarla para internarse en una zona residencial. Recorrieron las calles en busca de una que les permitiera llegar hasta donde el helicóptero había caído, no obstante no obtuvieron mucho éxito.
-¿Qué también conoces esta zona? – Pregunto Cesc a Pêmie.
-Lo suficiente como para entrar y salir de esta colonia- Dijo- Mi novia vivía dos barrios más atrás, cerca de donde me encontraron. Solíamos venir a cenar a un restaurante que esta por acá- Agrego a modo de justificación.
-¿Sabes cómo llegar hasta allá?- Inquirió Cesc señalando el aparente lugar del impacto.
-Si. Hay que ir derecho tres calles más, doblar a la izquierda, avanzar dos calles, y girar de nuevo a la izquierda, seguir por tres calles más y a la derecha. Deberíamos salir a la plaza del barrio. – Indico.
Cesc pareció repasar mentalmente la ruta planteada y después afirmo con un movimiento de cabeza antes de volver a entrar a la cabina y decirle a Rubén el camino a seguir.
-Oye Cid – Dijo Thiago - ¿Qué fue de tu novia? – pregunto mientras la camioneta se ponía en marcha de nuevo.
-Preferiría no hablar de eso- Respondió el hombre con un semblante serio y de profunda tristeza que le indico a
Thiago que había metido la pata.
Durante el camino se encontraron con algunos zombies, los cuales fueron atropellados impresionantemente por Rubén, lo que le hizo pensar a Cid que él pudo haber salido volando de esa manera. Por su parte Thiago y Osiris e incluso Isis desde la ventana de la cabina realizaban ocasionalmente algún disparo despejando un poco el camino.
Al llegar una mezcla de sorpresa y horror se apodero de ellos, aunque sus rostros no lo reflejaban, exceptuando claro el de Cid. La impresión que daba el impacto era enorme, y no era para menos, el helicóptero había derribado árboles, postes de iluminación, de corriente y se había estrellado contra el kiosco de la plaza, las hélices estaban destrozadas y había partes de ellas regadas por el suelo, la cola del helicóptero estaba casi desprendida, en cualquier momento podría separarse por completo del resto de la aeronave. Incluso había señales de un incendio que se extinguió no hace mucho, así como del impacto con algún edificio antes de golpear el kiosco.
Bajaron de la camioneta y se acercaron al vehículo encontrando cada vez mas fragmentos de vidrio y fierros retorcidos desprendidos con forme se acercaban.
-A simple vista… no parece que los motores, las hélices o el rotor de la cola hayan sufrido daños- Dijo el ingeniero- Antes del choque quiero decir- Se apresuro a añadir.
-¿Entonces por que cayó?- Inquirió Rubén.
-Abría que revisar la consola, aunque un error humano no puede ser descartado aun- Comento Osiris.
Cesc, junto con Osiris, Isis y Rubén entraron en lo que quedaba de la aeronave mientras que Thiago se quedo fuera
vigilante junto con Cid.
El interior estaba hecho un desastre, había sangre y apestaba a humo y a carne quemada. Osiris hecho un vistazo a la consola, estaba destrozada y quemada, no podría decir si el corto circuito fue antes o después del choque. Examinaron al piloto, pese a estar quemado podía verse como alguien le había mordido en el cuello.
-¡Hay unos pies bajo el helicóptero!- Grito Cid desde afuera.
La declaración del civil les hacia preguntarse a los militares si había pasajeros en la aeronave cuando cayó o si solo se trataba de alguien con mala suerte… pero de ser la primera opción ¿Acaso se trataría de civiles? ¿Quizás se trataban de esas cosas? Dentro de la cabina Rubén paso su atención al copiloto, lucia menos quemado, pero igual de herido que el piloto, como si lo hubieran mordido. El médico trato de tomar la placa del copiloto pero esto soltó un gruñido y trato de abalanzarse contra Rubén, sin embargo le fue impedido por las correas de seguridad que le ataban a su asiento. El médico retrocedió un paso al momento que Isis le disparaba al copiloto neutralizándolo. El ruido de lo acontecido hizo que Thiago y cid entraran en la aeronave para revisar que había pasado.
-Se convirtió en uno de ellos – Dijo Rubén asombrado.
-Justo como la chica- Señalo Osiris al recordar la a la chica que fue mordida frente a los ojos de la unidad.
Tras unos momentos de silencio concluyeron que lo que había pasado fue que el piloto y el copiloto recogieron a unos civiles infectados, quienes les atacaron mientras volaban y perdiendo así el control de la aeronave que termino por despoblarse. Luego de eso los militares comenzaron a tomar las municiones que había aun, así como algunos kits de primeros auxilios, sin prestar atención alguna a cid, quien había tomado un objeto sin que nadie lo viese guardándolo para sí mismo.
Bien ahí esta mi parte, no ha cambiado mucho solo unas lineas al principió.
Hasta la próxima.
PD: Si la memoria no me falla, el siguiente es Izanagi.
Re: [CS] St. Christine: Zombie attack [abre 9na ronda - Manto up]
yuske escribió:Creo que el grupo de Yuske es el único que tiene las armas y la fuerza como para salvarlos, saldría algo copado si se juntaran
Este..... mejor no digo nada. Y Vayamos a la historia.
Ahora me dejaste con intriga...
Sobre el capítulo me gustó, incluiste un nuevo personaje, Cid, el cual me parece que o no está muy bien de la cabeza
- Spoiler:
- Ya sea que se haya vuelto loco por la posible muerte de su novia
Sobre los días me agrada tu idea de hacer como un nuevo calendario pero creo que este debería ser el Día 3 del mes 1 del año 0 D.Z. y si vamos a agregar también meses tendríamos que evaluar cuantos días tiene cada mes, aunque para eso podemos esperar. Yo ya tengo mi capítulo pero creo que voy a esperar que Manto o Templar comenten antes de publicarlo así de esa manera nadie se tiene que comer dos capítulos juntos.
En fin...
Saludos: Izanagi
Izanagi- Escudero de palabras
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Re: [CS] St. Christine: Zombie attack [abre 9na ronda - Manto up]
Recordaba bastante de este capítulo, pero lo que no me había ni dado cuenta la primera vez (y ahora no estoy seguro porque lo que recuerdo sería en la próxima entrega de Templar)
Está muy bueno como empiezan a aparecer detalles de otros hilos, tenemos que hacer más de eso xD
Por otro lado, ¿este era el día 1 o 2? Siendo la tercera ronda. La primera sería el día 0 calculo. Y darle año 0 D.Z me hizo mucha gracia, va a ser una historia larguísima xD
- Spoiler:
- ¿La figura en la gasolinería era Logan?
Está muy bueno como empiezan a aparecer detalles de otros hilos, tenemos que hacer más de eso xD
Por otro lado, ¿este era el día 1 o 2? Siendo la tercera ronda. La primera sería el día 0 calculo. Y darle año 0 D.Z me hizo mucha gracia, va a ser una historia larguísima xD
Re: [CS] St. Christine: Zombie attack [abre 9na ronda - Manto up]
Bueno entonces quedamos que la primer entrega fue el día 0, la segunda el día 1 y la tercera el día 2?, Sí es así les traigo mi tercera entrega (compuesta por el final del día 1 y el día 2: Sujeto a modificaciones XD)
Todavía no logré encontrar una forma de, aunque sea, hacer un cameo de sus hilos con el mio, pero ya tengo algo pensado para la entrega que viene, así que tengame un poco más de paciencia.
Sin más preámbulos les traigo la tercer entrega de mi hilo:
Ya saben, espero que lo disfruten.
Saludos: Izanagi
Todavía no logré encontrar una forma de, aunque sea, hacer un cameo de sus hilos con el mio, pero ya tengo algo pensado para la entrega que viene, así que tengame un poco más de paciencia.
Sin más preámbulos les traigo la tercer entrega de mi hilo:
- Spoiler:
- Día 1, 23:03
- ¿Pero es que no saben disparar una de estas cosas?- preguntó con agresividad Reynald al mismo tiempo que tocaba el gatillo de la escopeta y segundos después el cuerpo de un zombi volaba destruido- ¡¡Mira que tener una escopeta y errar los tiros!!-.
- Sólo soy un vendedor de seguros, ¿Cómo quieres que sepa disparar ese tipo de arma?- la respuesta fue acompañado por los jadeos producidos un poco por el miedo y otro poco por la fatiga del momento.
- ¿Tú seguro cubre muerte por zombis?- con una sonrisa burlona en su rostro, el retirado militar mataba a las infernales criaturas con total naturalidad mientras se burlaba del empresario quien estaba a punto de tener un ataque al corazón producto de los nervios- Oye chico, dispárale a la cabeza estas desperdiciando muchas balas-.
Apuntando desde las ventanas que se comunicaban con los pasillos del resto de la iglesia los tres hombres disparaban intentando diezmar el batallón de zombis que habían invadido.
Las ventanas estaban elevadas, más cercanas al techo que al piso. Sin embargo bajo ellas había una especia de piso dispuesto probamente para la reparación de estas o para la fácil limpieza, gracias a eso habían podido usar las ventanas de manera que, con la puerta cerrada, pudieran despejar el camino sin tener que verse cara a cara con los zombis.
- Ya no quedan más a la vista, sin embargo esta oleada fue más agresiva que la anterior- dijo Elton, quien se encontraba en la ventana del lado opuesta al de los otros dos hombres- Oye Carena, ¿podrías acercarme las escaleras?, sin querer la dejé caer entre el tiroteo- le pidió a la chica, esta asintió y empezó a hacer lo pedido al mismo tiempo que la señora Lemacks hacía lo mismo en el lugar donde Reynald y Samuel disparaban- Tenemos que ver que haremos- agregó Elton una vez en el piso- Reynald, ¿puedes encargarte de vigilar?- preguntó.
- Déjamelo a mí, chico- aceptó mientras volvía su vista hacia el pasillo que conectaba el comedor con el resto de la iglesia, sino fuera por las ventanas que sobrepasaban la puerta, y les daban lugar para disparar y estar seguros, los zombis ya hubieran entrado a esa zona hace mucho.
- No podemos quedarnos mucho tiempo más aquí- comenzó la improvisada reunión Elton- La iglesia era un gran lugar para quedarnos, había comida y pensábamos que era impenetrable, sin embargo la situación actual nos obliga a tener que irnos y buscar otro lugar donde quedarnos.
- Es algo muy arriesgado, si salimos nada nos asegura que encontraremos un lugar mejor que este- le refutó Samuel Lemacks con el gesto característico que su rostro portaba- Yo opino que tenemos que quedarnos aquí, tenemos comida y podemos defendernos fácilmente disparando desde allí, además solo es cuestión de tiempo para que los militares vengan a rescatarnos.
- No tenemos balas ilimitadas Lemacks- le dijo Reynald desde la altura- a decir verdad que si no fuera por tu pésima puntería podríamos quedarnos unos días más aquí, sin embargo si las oleadas de zombis siguen como hasta ahora, no sobreviviremos a la siguiente- le espetó.
- ¿Estás diciendo que esta situación es por mi culpa?- le preguntó enojado al mismo tiempo que se paraba, rápidamente la señora Lemacks se levantó para intentar calmarlo- Antes que vengan ustedes estaba todo bien, después de que llegaron entraron los zombis- le recordó.
- No digas eso, si no hubiera sido por Reynald no hubiéramos sobrevivido en primer lugar- Elton hablaba pausadamente, con tranquilidad, a diferencia del resto no parecía afectarle la presión que tenían encima- Samuel, tenemos que irnos o moriremos- le volvió a decir.
- Si salimos de aquí moriremos de igual forma, yo opino que nos quedemos aquí y esperemos, pronto llegará la ayuda- repitió Samuel sin cambiar su opinión en lo más mínimo.
- No tenemos certezas que vendrán a ayudarnos, pero si que si los zombis vuelven a atacar moriremos, se que parece una locura salir de aquí a donde están todos ellos, sin embargo no hay otra opción- volvió a afirmar Elton, parecía que ninguno de los dos iba a ceder en su posición, situación que no terminaría llevándolos a ninguna parte.
- Si quieren salir a morirse no tengo problemas, pero ni yo ni mi esposa saldremos de aquí- replicó enojado, Elton suspiró con cansancio mientras que Reynald farfulló unos insultos contra él.
- Señor Lemacks- la tímida voz de Carena se alzó por primera vez desde iniciada la reunión- Si me permite decírselo creo que la peor decisión que podemos hacer es la de separarnos- opinó- si usted y su esposa se quedan solos aquí no podrán impedir- la chica se detuvo para intentar ordenar sus ideas- no podrán impedir que esas cosas entren aquí- le dijo con tranquilidad- No es que diga que tiene mala puntería para disparar, solo digo que usted solo no podrá hacerlo y no creo que quiera que la señora Lemacks también se ponga a disparar.
