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[CS] St. Christine: Zombie attack [