Elton sonrió ante lo dicho por la chica, había puesto en un aprieto a Samuel.
- Bueno, para hacer esto un poco más democrático será mejor que votemos- dijo Elton, como si le estuviera haciendo un favor a su contrincante- ¿quién está a favor de quedarnos aquí a esperar ayuda?- preguntó, la manos de la pareja Lemacks se levantaron, aunque se podía ver en el rostro de Selena, la mujer de Samuel, que en realidad no pensaba eso- ¿Quién está a favor de abastecernos y buscar otro refugio?- su mano, la de Reynald y la de Carena se levantaron- perfecto, salimos en dos horas.
Día 2, 01:08
Tras la puerta del comedor el pequeño grupo alistaba sus pertenencias por última vez antes de la partida, intentando tener cubiertas todas las necesidades que pudieran tener en un futuro.
- No debemos llevar tanta comida, esto no durara mucho… tal vez en unas pocas horas el ejercito ya los haya matado a todos- opinó Samuel mientras sacaba de su mochila un envase de comida enlatada- Es mejor viajar más ligeros.
- ¿Sabes?, no tendrías que tenerle tanta fe al ejército- le contestó Reynald- De esta habitación yo soy el tipo que peor te cae, pues piensa en el ejército como una agrupación de tipos como yo, primero disparamos, luego disparamos- explicó con una sonrisa burlona- Sino nos matan los zombis nos mataran los soldados al vernos.
Samuel fulminó con su mirada al retirado militar y, mientras refunfuñaba insultos contra él, volvió a cargar la lata en su mochila ayudando a revisar la de su esposa.
- Reynald, deja de molestar a Lemacks y ven aquí- le pidió Elton con una leve sonrisa en su rostro, el joven permanecía sentado en una de las mesas mientras miraba un pequeño plano de la ciudad- ¿Qué opinas de esto?- preguntó mientras señalaba un camino con su dedo.
- ¿Por qué le preguntas a él y no a mi?- Samuel parecía bastante molesto, más que lo habitual. Su humor había empeorado cuando el grupo había decidido moverse de la iglesia y las continuas burlas de Reynald hacía él no ayudaban mucho en su humor.
- Es militar, si alguien sabe como cruzar un campo infestado de enemigos es él, además junto con Carena fueron los últimos en estar ahí afuera- se explicó de la manera más calmada posible, Samuel miró con desconfianza al retirado militar, sin embargo luego negó con su cabeza y siguió en lo suyo.
- Es imposible ir por allí, hasta ayer estaba completamente infestado- murmuró sabiendo que igualmente su voz sería escuchada por los presentes- Mierda… a decir verdad no me gustaría volver a las calles, pero no me atrevería a intentar recuperar la iglesia con la munición que nos queda- maldijo mientras revisaba el mapa, Carena lo miró sorprendida, sin embargo no abrió su boca- Tal vez si salimos por la salida de emergencia de allí y sigamos por ese pasillo podremos llegar a ese vecindario- dijo señalando cada uno de los puntos mencionados en el mapa.
Elton miró el camino que Reynald había recomendado, él mismo había pedido su ayuda para planear la ruta de escape sin embargo no creía factible su idea.
- Tal vez tu, yo y Carena podríamos saltearnos a los que aparezcan ahí, pero no creo que Samuel o Selena puedan- dio su punto el joven- ¿Cuánta munición nos queda?- preguntó.
- Una escopeta tiene 5 cartuchos, la otra 2- contestó Samuel preocupado- y creo que la pistola tiene para más de una carga- agregó.
- Con Reynald tenemos cinco bajas aseguradas, creo que entre Samuel y yo podemos hacer caer otros dos- razonó Elton, en su interior pensaba que en realidad tal vez podían quitarse de encima a otro más si él pudiera usar la escopeta, sin embargo sabía que Samuel no la largaría- y aun nos queda el rifle, aunque siendo sincero no creo que nadie exceptuando a Reynald pueda usarlo.
- ¿no crees que podamos hacer un camino con siete de esas cosas menos?- preguntó Reynadl confuso- Por dios con esta chica nos abrimos paso con más de una veintena de ellos corriéndonos los talones, son lentos podemos superarlos- expresó optimista.
- No, ese pasillo es muy angosto, no caben más de dos personas de ancho, tenemos que asegurarnos que frente a nosotros tengamos a siete de ellos, ni uno más o tal vez no lo lograremos- opinó.
- podríamos llamar su atención- por primera vez en mucho tiempo Carena había tomado la palabra, todas las miradas se fijaron rápidamente en la joven, sorprendidos por verla tomar la iniciativa- Quiero decir, al parecer el ruido los llama, si abriéramos la puerta de emergencia y al mismo tiempo tocáramos el campanario es probable que…- la joven se detuvo pensando una forma de llamar a los zombis- los muertos entren a la iglesia guiados por el sonido, permanecemos escondidos en la habitación de al lado a la entrada y cuando pasan salimos.
- Podríamos atraer a más zombis, además el que toque la campana quedará rezagado del resto- le recordó Reynald - podría tener que enfrentarse a esas cosas él sólo- explicó, no era tonto sabía que él era el único capaz de hacer eso en ese grupo y no se arriesgaría a hacerlo por unos desconocidos.
- Sin embargo el grupo principal estaría a salvo- murmuró Samuel- podría funcionar…
- Es lo único que tenemos- opinó Elton sin quitar la vista del mapa- Es claro quien es el único que puede hacerlo- Reynald cerró su puño pensando en que hacer a continuación- Reynald tu iras el frente con la escopeta cargada- la idea del joven sorprendió al grupo entero- tras de ti irá Carena, cerrando la fila estará Samuel con la otra escopeta, por si hay algún rezagado- explicó dando ya por lógico el lugar que ocuparía la señora Lemacks.
Todos asintieron a la explicación del joven y cada uno se separó a hacer sus últimos preparativos. Samuel y Selena Lemacks empezaron a revisar los víveres restantes por si faltaba algo, Carena se encomendó a rezar, Reynald sólo revisaba las armas, incómodo. El único que parecía tranquilo era Elton quien sólo permanecía sentado silbando una melodía.
Día 2, 01:45
- Despejado- murmuró Reynald mientras revisaba uno de los tantos pasillos de la iglesia, desde hacía horas que los zombis habían logrado entrar a la iglesia y aunque no sabía exactamente como lo habían hecho sabían que había sido por la entrada principal del edificio. En ese momento mismo no había ninguno de los muertos vivientes deambulando por el sagrado edificio, sin embargo sabían que si intentaban volver a bloquear la entrada principal una horda de zombis los vería.
- Como me molesta tener que abandonar este lugar mientras no hay ni uno de ellos- opinó Samuel enojado, Elton opinaba lo mismo sin embargo entendía que el edificio, en ese momento estaba perdido.
- Lo recuperaremos- le intentó reconfortar Elton- Al menos con lo que vamos a hacer con la campana nos aseguraremos que nadie nos lo robe- quiso bromear, sin embargo nadie le siguió la ocurrencia.
El grupo siguió caminando en la dirección deseada, hasta que por fin, sin ningún incidente en su camino, llegaron a la salida de emergencias buscada. A pocos metros estaba la habitación que Carena había mencionado, donde el resto del grupo se escondería hasta que Elton llamara la atención de los monstruos liberando de esa manera el pasillo y permitiendo al grupo alcanzar uno de los vecindarios donde conseguirían una casa para refugiarse.
- Hey chico- la voz de Reynald llamó la atención de Elton logrando que se acercara a escucharlo, estando en un espacio más separado de Samuel y las mujeres- Escúchame bien, tan pronto como toques esa campana tienes que largarte, sin embargo no puedes salir por aquí, esto va a estar atestado de esas cosas- le advirtió- Aunque eso ya lo sabes, ¿no es cierto?- preguntó, Elton asintió con su cabeza.
- Intentaré llamar la atención para un lado de la iglesia, luego me largaré por el otro- le contestó- Si llego a la calle podré lograrlo, soy rápido y tengo balas, me las apañaré- intentó tranquilizarlo- Cuando pueda los buscaré- finalizó mientras se acercaba al resto del grupo- Oye Carena- le llamó a la chica- ¿Crees que puedas llevarme esto?, es demasiado grande como para llevarla a donde voy y además es mejor que ustedes la guarden- pidió el joven refiriéndose al viejo rifle que llevaba desde que les había permitido el paso a la iglesia.
- Claro que si- respondió la joven apremiante mientras tomaba el arma en cuestión, sin esperar usarla se la colgó en su espalda y volvió a fijar su atención en Elton- Si esto falla, ¿me odiaras por ser quien tuvo la idea?- preguntó preocupada.
- Si esto falla, no tendré tiempo ni para odiar- le contestó con una sonrisa aunque luego su gesto se puso más serio- pero en serio, si no logro volver asegúrate que Reynald y Samuel no se maten, a pesar de que parezca una persona que vive de mal humor Samuel no es un mal tipo, sólo lo conocieron en un mal momento.
- Lo prometo- dijo la joven- Aunque no puedes morir, esta es la segunda vez que salvas mi vida, tengo que pagártelo- dijo intentando sonar optimista- rezaré por ti- le prometió.
- Gracias- pronunció mientras se acercaba al matrimonio Lemacks- Samuel se que no dudaras en dispararle a cualquiera de esas cosas así que no te diré nada, mientras que a ti Selena, me encantaría una de tus tartas cuando llegue- le pidió, Samuel sólo asintió con su cabeza, no era un secreto para nadie que el hombre tenía devoción solo con su esposa, sin embargo había un respeto sobre el chico, producto de el tiempo que se conocían y lo que habían pasado en los últimos dos días.
- ¡¡Ohhh querido, no puedo creer que hagas algo como esto!!- dijo la mujer a punto de llegar a las lágrimas- Sí yo o Samuel fuéramos más rápidos, te juro que lo haríamos nosotros, no soporto ver como un chico tan joven como tú tenga que sacrificarse por unos adultos como nosotros- después de un largo abrazo la mujer lo soltó- Tú padre estaría orgulloso de ti- le susurró. Elton sólo asintió con su rostro y se alejó unos pasos al mismo tiempo que tomaba su pistola.
- Buena suerte- se despidió con un rostro totalmente calmado, como si no entendiera que él mismo se estaba metiendo en la boca del lobo y que sus oportunidades de sobrevivir eran nulas. Antes de desaparecer de la vista de los presentes se detuvo un segundo. Y luego giró a otro pasillo, desapareciendo.
Hubo unos segundos de absoluto silencio donde ni se oyó el aleteo de una mosca, sin embargo el momento fue abruptamente cortado por Reynald.
- Bien, ahora hagamos nuestra parte, ¡¡Ustedes entren a esa habitación!!, yo abriré la puerta de emergencia para que cuando suenen las campanas los zombis puedan entrar- ordenó, rápidamente todos le hicieron caso y al abrir levemente la puerta, Reynald entró a la habitación con el resto la cual en un instante se volvió a la oscuridad.
Los segundos empezaron a parecer horas en la oscura habitación, aunque todos estaban allí físicamente en espíritu todos estaban más concentrados en la travesía de Elton.
- ¿Estas bien linda?- le preguntó la señora Lemacks a Carena, ambas estaban juntas esperando la señal para movilizarse, sin embargo eran las que más parecían estar pensando en Elton.
- Si, sólo que todavía no me acostumbro a todo esto- admitió- Me gustaría saber cual es el motivo que Dios nos pone este obstáculo en nuestro camino- le explicó mientras se aferraba al rifle que le acaban de dar.
- ¿Sabes?, ese rifle era de su padre- le contó con una sonrisa melancólica en su rostro- desde que empezó esta locura nunca se soltó de esa arma, debía confiar en ti más que en nadie de esta sala- Carena miró sorprendida el arma, ella nunca se le había ocurrido que tuviera un enlace sentimental con Elton. Ahora parecía más importante que antes cuidarla y mantenerla a salvo hasta que regresara.
- Regresará- murmuró Carena, Selena sólo asintió con su rostro.
- Claro que lo hará, ese chico no era un blandito, tiene las pelotas bien puesta- contestó Reynald con seguridad, iba a continuar con la charla cuando el sonido de las campanas chocar empezó a sonar en todo el edificio- ¿Qué les dije?- murmuró contento mientras que se agazapa acercándose a la puerta.
- ¿Cómo sabremos que podemos salir?- preguntó Samuel con su característico mal humor.
- Si cierras tu boca y me dejas escuchar lo que pasa en el pasillo te lo diré- le contestó Reynald mordaz. Samuel quiso objetar sin embargo un gesto de su mujer fue suficiente para que se calmara.
El ruido de un lento caminar de unos cuantos cuerpos sonó tras el otro lado de la puerta que Reynald vigilaba, pasaron unos segundos de completo silencio, lo que le dieron la suficiente certeza que todos los zombis del callejón habrían entrado y que si se había quedado alguno no se movería por más ruido que la campana hiciera.
- ¡¡Vamos tenemos que movernos!!¡¡Ya!!- gritó Reynald teniendo el retumbar de las campanadas como eco de su voz, con precisión todo el grupo salió encabezados por el retirado militar y concluidos por el vendedor de seguros. Al abrir la puerta pudieron observar como una decena de zombis seguía el camino de donde provenía el ruido de las campanadas, el cual al mismo tiempo servía como distracción para sus acciones.
Rápidamente Reynald abrió la puerta sin embargo cuando estaba a punto de salir de allí algo lo detuvo. El sonido de tres disparos consecutivos fue lo que llamó la atención del grupo, todos inevitablemente giraron su cabeza por donde Elton se había ido, presagiando en sus mentes los horrores que el joven estaría pasando.
- Tenemos que continuar- ordenó Reynald con esfuerzo, sabía que si Elton había recurrido a usar su pistola es que la cosa pintaba muy mal para el joven- Vamos- gritó, justo en el momento que el resto de su grupo parecía reaccionar unos desgarrantes gritos sonaron al mismo tiempo que las campanas cesaron de sonar.
- Nooo- murmuró Carena mientras las lágrimas caían de su rostro, la joven estaba aterrada- Tenemos que volver, tenemos que…- su voz no pudo salir y sólo sus sollozos sonaron.
- No podemos dejarlo morir así- insistió Selena, las cosas no estaba yendo nada bien ya que al mismo tiempo Reynald, quien era el único que había salido hasta ahora de la iglesia se había encontrado con que todavía había más de cinco muertos vivientes en el callejón.
- Continuamos- ordenó Samuel, a pesar de la decisión que tomaba se podía ver en su rostro que no estaba contento de abandonar al chico, sin embargo su prioridad era salvar al resto del grupo- Vamos ya o el chico se habrá sacrificado por nada- gritó haciendo reaccionar a las dos mujeres del grupo.
El sonido de cuatro disparos fue lo que ocurrió al mismo tiempo que el resto del grupo salía, con gran habilidad Reynald había acabado con los zombis que aún, pese al ruido provocado por las campanadas, no habían entrado a la iglesia.
- Bien hecho Lemacks- le elogió el haber sacado a las dos mujeres de la iglesia- Pronto vendrán más por el ruido de los disparos, tenemos que salir de aquí- aclaró mientras encabezaba la caravana.
El grupo corrió por el callejón hasta salir a una de las calles, allí más de quince zombis la poblaban interesados por el sonido de los disparos. Sin embargo el espacio era grande y los cuatro pudieron continuar sin necesidad de disparar.
- Tenemos que alejarnos de la calle- le gritó Samuel a Reynald, este asintió y dobló en una esquina, llevando al grupo a una calle cerrada la cual tenía por lo menos ocho casas rodeando el gran circulo que conformaba el final de la calle. Tras las casas había un gran puente y tras él iniciaba una gran zona de rascacielos.
Reynald salió de la calle y entrando por un camino lateral llegó a uno de los jardines, sin embargo su ingreso estaba vedado por un enrejado tan alto que impedía saltarlo fácilmente. El único ingreso posible parecía ser una puerta trasera, sin embargo esta también estaba cerrada.
- ¡¡Nos trajiste a un callejón sin salida maldito idiota!!- gritó enfurecido Samuel mientras se giraba sobre sus pasos y se preparaba para defenderse de los zombis que los estaban siguiendo.
- Claro que no- le contestó Reynald mientras sacaba una llave de su bolsillo. Con un pequeño “clic” el picaporte se movió y la puerta se abrió, permitiendo el ingreso de todo el grupo, ante la vista de una decena de zombis que veían como sus presas escapaban con lo justo. El retirado militar se acercó a la puerta trasera de la casa y con otro juego de llaves, las cuales permanecían junto con las del jardín, abrió la puerta del hogar- Vamos entren antes de que sigan llamando la atención de esas cosas- les ordenó, ninguno dudó en ingresar.
- No puedo creer que lo lográramos- murmuró Samuel todavía agitado, a su lado Selena también jadeaba aunque se la veía en mejor estado que a su esposo. Carena parecía bien físicamente sin embargo su semblante sombrío prohibía olvidar el precio que había costado llegar a salvo.
- No todos lo logramos- murmuró la joven con voz seria antes de sentarse de cuclillas en un rincón mientras sostenía con fuerza el rifle que Elton le había confiado. Todas las miradas de la habitación se concentraron en la más joven del grupo recordándoles que no se podía festejar su éxito en la misión.
- Él chico sabía a lo que se enfrentaba- murmuró Reynald con un gesto enojado- sin embargo ustedes no, casi hacen que nos maten ahí atrás- su voz no era severa pero no dejaba lugar a réplicas- casi hacen que el chico muriera por nada- volvió a decir, aunque esta vez en un tono mucho más bajo, casi como si estuviera hablando con él mismo.
- No puedes culparlas- se quejó Samuel enojado- No son soldados, no puedes pedirle que piensen fríamente- le recordó.
- Pues tienen que empezar a convertirse en soldados, porque esto es la guerra más cruel que haya existido y ustedes están en la primera fila- explicó, luego subió las escaleras dirigiéndose al segundo piso, dejando a Carena y compañía con unas cuantas cosas en que pensar.
Ya saben, espero que lo disfruten.
Saludos: Izanagi
Izanagi- Escudero de palabras
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Re: [CS] St. Christine: Zombie attack [abre 9na ronda - Manto up]
Por fin un poco de tiempo para leer
Recuerdo haber leído lo del principio ¿O es solo una impresión mía? del resto no recuerdo nada e incluso dudo que lo hayas puesto en ika...¿Sera posible que ahora si sean nuevas entregas? XD
Me ha gustado, la acción, los conflictos, y me apena lo de elton. No se que vendra ahora, en tu hilo, pero si me he quedado pensando en que lugar entraron y por que reynald tenia llaves de ese lugar. ¿Donde están? ¿en su casa?
Toca turno a Templar... aunque no se si pueda publicar, de cualquier forma yo tengo su siguente entrega, tratare de hablar con él ha ver si puede postearla el mismo.
Hasta luego.
Recuerdo haber leído lo del principio ¿O es solo una impresión mía? del resto no recuerdo nada e incluso dudo que lo hayas puesto en ika...¿Sera posible que ahora si sean nuevas entregas? XD
Me ha gustado, la acción, los conflictos, y me apena lo de elton. No se que vendra ahora, en tu hilo, pero si me he quedado pensando en que lugar entraron y por que reynald tenia llaves de ese lugar. ¿Donde están? ¿en su casa?
Toca turno a Templar... aunque no se si pueda publicar, de cualquier forma yo tengo su siguente entrega, tratare de hablar con él ha ver si puede postearla el mismo.
Hasta luego.
Re: [CS] St. Christine: Zombie attack [abre 9na ronda - Manto up]
Como Yuske recordaba la primera mitad del capítulo, del escape no hay rastro en mi memoria así que debe de ser nuevillo!
Y me niego a aceptar que Elton muriera T_T el grito tuvo que haber sido de alguien más que justo ocacionalmente pasaba por ahí. Sino cuando me toque a mí voy a hacer que un personaje se vaya correindo hasta allá y muera solo para que Elton siga con vida xD Bueno no, hay que respetar los hilos de los demás
Y me niego a aceptar que Elton muriera T_T el grito tuvo que haber sido de alguien más que justo ocacionalmente pasaba por ahí. Sino cuando me toque a mí voy a hacer que un personaje se vaya correindo hasta allá y muera solo para que Elton siga con vida xD Bueno no, hay que respetar los hilos de los demás
Re: [CS] St. Christine: Zombie attack [abre 9na ronda - Manto up]
Me sorprende que recuerden la primera parte porque nunca la publique, es todo material nuevo (en realidad no, ya lo tenía escrito pero incompleto y por eso no lo había subido y luego pasó lo que todos sabemos que pasó y caímos acá jaja) sobre lo de Elton se que algunos lo habían pensado como el personaje principal de mi hilo, obviamente no lo es aunque si algo me enseñó la vida es a no dar por muerto a nadie hasta no haber visto su cadaver (ni siquiera cuando le tiraban la genkidama). Con esto no quiero decir ni que está vivo ni que está muerto sólo quiero molestarlos para que hagan un sin fin de hipotesis, lo único que voy a decir es que en el próximo capítulo si se sabrá que pasó con Elton exactamente y como fue su "muerte".
Saludos: Izanagi
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Izanagi- Escudero de palabras
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Re: [CS] St. Christine: Zombie attack [abre 9na ronda - Manto up]
Realmente estoy algo ocupado, pero mi hipotesis sobre elton es que no esta muerto, ya que ¿como alguien permanecerá muerto en medio de una epidemia zombie?
Ok. la pregunta esta un poco de más y tampoco digo que reaparezca como zombie, lo que si es que creo que el esta vivo.
Ok. la pregunta esta un poco de más y tampoco digo que reaparezca como zombie, lo que si es que creo que el esta vivo.
Re: [CS] St. Christine: Zombie attack [abre 9na ronda - Manto up]
Somos dos los que apuestan por que está vivo. Es un personaje muy copado y tiene buena química con los demás del hilo, sin mencionar que es adaptable a los personajes de otros hilos (quiero decir que pinta ser capaz de llevarse bien con cualquiera).
Sería muy cruel matarlo tan pronto jaja
Sería muy cruel matarlo tan pronto jaja
Re: [CS] St. Christine: Zombie attack [abre 9na ronda - Manto up]
Y esto en que quedó?
Izanagi- Escudero de palabras
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Re: [CS] St. Christine: Zombie attack [abre 9na ronda - Manto up]
Aguardando la entrega de Templar, creo que Yuske la tiene para colocarla en su lugar.
Re: [CS] St. Christine: Zombie attack [abre 9na ronda - Manto up]
Justo cuando pensaba en subirla, templar me dijo que ello haría, pero al parecer se le atravesó algo. Me pondré en contacto con el para saber.
Re: [CS] St. Christine: Zombie attack [abre 9na ronda - Manto up]
Si, ya se, pueden odiarme por el terrible retraso. Peor aun, la entrega tiene apenas unos cambios en algunas lineas. Pero bueno, tambien he aprovechado para ponerme al corriente con todos los hilos y a mi propia historia . Escribiendo la siguiente entrega.
- Spoiler:
El sol matutino brillaba ya, alumbrando la ciudad en un nuevo tipo de oscuridad. Ligeramente armado, Logan caminaba a marcha forzada tras sus extraños salvadores. Su cabeza aun punzaba por el golpe de la noche anterior y deseaba haber podido tomar algunas aspirinas antes de salir de la llamada “Cueva”. Por otro lado, sus captores rescatistas parecían apenas necesitar palabras para comunicarse. En el camino se limitaron a señalar un par de cosas y a responderse con algunos ademanes. Ocasionalmente un gruñido extraño se escurría por sus labios, pero no más. En vano revolvió el contenido de la mochila que le fue entregada, en ella solo había una botella con agua y algunas latas.
Resignado, Logan siguió el paso forzado mientras su mente se hundía en las profundidades de sus pensamientos. Hasta hace poco, su vida le parecía un fiasco. Atrapado en un empleo mediocre, sin amigos, novia o familia cerca. Familia… ¿Sus padres se encontrarían bien? ¿Qué había sido de ellos? Nunca tuvo un apego muy grande hacia ellos, pero eso no evitaba que su mente se lo preguntase. Sin darse cuenta una lagrima rodo por su mejilla. Y esa chica Lili de la cual siempre estuvo enamorado y nunca pudo confesárselo. Su imagen distorsionada en uno de ellos cruzo por su mente y se sintió nauseabundo. ¿Acaso había perdido todo lo que conocía como su mundo? ¿Se encontraba atrapado hasta el final de sus días con estos dos sujetos desconocidos? No. El podía elegir. El exigía tener una elección. El fin no justificaba los medios para lo que estas personas estaban haciendo.
Logan empuño con más fuerzas sus cuchillos. Sus manos le sudaban y temblaban. Silenciosamente alzo uno de ellos mientras miraba fijamente a la nuca del pelinegro. –La gasolinera está girando esa esquina- Pronunció el segundo. Logan se estremeció, quedando paralizado unos segundos. –Eso sería una pésima idea, chico.- Comentó el primero sin voltear atrás, al tiempo que doblaban en la esquina. Logan estaba estupefacto, no sabía que hacer, o que le esperaba al doblar esa esquina.
El silencio fue total. La idea de asesinar a sus captores se había desvanecido, y había sido remplazada por un temor a encontrar su destino tras esa esquina. Se sentía paralizado una vez más. Sin embargo, ahora podía dar media vuelta y huir. ¿O caso podría realmente? Gritos de dolor se escucharon no muy lejos. El corazón de Logan se aceleró, mientras instintivamente sus pies le hicieron correr hacia aquel lugar de donde quería huir.
Al dar la vuelta, pudo ver al sujeto de la chamarra de mezclilla asestando un golpe en el cráneo de un sujeto, mientras un par más se encontraban en el piso, desangrándose y convulsionándose. El otro, por su lado, asfixiaba a un cuarto con sus manos. –Nosotros no pretendemos compartir nada con ustedes. Su necedad ha sido su perdición- Logan caminó poco a poco, en shock por la escena que veía. Los tipos moribundos se arrastraban hacia él, buscando en vano quizás alguna salvación. En su desesperado intento, dejaban un rastro de sangre y sesos, antes de desplomarse en el piso en convulsiones y morir. Su mirada viajaba rápidamente de los cuerpos a los asesinos en busca de alguna explicación. Tras unos segundos que le parecieron eternos el castaño hablo. –Ellos querían nuestra comida, nuestras armas, y nuestro combustible. No lo toleraremos. Sus días esperando y siguiéndonos han sido, de hecho, su perdición- El morocho miraba en dirección a una de las calles. –Tanto alboroto ha llamado su atención.- Los otros dos miraron en dicha dirección para ver un grupo de zombies caminando hacia su ubicación. Sin decir más, ambos sujetos se lanzaron a la carga contra los caminantes.
Logan no comprendía del todo lo que pasaba. Los cuerpos regados en el lugar aún se movían ligeramente y el hedor del lugar le hizo vomitar súbitamente. Se limpió con el dorso de su mano, y después en su pantalón. Corrió a donde se habían propuesto: el suministro de hidrocarburos. Entró a la pequeña tienda de la gasolinera y en vano busco algunos víveres en el lugar. Todo había sido saqueado, los alimentos, el agua, las medicinas, todo. Vidrios rotos y afiches de diferentes tipos se encontraban regados por el lugar. Detrás del mostrador, una gran mancha roja se encontraba plasmada en la pared. Logan se asomó lentamente al otro lado del mostrador. El que quizás alguna vez fuera el dependiente se encontraba inerte en el suelo. La mitad de su cabeza había sido volada en mil pedazos, probablemente con una arma de fuego de gran calibre a poca distancia, dando lugar al art decó escarlata en la pared. Tras inspeccionar el lugar, regresó a las afueras para corroborar el hecho de que las bombas de gas no funcionaban.
Inspeccionando un poco los controles dentro de la tienda, Logan logro activar una planta eléctrica que funcionaba irónicamente con la gas del lugar. Al salir del lugar escuchó como un auto se acercaba al lugar. En cuestión de segundos, las imágenes de cómo habían asesinado a los sujetos le llegaron de golpe a su mente. Ese podía ser el destino de estos sujetos también. Si bien no conocía sus intenciones, conocía la de sus bizarros captores. Era una de esas cosas que uno no le desea a nadie. Rápidamente observo el lugar donde el par de siluetas oscuras combatía a lo lejos a un ya reducido número de zombies. –No tardarán en volver, si los encuentran aquí los exterminarán, o moriremos en el intento. Si me encuentran su estancia se prolongará más…- El sonido del automóvil indicaba su inminente llegada. Era todo o nada, tendría que jugársela, no por su vida, sino por la población que quedaba de supervivientes. Corrió lo más rápido que pudo hacia una calle, pero sabría que no lo lograría a tiempo. Justo cuando escucho el sonido de las puertas, Logan encontró un callejo en donde ocultarse.
Desde su escondite, podía escuchar el murmullo de las personas. Se asomó ligeramente y pudo ver a los dos sujetos a lo lejos rematando los últimos zombies del lugar. Los tipos del auto se encontraban llenando su tanque. Si no hubiera activado esa bomba, quizás esto podría acabar peor aun. Sin embargo, el peligro aun rondaba el lugar. Desde la bomba donde cargaban, la calle por la cual sus acompañantes se acercaban no era visible, pero si desde el callejón. Estos regresaban a la estación con paso tranquilo. Los sujetos del auto terminaron sus menesteres y tan pronto como llegaron, subieron a su vehículo y se fueron. Logan empezó a caminar de regreso. Era obvio que el dúo había escuchado el auto abandonar el lugar, y él tendría que explicarse. Sus manos empezaron a sudar de nuevo, ¿Acaso seria castigado? Su corazón se aceleraba mientras se acercaba al encuentro de los sujetos….
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Re: [CS] St. Christine: Zombie attack [abre 9na ronda - Manto up]
Pobre Logan, no quiero ni imaginarme cómo vayan a reaccionar los dos dementes cuando lo agarren D:
Quizá de haberse acercado a los del vehículo su suerte podría haber cambiado para mejor.
En fin, no te preocupes Templar, nadie odia a nadie en nuestra comunidad... pero como vuelva a pasar algo así te arrojaremos los cohetes pingüino ninjas que disparan laser por los ojos. Noooooo xD
Entonces supongo que soy el próximo... voy a tener que ponerme a releer y a escribir porque no tengo nada
Quizá de haberse acercado a los del vehículo su suerte podría haber cambiado para mejor.
En fin, no te preocupes Templar, nadie odia a nadie en nuestra comunidad... pero como vuelva a pasar algo así te arrojaremos los cohetes pingüino ninjas que disparan laser por los ojos. Noooooo xD
Entonces supongo que soy el próximo... voy a tener que ponerme a releer y a escribir porque no tengo nada
Re: [CS] St. Christine: Zombie attack [abre 9na ronda - Manto up]
Coincido con manto, todo esto no pinta nada bien para logan ¿como es que se excusara? ¿que le harán aquellos dos? No me lo imagino, pero me gustaría leerlo.
Y al parecer yo también tendré que comenzar a releer y a buscar mis notas, tampoco tengo nada escrito ya. Y como manto tampoco esto quiere decir... ¡Entregas de estreno!
Y al parecer yo también tendré que comenzar a releer y a buscar mis notas, tampoco tengo nada escrito ya. Y como manto tampoco esto quiere decir... ¡Entregas de estreno!
Re: [CS] St. Christine: Zombie attack [abre 9na ronda - Manto up]
No entiendo porque Logan no se fue con la gente del auto, al menos intentar pedir ayuda con ellos, aunque tal vez y sólo tal vez (cosa improbable pero bueno) sus captores no sean tan malas personas. Buena entrega Templar.
Sobre la próxima entrega yo ya tengo casi definido mi capítulo, así que avisen cualquier cosa.
Saludos: Izanagi
Sobre la próxima entrega yo ya tengo casi definido mi capítulo, así que avisen cualquier cosa.
Saludos: Izanagi
Izanagi- Escudero de palabras
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Re: [CS] St. Christine: Zombie attack [abre 9na ronda - Manto up]
Bien, aquí yo reportandome para publicar mi siguente entrega ¿Que? ¿Que es el turno de manto? Si, bueno... No. Lo hable con manto y hemos decidido intercambiar nuestro turno, ¿Porqué? La razón de ello tiene que ver con esto:
Y como creo que eso ya dice que es lo que se viene, paso a abrir la 4ta ronda con esta entrega:
Espero que les haya agradado. Toca turno a manto por que esten al pendientes de lo que sería el primer cruce de hilos de la historia
Creo que el grupo de Yuske es el único que tiene las armas y la fuerza como para salvarlos, saldría algo copado si se juntaran
Y como creo que eso ya dice que es lo que se viene, paso a abrir la 4ta ronda con esta entrega:
- Black Wolf Elite Command:
El viento golpeaba el rostro de Cid quien viajaba en la caja de la camioneta junto con Thiago y Osiris. Su expresión era relajada, más propia de alguien que disfrutaba de paseo por la ciudad que la de alguien que viajaba con militares buscando mantener su vida a salvo. Por su parte Thiago se encontraba recargado de espaldas contra la cabina del vehículo, observando la catástrofe que habían dejado atrás, pero que sin duda, encontrarían de nueva cuenta más adelante. Mientras tanto Osiris luchaba inútilmente con su radio tratando de comunicarse con el cuartel general o con alguno de los campamentos, más la única respuesta que lograba recibir era el sonido de la estática.
Habían pasado cerca de una hora, pese a que los mapas indicaban que no debían de tardar más de 40 minutos en llegar al centro de la ciudad se habían demorado más de lo planeado debido a la presencia de grupos de caminantes y autobuses volcados o atravesados en el camino, los cuales les habían obligado a dar rodeos, algunos demasiado largos.
La camioneta freno de golpe haciendo que quienes viajaban en la caja resbalaran por ella golpeándose entre ellos. Osiris fue el primero en incorporarse y bajo de la caja mientras se escuchaban como las puertas de la cabina se abrían y se volvían a cerrar.
-¿Otro bloqueo?- Inquirió el ingeniero militar.
-Si. – Se le escucho responder a Isis.
Thiago y Cid bajaron de la caja y posaron su vista hacia el frente. Una cadena de vehículos colisionados se encontraba allí, había por lo menos un par de autobuses, tres autos, uno de ellos completamente volteado y una camioneta volcada.
-La próxima salida se encuentra 300 metros más adelante, por lo que no podremos dar un rodeo esta vez- Dijo Osiris después de ver el mapa.
-Entonces tendremos que seguir a pie. – Declaró Cesc
-O podríamos derribar una sección del muro de contención y continuar por el otro lado de la avenida- sugirió Thiago señalando considerable barrera divisoria de concreto que separaba el sentido de circulación del a avenida.
-¿Con nuestras balas? Eso solo sería desperdiciar munición- Dijo Isis.
-¿Y si usamos granadas?
-No. Igual haríamos tanto ruido que seguro llamamos la atención de esas cosas. –Descarto Osiris.
-Entonces que tal si lo atravesamos con la camioneta- Sugirió esta vez Cid.
-Podríamos, pero probablemente dañaríamos transmisión de la camioneta por lo que de todas formas tendríamos que seguir a pie de todas formas- Señalo Rubén.
Luego de eso el silencio se ciño entre ellos, cada quien concentrándose en sus propios pensamientos. Cesc se giro preocupado hacía donde continúala la bloqueada avenida, dándole la espalda a sus compañeros. Lucia preocupado, la situación no le agradaba en lo más mínimo, esas cosas podrían aparecer en cualquier momento y no estaba seguro de que pudieran eludirlas al ir a pie. Por primera vez desde que era líder de ese escuadrón se preguntaba si realmente valía la pena arriesgar las vidas de sus hombres por completar la misión. Pero de igual forma sabía que no podía abandonar a los civiles, los cuales se suponía que debía proteger. Se encontraba, sin duda, en una encrucijada.
-Sé lo que estas pensando- Le hablo Rubén parándose junto a él- En una situación normal de guerra te diría que no, que lo mejor sería retroceder, volver a la base, pedir instrucciones o esperar por refuerzos. Pero esto no es una guerra, no se trata de matar, de conquistar o defender, esto se trata de sobrevivir, por lo que si lo vale. Si vale la pena continuar la misión, con la energía eléctrica restaurada los civiles tendrán más posibilidades de sobrevivir, los sistemas de seguridad volverán a funcionar, muchas vidas podrían salvarse.
Cesc dirigió su mirada hacia sus compañeros, sabía que lo que Rubén había dicho era cierto, sin embargo seguía rehusándose a la idea de arriesgar la vida de los demás.
-¿Todos piensan igual?- Pregunto Cesc.
-Somos los Black Wolf Elite Command, nunca retrocedemos, jamás abandonamos y siempre terminamos nuestras misiones aunque nos cueste la vida- Dijo Thiago con una sonrisa en el rostro mientras sus compañeros asentían con la cabeza. – Ya deberías saberlo.
Francesc sonrió complacido por la voluntad y entrega de su escuadrón, pero antes de que pudiera decir algo una tos forzada y falsa llamo la atención de los militares quienes voltearon a ver a Cid.
-Solo quiero que sepan que les ayudare tanto como me sea posible, incluso si tengo que poner mi vida en la línea.
-No digas ridiculeces- Dijo Rubén.
Tras tomar su equipo y provisiones de la camioneta reanudaron su marcha hacia el centro de la ciudad a pie, avanzaban en una nueva formación con Cesc en punta y un paso atrás a su derecha se encontraba Isis mientras que a su izquierda Rubén, detrás de ellos iban Osiris y Thiago, siendo Cid, el civil, quien se situaba en medio de todos.
Sus pasos eran lentos y precavidos, todos y cada uno de ellos estaban atentos a lo que había a su alrededor, pues ninguno deseaba ser sorprendido por aquellas criaturas. No obstante su avance era complicado, con cada metro que recorrían se veían obligados a sortear automóviles abandonados, que obstruían la avenida y a medida que avanzaban más automóviles encontraban.
Paso cerca de un cuarto hora antes de que se toparan con algún zombie, sin embargo no lo confrontaron, no valía la pena hacer tanto ruido por uno solo. No obstante la situación cambio veinte minutos después, cuando un grupo de entre 15 y 20 zombies aparecieron frente a ellos sin darles espacio alguno para avanzar por lo que se vieron obligados a batirse con ellos. Luego de un par de minutos el ruido de los disparos cesó, los zombies, totalmente abatidos yacían el piso y Cesc junto con los demás reanudaron su marcha. Tras media hora más tarde en la que eludieron algunos zombies solitarios más y se enfrentaron con dos grupos levemente considerables de los mismos, llegaron a la calle principal del centro.
El panorama no les resultaba para nada alentador. Manchas de sangre cubrían no solo el suelo, sino también los autos, las farolas y las fachadas de los edificios. Fragmentos de cristales rotos se encontraban esparcidos por todos lados, prendas raídas y zapatos que quedaron atrás en una huída desesperada, siendo lo más repulsivo los miembros regados por las calles, extremidades humanas roídas o a medio comer e, pero lo más horrible eran los cadáveres, la mayoría estaban abiertos y les habían arrancado los órganos.
A Osiris se le revolvió el estomago, pero pudo contener sus nauseas. Por su parte cid vomito completamente asqueado.
-Esto es lo más asqueroso que he visto hasta el momento- Comento Pêmie tras recuperar la compostura.
-Si quieres puedes irte, no tienes por qué estar aquí- Dijo Isis con desdén.
-Sí, gracias por recordármelo, pero permaneceré con ustedes un poco mas- Respondió Cid.
Caminaron cautelosos por las calles aparentemente desiertas, no había indicios de supervivientes, nadie que gritara
por ayuda. De vez en cuando se detenían dentro de algunas tiendas, sin embargo, en la mayoría no había señales de personas… al menos no con vida. Era evidente que no fue fácil sobrevivir a la noche.
Siguieron moviéndose, entrando a comercios en busca de supervivientes, sin embargo no encontraban más que cadáveres a medio comer y zombies. Llegaron a una zona residencial, de edificios departamentales, entraron a uno de ellos sin la esperanza de encontrar nada, ya que la entrada estaba manchada de sangre y la puerta derrumbada. Dentro, cerca de las escaleras vieron el cuerpo de un perro de tamaño considerable completamente inmóvil con heridas de bala en el cuerpo. A la derecha estaba una puerta más derribada, dentro se encontraba un par de zombies inertes con sendos orificios de bala en la cabeza y un poco más allá, cerca del rincón de la habitación, el cadáver de un hombre mayor devorado en gran medida.
Cid camino hasta él y lo examinó con horror, pese a eso se puso en cuclillas y estiro un poco el brazo, logrando alcanzar un objeto plateado el cual resulto ser un arma. Pêmie se incorporo con la mirada fija en la pistola, observándola minuciosamente pese a que sabía que Cesc lo observaba no se molesto en ocultar la ilusión que le hacía tener el arma en sus manos. Abrió la cámara de las balas y dejo caer 6 casquillos percutidos que tintinearon al tocar el suelo.
-Como lo imaginaba- Murmuro para sí sin que los demás lo oyeran.
-¿Qué haces idiota? – Dijo Isis - ¿Por qué dejaste caer los casquillos al suelo? Nos van a oír.
-¡Ups! Lo olvide. Mis disculpas- Dijo Pêmie.
-Serás…
-Silencio- Ordeno Cesc interrumpiendo a Isis.
Los seis guardaron silencio y se quedaron inmóviles, escuchando con atención. Pronto lograron captarlo, el gemido era débil pero se intensificaba, era señal de que se dirigía hacia ellos, poco después el ruido de unos pasos se hizo presente, eran pasos irregulares, pero no debía ser más de uno, sin embargo, sabían que dentro de poco se escucharían más.
Se apresuraron a salir de la habitación deteniéndose frente a las escaleras, por donde bajaba una de esas criaturas lo que no debería ser problema de no ser porque por la puerta que estaba bajo las escaleras había entraron poco más de media docena de zombies, Thiago se giro hacia la entrad del edificio solo para encontrarse con tres zombies más a menos de un metro de distancia. Sin otra opción más que la confrontación Cesc ordeno abrir fuego. Los soldados apuntaron a los zombies, incluso Cid, pero al recordar que no tenía balas bajo el arma con una expresión de vergüenza.
Los disparos resonaron en el aire produciendo un ruido ensordecedor, sin embargo mientras disparaban Cesc se preguntaba como el sutil tintineo de unos casquillos había alertado a tantos zombies de su presencia, ¿O es que acaso había sido algo más? Sabía que era ridículo, pero la idea de que habían caído en una trampa no salía de su mente.
Los zombies cayeron y el escuadrón junto con Pêmie se apresuró a salir a la calle, sin embargo y como era de esperar después de los disparos, habían atraído a más de aquellos seres. Cesc miro a lo largo de la calle y condujo a su equipo hacia donde había menos zombies, corrieron entre autos abandonados, tratando de alejarse del lugar, pero sobre todo de esas criaturas. No obstante las calles, que hasta hace unos minutos estaba desierta ahora se encontraban infestadas por ellos. Continuaron corriendo entre los autos, eludiendo a aquellas criaturas, sin embargo en ocasiones se veían obligados a disparar. Dieron vuelta en una calle, pasaron frente a una salida de emergencia del subterráneo y cruzaron a la otra acera entrando a un estacionamiento, escondiéndose tras un auto.
-Debemos apresurarnos – Dijo Cesc – Tenemos que llegar a las escaleras de emergencia de ese edificio. – Señalo un edificio de ladrillos rojos veinte metros más adelante del la salida del subterráneo.
Apenas y tomaron un respiro emprendieron una carrera hacia las escaleras del edificio, no obstante la inmensa cantidad de zombies les obligo a separarse. Cesc comenzó a gritar instrucciones de no detenerse y seguir avanzando. Los militares acataron la orden continuando como pudieran disparando, e incluso peleando con sus cuchillos como lo hacía Rubén. Paso una eternidad para ellos hasta que consiguieron abrirse paso hasta las escaleras y tan pronto llegaron comenzaron a subir por las escaleras del edificio. Sin embargo una vez que ya todos estaban en la azotea de aquel edificio se percataron que faltaba alguien.
-¿Dónde está Cid? – Inquirió Thiago consternado.
Los militares voltearon hacia la calle preocupados y vieron a Pêmie corriendo en dirección contraria a las escaleras pues los zombies le habían cerrado el paso. Thiago maldigo y se apresuro a tomar su sniper. Tan pronto como coloco en su mira a uno acciono su arma volándole la cabeza a un caminante a la vez que le permitía a cid el espacio suficiente para trepar en a lo alto de la salida de emergencia del subterráneo.
-¿Por qué rayos siguen aquí? ¡Váyanse! Llamare su atención para que no traten de subir a la azotea- Escucharon los militares gritar a Cid.
-¡No!-Exclamo Thiago- No vamos abandonarte. – Grito el francotirador y poco después volvió a disparar dándole a un zombie que trataba de subir a donde estaba cid.
-¡Insensato! Guarda silencio los atraerás hacia ustedes- Le reprimió Pêmie. - ¡Además mi vida es menos importante que la de ustedes, ustedes pueden salvar muchas vidas, yo no!
-En eso tiene razón- murmuro Isis pero Thiago la escucho y la fulmino con la mirada.
-¡Bola de imbéciles!- Bramo Cid - ¡Remedos de carne putrefacta mal descompuesta! ¡Por aquí! ¡Vengan con el tío Cid!
Desde su posición, los soldados vieron como los zombies que había junto a la escalera dejaban de prestarles atención a ellos y se dirigían hacia Cid, que mientras gritaba, agitaba en su mano una pequeña esfera negra la cual Thiago reconoció.
-¿Pero cuándo? – Inquirió al comprobar que le faltaba una granada.
Cid quitó el seguro a la granada y la arrogo hacia donde mayor cantidad de zombies había. Unos cuantos segundos
después la granada exploto eliminando algunos zombies y dándole la oportunidad de bajar y de una u otra forma abrir la puerta para entrar al subterráneo, sin embargo algunos zombis se abalanzaron sobre él al momento de cerrar la puerta. Thiago grito preocupado en el momento que eso ocurrió, se apresuro a acercarse a la escalera pero Rubén le detuvo.
-Olvidado, solo podemos rezar por que este bien.- Le dijo.
Thiago bajo la cabeza, resignado tenía que aceptar que poco podía hacer para ayudarle.
-Continuemos- Indico Cesc lleno al borde opuesto de la azotea y saltando al siguiente edificio. El resto del equipo lo imito y continuaron hacia una nueva azotea, sin embargo fue mientras saltaban a esa nueva azotea que un grito de una mujer pidiendo auxilio llego hasta ellos.
— ¡Alguien ayúdenos!
El equipo se detuvo en seco por un instante que duro poco menos un segundo antes de comenzar a saltar de azotea en azotea en la dirección del cual venía el grito. No tardaron en dar con aquella azotea de donde había provenido aquella llamada de auxilio, encontrándose con una anciana, una mujer y un niño acorralados por aquellos seres. Sin siquiera pensarlo se prepararon para intervenir.
Espero que les haya agradado. Toca turno a manto por que esten al pendientes de lo que sería el primer cruce de hilos de la historia
Re: [CS] St. Christine: Zombie attack [abre 9na ronda - Manto up]
Jojojojo ronda nueva capítulos nuevos!
Estuvo muy bueno y la verdad no me esperaba que pasara eso con Cid, espero que siga vivo D:
Con él ya va el segundo personaje importante que nos abandona de un modo u otro... luego podemos hacer un hilo con mezcla de todos los personajes que se perdieron. Bueno, no xD
Ya le estuve dando vueltas a cómo seguir mi hilo y en estos días me lo pondré a escribir, espero no tardar mucho
Estuvo muy bueno y la verdad no me esperaba que pasara eso con Cid, espero que siga vivo D:
Con él ya va el segundo personaje importante que nos abandona de un modo u otro... luego podemos hacer un hilo con mezcla de todos los personajes que se perdieron. Bueno, no xD
Ya le estuve dando vueltas a cómo seguir mi hilo y en estos días me lo pondré a escribir, espero no tardar mucho
Re: [CS] St. Christine: Zombie attack [abre 9na ronda - Manto up]
¡¡¡Si!!! La primera unión de los hilos, veremos que nos trae Manto en ese sentido, sobre tu capítulo Yuske creo que sólo agrandó mis dudas sobre Cid, a pesar de que lo hiciste quedar como un heroe no confio nada en él y creo que su "acto de buena voluntad" fue más un escape después de haber hecho algo o planear algo... Jajaja tal vez ya estoy paranoico pero bueno.
Izanagi- Escudero de palabras
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Re: [CS] St. Christine: Zombie attack [abre 9na ronda - Manto up]
Zarararán... zarará rararán! Hoy llega una nueva entrega de esta emocionante historia! Todos los grupos atrapados en las calles de Saint Christine luchan por su supervivencia. Todos han perdido algo en el camino, han encontrado nuevos compañeros y se han apoyado mutuamente para seguir adelante. ¿Pero podrán acaso sobrevivir a las sombras que se ciernen sobre la ciudad?
Espero que lo hayan disfrutado.
Se me ocurrió que luego de cada entrega, o cuando sea necesario, podríamos incluir una pequeña lista de elementos que pueden afectar a los demás hilos, cosas que quedan sueltas para el uso de todos. Por ejemplo: cuando el grupo de Cesc restaure la energía en la ciudad, si es que lo consigue, colocar:
Saludos!
- Spoiler:
- Los tres corrieron hacia una de las esquinas de la azotea, completamente acorralados por más y más zombis que continuaban subiendo, y que se acercaban lentamente decididos a devorarlos. Lo creían todo perdido, pero fue en ese mismo instante que un estruendo tronó gritando esperanza: la cabeza del más cercano de los cuerpos ambulantes estalló y su cuerpo se desplomó siguiéndolo. Los otros cadáveres vivientes se tornaron en la dirección de la que había venido el disparo y pronto se encontraron con el grupo ofensivo que se dirigía en plena carrera hacia ellos, aprovechando que todos los edificios de la manzana habían sido construídos siguiendo un mismo diseño y saltando así de azotea en azotea. Detras de los cuatro individuos que se aproximaban se hallaba un quinto hombre que apuntaba con su rifle francotirador a la cabeza de un segundo zombi, haciéndola volar del mismo modo que la primera.
—¡Rubén, asegura a los civiles!— Ordenó uno de los hombres a su compañero que acató sin decir palabra y se dirigió hacia Agatha y el resto. Los demás, entre los cuales había una ágil mujer, se dispusieron a acabar con el resto de los zombis que plagaban la azotea. No obstante su número no parecía disminuir.
—¡Cesc...! —llamó algo preocupado un hombre de cabello negro que se había acercado al borde del edificio— Será mejor que veas esto.
El líder del grupo disparó un tiro certero a la cabeza de otro cuerpo y corrió hacia el lugar donde su compañero aguardaba. En la calle de abajo cientos de caminantes se arremolinaban en una interminable masa de carne putrefacta.
—Esto es peor de lo que esperaba —bramó el castaño, entonces fue llamado por la muchacha que continuaba deteniendo a los zombis que no paraban de trepar hasta la azotea —¡No paran de venir! ¡Siguen subiendo!
El líder del grupo siguió el contorno del edificio hasta dar con la siguiente esquina, aquella sobre el callejón en el que el grupo de civiles se hubiera refugiado con anterioridad. Miró con detenimiento y clavó sus ojos en las metálicas escaleras por las que trepaban más y más de esas cosas —Están usando las escaleras... —no le gustaba la idea y venía temiéndola hacía ya unas horas, reforzada incluso cuando él y su unidad fueran emboscados en el recinto de un edificio: esos seres podrían no ser tan estúpidos como creían.
—¡Osiris, necesito una granada! —Gritó al notar que no traía ninguna consigo y elevando su voz para ser oído sobre los estruendos de los disparos.
El morocho se detuvo un momento, preocupado por la cantidad de cuerpos en la calle, pero entonces dejó de lado sus dudas y confió en su capitán como tantas otras veces lo había hecho.
—¡Isis, Thiago! —Se dirigió a la mujer y al francotirador que acababa de llegar para reunirse con su unidad— ¡Mantengan la escalera despejada!
La chica de cabellos negros como la noche dejó escapar una risa —¿Qué crees que estoy haciendo desde que llegamos aquí? —Y efectuó otro perfecto disparo en un zombi que se asomaba por el borde de la baranda.
Francesc tomó la granada y se acercó hacia el punto del que seguían viniendo sus enemigos. Se detuvo un instante y observó cómo los cuerpos continuaban trepando uno tras otro las escaleras de emergencias del edificio, como si fueran una fila de hormigas. La imagen le disgustó, entonces quitó el seguro y midió el tiempo de manera perfecta, arrojándola exactamente para que estallara a unos pies por debajo de ellos y destrozara la escalera, dejando el paso hasta arriba inutilizado y asegurando que los zombis no pudieran alcanzarlos.
—¿Escucharon eso? —Se sorprendió Mark —Sonó como una explosión...
La chica de negro lo corrió a un lado y se apoyó sobre la puerta —Sé a qué sonó— dijo de manera ruda— ¿Creen que sean los militares? Tal vez al fin hayan llegado a limpiar esta maldita ciudad.
Los tres querían secretamente que así fuera, pero algo en sus interiores les aseguraba que no era así.
—De todos modos —se aventuró Jasón— quizá el ruido atrajera a esas cosas y podamos salir ahora—. Era una certeza que estaban encajonados en esa habitación; no había ninguna otra puerta además de aquella por la que ingresaran cada uno en su momento.
—¿Estás loco? Si quieren morir, sean mis invitados. Yo no me moveré de mi lugar —pronunció la muchacha rebelde clavando su mirada en los ojos del pelinegro que la miró con hastío.
—Ya me estás cansando con esto de “tu lugar”. No estarás segura aquí, tarde o temprano esas cosas llegarán y no habrá nada que puedas hacer. Si quieres sobrevivir lo único que puedes hacer es escapar de esta ciudad, así que vienes con nosotros o te mueres aquí. Elige. —No sabía por qué invitaba a aquella molesta persona a seguirlos, en ocaciones convencionales hubiera pasado de ella sin siquiera dedicarle una mirada. Pero el caos en Saint Christine no era ninguna situación convencional y sabía que nadie estaría a salvo por su cuenta.
La joven titubeó un momento hatsa que al fin cedió —Tomen esas mochilas de allí —apuntó con el índice a un rincón del cuarto— tienen comida enlatada y otras cosas que estaba guardando...
Los muchachos se colocaron las mochilas a sus espaldas y se prepararon para abrir la puerta. Tal y como lo esperaban los zombis habían abandonado el local para ir a atender al origen de la explosión. Todos menos uno.
—Deténganse —ordenó Jasón a los dos jóvenes que iban detrás de él.
La chica de cabellos negros miró a la razón por la que se paraban y quiso abalanzarse —Le volaré la cabeza y listo— pero el mayor que iba adelante la detuvo —¿Quieres volver a llamar la atención de todos los que están afuera?
Los dos pelinegros seguían discutiendo cuando Mark los llamó —Sus manos...
Ninguno de los dos entendió lo que decía hasta que atendieron al zombi que se arrastraba en cuatro patas por el piso del local: sus manos. Eran exactamente lo que le faltaba, en su lugar se extendían dos afiladas puntas blancas, como si los huesos de sus antebrazos hubieran crecido destrozándole las extremidades. Tanteaba con las puntas un lugar y otro, justo en medio de las góndolas por las que había llegado Mark.
—¿Qué está haciendo?¿Por qué no se fue afuera como el resto? —Se preguntó la jóven que portaba el arma, entonces el cadaver que se arrastraba movió su cabeza dejando ver su rostro con mayor detalle: no tenía nariz, en su lugar portaba dos huecos rellenos por unas membranas blancas que vibraban violentamente.
—Es diferente a los demás... ¿Acaso ha mutado? —Se alarmó el menor de los tres, y más fue su sorpresa cuando el ser pegó su rostro al piso, moviéndose frenéticamente y emitiendo un chillido perturbador.
—Pareciera que está olfateando algo...
El tumulto de zombis se reunía debajo del edificio en el que se encontraban, rodeándolo por completo.
—¿Han venido a salvarnos? —Preguntó ilusionada la chica de cabellos castaño claros al capitán de la unidad, éste no supo qué contestar, pues su misión no era exactamente la de rescatar civiles— Rápido, mi hermano y mi novio están abajo, fueron a la tienda de en frente. ¡Tiene que salvarlos! —Suplicó Lisa con renovada esperanza.
Rubén miraba al pequeño niño que clamaba no sentirse muy bien y a su lado Agatha le hacía preguntas que no podía responder con seguridad.
Thiago miró a la calle, evaluando la situación y las posibilidades de los dos hombres que debían estar en el local —Son demasiados de esos malditos monstruos, no hay mucho que podamos hacer... —le pesó decir.
Lisa se sobresaltó —¡No pueden dejarlos morir ahí! Su deber es salvarnos, ¡Su deber... —Fue interrumpida por una serie de disparos que provinieron de la tienda.
—¡Hay movimiento! —Llamó Isis al resto de su equipo que pronto se arrimó a la misma baranda que daba al lado de la calle. Tres personas salieron del local.
—Fantástico, ahora saben que estamos aquí —se quejó Jasón cuando la masa de zombis que rodeaba el edificio frente a ellos comenzaba a voltear, apenas los separaban unos cuatro o cinco metros.
—¡A su izquierda! —Gritó Cesc desde la azotea del edificio de en frente— ¡El edificio de al lado debe tener una escalera de emergencia, suban por allí!
Los jóvenes en la calle miraron a la figura que les gritaba desde lo alto y sin más opciones le hicieron caso —¡Vamos, corran, corran!
El resto del grupo que se encontraba arriba se dispuso a gritar para captar la atención de tantos zombis como pudieran, Thiago cargó su rifle una vez más y buscó asegurar la espalda de los tres individuos que escapaban.
A pesar de los esfuerzos del grupo, una gran cantidad de cuerpos caminantes fue tras Jasón y los demás —¡No puedo darle a tantos! —Bramó con furia el hombre de los ojos azules —Y a esta distancia es prácticamente inútil usar otras armas.
No podían hacer nada más que observar cómo una buena porción del grupo de zombis perseguía a los jóvenes. Éstos doblaron en un callejón similar al del edificio al que pretendían llegar y segundos después los cadáveres los siguieron.
—Los atraparon... —habló Isis desalentada, y acto seguido más disparos se oyeron desde el callejón que estaba fuera de su alcance.
—Vamos al otro edificio— propuso Rubén al acercarse a Francesc, había dejado al niño a cargo de Agatha.
—Puede que sea demasiado tarde...
Un estridente grito extrajo a todos del punto de atención, obligándolos a voltearse: el pequeño niño mordía el brazo de Agatha con increíble fuerza, sujetándola con sus manos y evitando que se escapara. Mordía y mutilaba el cuerpo de la vieja mujer que lloraba a gritos por auxilio. El grupo de comandos se encontraba paralizado, nunca habían sido entrenados para una situación como esa.
—¡Detente! ¡Déjala! —Elevó su voz Cesc, apuntando con su arma al niño que se paró y lo miró con un trozo de carne colgando de su boca. Dio un paso lento, y luego otro —¡Detente o abriremos fuego!
El pequeño no hacía caso a ninguna palabra, entonces se abalanzó sobre el grupo. No obstante, antes de que nadie pudiera hacer nada, un hoyo se abrió en su frente y su cuerpo cayó tiezo en un único y seco golpe.
—¡Mark! ¡Jasón! —Llamó Lisa conmocionada. Francesc se volteó y se encontró con otro grupo en la terraza de al lado: El hermano de la chica, Mark, y el novio de la misma, Jasón, venían caminando por la azotea vecina. Una chica vestida de negro los acompañaba. Hacia la derecha venía un hombre ataviado con una simple camisa y por último, encabezando al grupo, un hombre vestido tal y como él lo estaba: llevaba un uniforme gris junto con un chaleco y botas negras, y sostenía un revovler magnum en su mano izquierda.
El militar dio un salto de una azotea a la otra y siguió caminando hasta pasar por un lado de Cesc —¿Quién eres?¿A qué unidad perteneces? —El sujeto hizo caso omiso a las palabras del capitán de la unidad y siguió su paso, sorteando el cuerpo del niño y deteniéndose frente a la gravemente herida Agatha, a la cual colocó un único disparo en la cabeza.
—¡¿Qué mierda estás haciendo?! —Saltó Rubén completamente iracundo, tomando su arma y apuntando al hombre de la misma manera que lo hacía el resto de su grupo.
El sujeto, que llevaba el cabello rubio y ralo, los miró con sus ojos negros y habló al fin —Una vez infectados no hay vuelta atrás. Si no destruyen su cerebro se convertirán en más de esas cosas.
—¡Cállate! ¡Aún podíamos salvarlos! —Se negó a escuchar Rubén que continuaba apuntando al enigmático hombre, pero éste elevó su voz con total potencia —¡Ya ninguno de ellos era humano!
La unidad de Cesc fue bajando las armas, aunque no les gustara lo que acababa de hacer ese hombre, su propia experiencia les afirmaba que hablaba la verdad. La imagen de la chica en la universidad levantándose después de muerta los azotó.
Jasón y los demás llegaron a la azotea en la que todos se encontraba, no sin dificultades al tener que saltar el ancho del callejón que separaba ambos edificios. Lisa corrió al encuentro de los dos muchachos, saltando en los brazos de Jasón y soltando sus lágrimas sin escatimar ni una sola gota.
—Está anocheciendo... —señaló el hombre rubio— será mejor pasar la noche aquí, en la oscuridad los monstruos son más activos. Sin mencionar que al volar la escalera hicieron de esta terraza uno de los lugares más seguros en la ciudad.
Luego de asegurarse que la puerta al interior del edificio estuviera completamente bloqueada, y deshacerse de los cuerpos de Agatha y el niño, arrojándolos a la calle por sugerencia del hombre rubio que respondía al nombre de Miguel Belmondo, se dispusieron a descansar.
Francesc montaba guardia cuando Miguel se le acercó.
—Entonces... ¿Puedes decirme exactamente lo que está pasando aquí? Señor capitán— acentuó las últimas palabras de un modo que molestó a Cesc, pero no siguió su juego.
—No en realidad, no creo saber más que tú —hizo una pausa mientras observaba a la masa de zombis en la calle que iba disminuyendo con el paso de los minutos, marchándose a otras zonas— ¿Qué es lo que haces solo? ¿Dónde está el resto de tu unidad?
El hombre de facciones más marcadas lo miró serio, mostraba una mayor experiencia, tal y como Rubén enseñaba. —Te vi a ti y a tus muchachos moverse cuando llegaron a esta zona y he intentado llegar hasta ustedes desde entonces— Cesc asintió al escuchar su explicación, pero guardó silencio porque intuía que había algo de mayor importancia que aquel hombre quería decirle—. No habrá ninguna ayuda. Lo sabías, ¿verdad? Los militares que han cercado la ciudad no harán nada por salvar a la gente atrapada aquí dentro —el tono de su voz enseñaba enfado— por lo menos no oficialmente.
El castaño no respondió, continuó en silencio, pensativo.
Entonces Belmodo prosiguió —Mi unidad fue enviada a este agujero del infierno para buscar y rescatar a un único individuo, un científico —hizo una pausa—. Encontramos civiles en el camino, y fue el mismo capitán de mi unidad quien los mató. ¡Los mató! ¡A simples civiles que no habían sufrido ninguna herida! —Gritó Miguel en un susurro.
Cesc depositó su mirada en los furiosos y determinados ojos del hombre a su lado. No necesitó más explicaciones para entender: se había separado de su unidad, en contra de sus órdenes seguramente, y buscaba salvar a tantos civiles como pudiera.
—Nuestra misión es restaurar la energía en la ciudad. Si lo conceguimos la supervivencia se hará más fácil, incluso si lo que ese chico mencionó es cierto y las criaturas están empezando a mutar.
Miguel lo miró con confianza —Mañana deben continuar con su camino. Yo sacaré a estas personas de aquí— dicho eso último Cesc dio unas palmadas en su hombro y se dirigió a descansar un rato. Tenía mucho en lo que pensar y que planear para el día siguiente.
Espero que lo hayan disfrutado.
Se me ocurrió que luego de cada entrega, o cuando sea necesario, podríamos incluir una pequeña lista de elementos que pueden afectar a los demás hilos, cosas que quedan sueltas para el uso de todos. Por ejemplo: cuando el grupo de Cesc restaure la energía en la ciudad, si es que lo consigue, colocar:
Tal vez parezca obvio, pero probablemente ayude a la larga, para saber qué hay y qué no para utilizar, sin tener que chequear todas las entregas en caso de buscar algo en particular de otro hilo. Si les parece buena idea edito y coloco la lista de lo que creo relevante para todos de esta entrega.Hay energía en la ciudad
Saludos!
Re: [CS] St. Christine: Zombie attack [abre 9na ronda - Manto up]
me ha encantado como es que se desarrollaron las cosas, el rescate, la mutación, siento pena por la vieja agatha, aunque lo del niño o veía venir.
Sobre todo me ha gustado por las preguntas que deja al aire ¿Que relacion hay entre miguel y cesc? ¿Cual es su pasado? ¿quien es el hombre que acompaña a miguel? ¿Quien era el científico al que buscaban? y un punto clave sería, si los militares no tienen realmente intención de salvar a los civiles y recuperar la ciudad ¿Por que enviaron a la unidad de lobos negros a restaurar la energía eléctrica? ¿Que hecho oscuro y siniestro se esconde detrás de ello?
Tantas ideas vienen a mi mente, menos mal que ya estoy de vacacciones XD
Sobre tu sugerencia me gusta, si tienes razón es que quizás parezca algo obvio pero nunca esta de más.
Bien creo que toca turno a iznagi, A esperar por otra entrega que las historias avanzan.
Sobre todo me ha gustado por las preguntas que deja al aire ¿Que relacion hay entre miguel y cesc? ¿Cual es su pasado? ¿quien es el hombre que acompaña a miguel? ¿Quien era el científico al que buscaban? y un punto clave sería, si los militares no tienen realmente intención de salvar a los civiles y recuperar la ciudad ¿Por que enviaron a la unidad de lobos negros a restaurar la energía eléctrica? ¿Que hecho oscuro y siniestro se esconde detrás de ello?
Tantas ideas vienen a mi mente, menos mal que ya estoy de vacacciones XD
Sobre tu sugerencia me gusta, si tienes razón es que quizás parezca algo obvio pero nunca esta de más.
Bien creo que toca turno a iznagi, A esperar por otra entrega que las historias avanzan.
Re: [CS] St. Christine: Zombie attack [abre 9na ronda - Manto up]
Me ha gustado esta mezcla de hilos, muy bien relatada, con tu toque personal, pero sin perder la escencia de los personajes. A esperar la que sigue
templar.mime- Guardia literal
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Re: [CS] St. Christine: Zombie attack [abre 9na ronda - Manto up]
Bien Manto tu y Yuske nos han regalado un gran primer cruce de los hilos, el cual entre Miguel y Cesc parece que es más profundo de lo que uno pensaba. Además de la mutación y la muerte de Agata terminó dandole al capítulo una gran acción.
Bueno y aquí va mi entrega, espero que sea de su agrado.
Bueno y aquí va mi entrega, espero que sea de su agrado.
- Spoiler:
Día 2, 19:15
- No tenemos armas- murmuró ella mientras espiaba por la rendija de la puerta- No tenemos armas y tu quieres que
salgamos de aquí por la puerta de adelante como si nada pasara- agregó consternada pero aun con susurros, estaba enojada sin embargo no se arriesgaría a ser atrapada sólo por el disfrute de gritarle en la cara.
Iluminados por la flama de una pequeña vela, cinco personas debatían la forma de accionar ante lo que les
ocurría. El grupo estaba compuesto por tres hombres y dos mujeres. La que había hablado se llamaba Gladis, era la más joven del grupo ya que tenía diecinueve años de edad, su pelo era color rojo y sus ojos eran verdes. Ella era una joven
atractiva, como la mayoría de las chicas en esa edad, sin embargo su belleza y sensualidad era algo que llamaba la atención a simple vista.
Con quien discutía era Richard, un hombre de aproximadamente cuarenta años de edad, era alto y musculoso, una
mole. Llevaba barba candado y un pelo extremadamente corto, cortado con una máquina de afeitar.
- Sino te das cuentas las armas no vendrán solas- le contestó- y la situación aquí dentro es insostenible, yo digo que aprovechemos este momento antes de que la cosa se ponga peor y nos larguemos de aquí- a pesar de que se encontraban discutiendo el tema Richard estaba más en plan de escuchar sugerencias, no de aceptar otras ideas.
- ¿Peor?, Esto no puede llenarse más de mierda- le replicó la joven- Desde que ese helicóptero de mierda cayó
todos los malditos monstruos de esta maldita ciudad vinieron aquí- a pesar de hablar en susurro se podía notar los nervios de la joven pelirroja.
- Oye chiquita, estuve soportando tu mal humor porque estabas buena pero ya te estas pasando de la raya- le dijo
Miguel incorporándose de manera prepotente- Si yo digo que nos vamos ahora, tu cierras la boca y lo haces o te quedas aquí y te mueres, no me importa demasiado- le contestó.
- ¿Qué mier…- la protesta de Gladis se vio interrumpida por un brazo que le impidió levantarse a confrontar al
“líder” de ese grupo, la mano era de otro de los hombres que allí se reunían, él único que en físico podía llegar a generar la misma impresión que Richard- No me digas que estas de su lado, Abdou - se quejó la chica al ver quien era la
persona que la había detenido.
- Aquí no hay lado, hay vivo o hay muertos- contestó el hombre, este tenía treinta y cinco años de edad, medía
un metro setenta y ocho aproximadamente, era absolutamente calvo y su piel era morena. Tenía una barba que ocupaba todo su rostro- Pelearnos no solucionará nada- le recordó a la joven antes de dirigir su mirada a Richard- ¿Richard no crees que podamos solucionar esto de una manera más pacífica?- preguntó.
- Sabes qué Abdou, ya estoy cansado de toda esta discusión, yo saldré ahora y me iré a otro lado, y estos
dos vendrán conmigo- se refirió a los dos miembros del grupo que no habían hablado- Tienes dos opciones o tu y la princesita menstruación constante vienen con nosotros o se quedan aquí, pero te advierto que cuando salgamos haremos tal masacre que todos los zombis de la ciudad se enteraran que aquí hay vivos- le replicó con enojo. Gladis insultó por debajo una palabras contra Richard, sin embargo este no se vio afectado para nada sobre esto.
- ¿Me estás diciendo que o vamos contigo o tengo que matarte para que nos mandes a la muerte?- preguntó Abdou,
todos se sorprendieron ante la pregunta del hombre, todos menos Richard.
- Eso digo- contestó, por un segundo todo permaneció en silencio, sin embargo esto fue cortado por Adbou.
- Ok, entonces tu mandas- le concedió con tranquilidad- Guíanos- concluyó la conversación.
Día 3, 15:32
Lentamente sus ojos empezaron a abrirse indicando que era el fin de su sueño, sin problemas reconoció el techo
de la casa de Reynald, lugar donde habían llegado a la madrugada del día anterior. Antes de incorporarse lanzó un bostezo que no hizo más que aumentar sus ganas de seguir durmiendo sin embargo la luz, la cual entraba en los
pequeños agujeros que habían quedado de las ventanas ya tapeadas, le indicaban que ya era de día, además el dolor de su espalda, propio de haber dormido un tiempo largo en el sillón que había utilizado como cama, le indicaba que ya
había descansado más de la cuenta.
Entonces la joven se incorporó y mientras se estiraba pasó de la sala de estar al comedor. Allí, sentados en la
mesa el matrimonio Lemacks charlaba en bajo tono sobre algo que la joven desconocía. Reynald al mismo tiempo enumeraba unas pocas balas que había apoyado sobre la cocina. Todo el armamento que les quedaba, exceptuando el
viejo rifle de Elton que Carena llevaba consigo, estaba administrado por Reynald y este era bastante escaso.
Unos pasos de la joven dentro de la habitación fueron suficientes para llamar la atención de todos, con delicadeza Selena se acercó y guiándola desde los hombros la obligó a tomar asiento, al mismo tiempo que le acercaba algo para comer.
- ¿Por qué no me despertaron?-preguntó sintiéndose culpable de haberse zafado del trabajo y además recibir trato especial- No es justo que ustedes trabajaran y yo siguiera durmiendo.
- Te veías muy cansada después delo de ayer, tú y Reynald fueron los que salieron a alejar a los muertos de la
casa, te habías ganado un descanso- le contestó la mujer con dulzura.
Y así había sido ya que a pesar de que habían logrado escapar de milagro de la iglesia y entrar a la casa de
Reynald algunos zombis los habían seguido por eso en la tarde de ese mismo día tanto la joven como el retirado militar alejaron a los muertos de las afueras de las casas sin utilizar la violencia, ya que si disparaban llamarían la
atención de otros y además no tenían munición como para despreciar.
- Hablemos de lo importante-cortó Reynald la conversación entre las dos mujeres- a pesar de que aquí al parecer estamos temporalmente a salvo necesitamos defender el lugar si terminamos siendo descubiertos y la verdad después de el ataque de esas cosas a la iglesia casi nos quedamos sin munición- explicó levemente, Samuel miraba fijamente a Reynald con un gesto de hostilidad, no era un secreto para ninguno que ninguno de los dos se llevaba bien entre si y ahora sin Elton, quien se había convertido en una especie de mediador en sus disputas, los enfrentamientos salían más a la luz. En casi un día de permanecer en la misma casa Reynald ya había amenazado dos veces a Samuel de echarlo de la casa, mientras que Samuel parecía negar cualquier idea de Reynald sin pensarla siquiera.
Por raro que pareciera, el rol de Elton en ese inestable grupo era primordial, a pesar de su juventud y de que con Carena y Reynald apenas se conocían, con sus acciones había logrado ganar la confianza de todos siendo él quien ayudaba al grupo a elegir la mejor opción.
- Tenemos que conseguir armas,eso no te lo niego- admitió Samuel mientras revisaba con su vista el mapa de la
zona- el problema es descubrir donde las conseguiremos- le dijo.
Reynald se acercó al hombre y con su dedo señaló un punto en el mapa, los ojos de Samuel se abrieron desmesuradamente al ver donde su “compañero” indicaba, tanto que se dio vuelta intentando ver si le estaba bromeando, sin embargo el gesto serio del retirado militar era lo más alejado al de una broma.
- ¿Estás loco?, eso está en pleno centro… a 50 metros de la estación de trenes- dijo enfadado- Si hay algún lugar que no iría es ese lugar, esta mierda empezó a hora pico imagina la cantidad de esas cosas que habrá allí- replicó.
- Conozco ese lugar mejor que nadie, si entramos allí no tendremos que preocuparnos por las armas en mucho
tiempo- refutó Reynald- Y no hablo de pistolas, hablo de armamento de alta potencia.
- Olvidas que casi no tenemos munición, no podemos ir allí pidiendo permiso- le recordó Samuel- Sin armas yo
no voy- decidió con un tono que no daba lugar a replicas. Reynald asintió un poco enojado sin embargo entendía el punto, lentamente siguió revisando el mapa hasta que encontró un punto que llamó su atención.
- Iremos al armería del centro- dijo contradiciendo lo dicho por Samuel, cuando este estaba a punto de debatir (no con los mejores modales) Reynald lo detuvo con un gesto de su mano- Sin embargo antes conseguiremos la munición necesaria aquí- dijo indicando un terreno relativamente cercano a su “escondite”- Por sino lo sabían yo trabaja
en una empresa de seguridad privada, en el local teníamos que dejar nuestras armas cuando no estábamos de servicio, con un poco de suerte conseguiremos lo que necesitamos allí- explicó.
- ¿Cómo llegaremos hasta allí?- preguntó esta vez Selena aprobando la idea de Reynald- ¿Iremos todos juntos?-volvió a inquirir sin dejar antes que Reynald contestara su primer interrogante.
- No, tenemos que movernos rápido ya que no podemos gastar balas, será entrar y salir nada de enfrentarnos a los
“levantados”, será como si nunca hubiéramos estado allí- explicó Reynald antesde proseguir se detuvo esperando alguna queja por parte de Samuel, al no aparecer ninguna protesta se dispuso a seguir sin embargo fue detenido por otra persona.
- ¿“Levantados”?- preguntó Carena confundida refiriéndose a la palabra que Reynald había utilizado.
- No podemos seguir llamándolos esas cosas y tampoco sirve el término “muertos” ya que en mi opinión si se
mueven no lo están- contestó Reynald, Carena asintió con su cabeza- pues bien siguiendo a lo verdaderamente importante Selena tu te quedarás aquí estarás lista para abrirnos en caso de que tengamos que volvernos rápido tu Samuel estarás detrás de nosotros con la escopeta y te encargaras de limpiar nuestra retirada por si algo fuera a pasar, la chica y yo iremos dentro del lugar y nos traeremos todo lo que encontremos- dijo con un tono que no admitía réplicas,sin embargo por pura “cortesía” preguntó si alguien tenía una idea diferente para efectuar, claro que al decir esas palabras sólo esperaba una respuesta de Samuel, ya que Selena parecía estar de acuerdo en lo que decidiera su marido.
- Yo- dijo sorpresivamente Carena, nuevamente había sido la que había interrumpido a Reynald ella y no Samuel como esperaba- Creo que el señor Lemacks también debería quedarse aquí, aunque preparado para abrirnos en la puerta trasera y la señora Lemacks en la delantera, de esa manera tendríamos dos rutas diferentes para ingresar si llega
a darse el caso de que tengamos que separarnos.
- No tendríamos a nadie que nos cubra la espalda si él camino se llena de levantados mientras tomamos las armas- le recordó Reynald todavía sorprendido de que sea la joven quien estuviera debatiendo el proceder de la tarea.
- Tu lo harías, sin animo de ofender al señor Lemacks Reynald tiene una mejor puntería y él sabrá mejor que
nadie cuando disparar y cuando no- dijo la chica con la sonrisa más conciliadora posible dirigida para el marido de Selena- Yo soy la más rápida si entro sola podremos tomar todo a la mitad de tiempo, hasta podría hacer más de
un viaje.
- No te niego eso- dijo Samuel un poco incómodo- Pero Carena, ¿tú quieres entrar sola a ese lugar?, no sabemos si
no hay ninguno de esos- se detuvo un segundo intentando recordar como lo habían llamado- levantados por allí dentro.
La cara de la joven se enserió por unos segundos y con su mano escondió la cruz que colgaba de su cuello bajo
remera que tenía puesta- Si tengo que matarlos tendré que hacerlo- aclaró incomoda, aunque decidida.
Día 3, 17:13
La joven miró una vez más antes de doblar la calle, ahora que estaban fuera de la casa ninguna precaución era
innecesaria más bien todo lo contrario, cualquier acción que hacían o dejaban de hacer allí fuera podía significar su muerte y la de Reynald.
- Despejado- murmuró la chica al tener que doblar otra calle, a pesar de que su destino y la casa de Reynald
estaban relativamente cerca, el camino no era recto y eso los hacía demorarse, más teniendo en cuenta que en cada esquina el temor de que una horda de levantados apareciera era real.
- Esta zona parece estar mucho más tranquila que la de la iglesia, seguramente todas estas casas estarán
abastecidas de comida, tal vez después de armarnos podamos empezar a conseguir alimentos- comentó Reynald en voz baja mientras su vista paseaba por las viviendas del barrio.
- Así que no crees que nos rescaten pronto- murmuró Carena, ella lo había descubierto en su escape de la iglesia, eso que había pasado no era normal y lo más probable que esa ciudad no fuera la única que hubiera ocurrido un desastre, estaban por su cuenta, solos.
- Mira niña, se que te puede llegar a doler que te diga esto pero no voy a mentirte, nadie vendrá a salvarnos, ya has visto a esas cosas son miles no se cuantos sobrevivientes habrá en la ciudad pero tampoco serán buenos vecinos, conozco a la gente con miedo, son de las que más hay que tener cuidado- explicó todavía mirando los alrededores, al terminar de hablar miró a la joven que se encontraba cabizbaja-Aunque tal vez me equivoque, piensa lo que quieras- propuso.
Es que en realidad Reynald sentía lástima por la chica, con sólo haber compartido unos días con ella había notado
que tipo de persona era. Estaba seguro que era parte de una pequeña familia, clase media, del tipo cariñosa y unida, podía notarlo con solo verla actuar o por como hablaba, seguramente esta había sido la primera vez que la vida de la
joven había corrido peligro. Cada vez que la veía pegarse a dios le daba ganas de reír y de llorar, reír porque le causaba gracia que uno después de semejante función horrorosa, como la que habían pasado los últimos días, podía seguir
creyendo en una solución del más allá. Llorar porque sabía que tarde o temprano la chica se rendiría de pedir y no recibir respuesta y que allí se quebraría para siempre.
- Yo tampoco lo creo- admitió la chica antes de girar en la última esquina de su recorrido- Cuando escuché los gritos de Elton, antes de que muriera, me di cuenta que hagamos lo que hagamos estamos acabados- comentó mientras
caminaba en línea recta, ya pronta de llegar a su objetivo, luego se detuvo a la altura de un callejón- Sin embargo tenemos que seguir, ¿verdad?, dios no pone nada en nuestro camino que no podamos manejar- murmuró poco convencida.
- Bien- contestó Reynald mientras entraba al callejón y revisaba por si había algún zombi, un cuerpo muerto
estaba tirado en el piso, con la espalda apoyada en la pared al escuchar las voces de ambos se empezó a levantar- Yo me encargo- se anticipó el hombre tomando el machete que colgaba de su cintura, con un golpe seco en su cabeza el
muerto cayó y no se volvió a levantar- ¿Estás segura que no quieres quedarte tu a vigilar y que yo entre?- preguntó Reynald.
- Si- contestó la chica acompañando su respuesta con un asentimiento de su cabeza, la chica se veía asustada y no hacía demasiado por ocultarlo sin embargo estaba decidida a hacerlo- No tardaré- prometió mientras se daba vuelta.
- Espera- la detuvo Reynald, Carena se giró mirando al retirado militar- Toma esto, si te encuentras con uno de ellos ahí dentro no podrás disparar con ese rifle, es muy estrecho- le indicó mientras le tendía el machete a la joven- y recuerda, sólo en su cabeza.
Día 3, 17:21
El silencio reinaba en la habitación, a pesar que desde hacía cuatro días que no habían tenido tiempo a solas no sabían que hacer con él, la situación no sólo les quitaba la vida, sino que además que hacer con ella. Sus mentes no podían viajar a otro lado que no fuera lo que les estaba pasando en ese mismo momento y si lograban distraerse con otro pensamiento era imposible que no lo relacionaran con lo que allí estaba pasando.
- Hace una semana no podría creer que diría esto pero creo que agradezco que no podamos tener hijos- murmuró Selena mientras vigilaba la entrada frontal de la casa- hubiera sido demasiado complicado estar embarazada en una situación así.
- No pienses en eso ahora- contestó Samuel fingiendo indiferencia, él se encontraba en el otro lado de la habitación observando la puerta trasera, donde sí todo salía como lo planeado llegarian Reynald y Carena.
- ¿Sabes?, Cuando me enteré no me hubiera importado morirme en ese mismo momento, cuan… cuando supe que no podría darte un hijo me sentí la peor persona del mundo, y te juro que quería morir- siguió Selena con lágrimas en los ojos, la cara de sorpresa de Samuel era el perfecto cuadro para demostrar las sensaciones del hombre- pero cuando Elton murió… me di cuenta que en realidad quería vivir, quería vivir a pesar de que no tendría lo que más queríamos en este mundo- explicó aun triste- ¿Es algo malo?, ¿Querer vivir a pesar de la infelicidad?
- Así es la vida, ¿o no?- preguntó Samuel acercándose a su mujer- Vivimos sólo para buscar esos pequeños pero hermosos buenos momentos, y así será siempre aunque los muertos se levanten- se contestó a si mismo antes de abrazar a su mujer- Ya veremos como solucionaremos todo.
Día 3, 17:23
A unos pocos metros de distancia suya estaba Reynald, preparado para liberar el camino en lo que seguramente
sería una rápida huida, sin embargo ella ya no podía verlo. La joven ya estaba fuera del local de seguridad, más precisamente en el callejón que comunicaba con la puerta trasera. El pequeño local, de solamente un piso, era el segundo edificio de la calle y estaba relativamente cerca de la esquina en donde Reynald hacía vigilancia, sin embargo si se encontraba a un levantado allí no podría depender del militar ya que a pesar de las cortas distancias el tiempo
que tardaría en alcanzarla sería demasiado largo para evitar ser mordida, tenía que arreglárselas sola.
Un pequeño CLICK le dio la noticia que la llave ya había echo su trabajo y que la puerta estaba abierta, antes de tomar el picaporte, guardó las llaves en su bolsillo y tomó el machete con su mano derecha mientras que con la izquierda lo giró. A pesar de que la puerta tardó en abrir unos pocos segundos para la joven duró como minutos esperando que dentro se encontrar con una sala llena de zombis. Para su suerte la habitación se encontraba aparentemente vacía.
Con lentitud la joven dio sus primeros pasos en el lugar, su mano derecha se topó rápidamente con el interruptor de las luces, bastaron unos segundos para que la sala se iluminara completamente mejorando levemente la situación.
Tardó un par de minutos en comprobar todos los recovecos de la sala en la que había entrado sin embargo al hacerlo se sintió mucho más segura de que no aparecería ningún muerto en su búsqueda. Su mirada se paseó hacia una de las puertas, en la habitación había dos puertas. La delantera; la cual estaba comunicada con el frente del local y estaba destinada al trato con los clientes y la trasera; la cual según Reynald estaba las herramientas de trabajo de los empleados de allí. Es decir el lugar que ella estaba buscando.
Volvió a sacar la llave de su bolsillo, al sentir que esa puerta también estaba cerrada se sintió más segura que antes. No tardó demasiado en encontrar la llave indicada para abrir las puertas y poder ingresar a la habitación, esta era notoriamente más pequeña que la anterior. En la izquierda de la sala una extraña máquina estaba apoyada en una pequeña mesa, tenía una pequeña luz roja parpadeante sin embargo no parecía hacer demasiado. La joven no se interesó demasiado en verla ya que lo que buscaba eran los gabinetes que se encontraban del otro lado de la habitación.
Cada uno con un nombre asignado,estaban organizados en una columna donde había un nombre, seguramente del dueño del espacio, al mismo tiempo que la joven ponía delante suyo su mochila abrió el primer estante, una pistola y una bolsita llena de balas. Mismo resultado en cinco filas más, de los ochos espacios, cinco tenían pistolas con balas sin
cargar, dos no tenían nada (uno era el de Reynald mientras que el otro decía Bob) y el último tenía una pistola cargada. La joven prefirió tomar esa en vez de guardarla en la mochila. Ya dispuesta a marcharse, un sonido la alertó. No pudo identificarlo, sin embargo se había dado cuenta que había sido en su espalda. Sin dudarlo desenfundó el arma que acaba de encontrar y, más guiada por el miedo y la adrenalina que por otra cosa, giró rápidamente y disparó.
El sonido retumbó por su mente, al mismo tiempo que su cuerpo sintió la fuerza de un disparo por primera vez. Los nervios la estaban matando reaccionando en un temblequeo interminable. Y aunque el ruido aun permanecía nada había detrás de ella. Unos momentos de silencio fueron acompañados para que se calmara y notara que el extraño sonido provenía de la máquina del otro lado de la habitación. Parecía como un sonido de interferencia, lo que llevó a la conclusión de que el aparato era una radio. Con pasos temblorosos Carena se acercó sin embargo una voz la detuvo.
- Mi nombre es Abdou y necesito ayuda urgente, ¿Alguien me escucha?- la pregunta quedó brotando en aire, al
mismo tiempo que la joven miraba incrédula la radio sonar.
Izanagi- Escudero de palabras
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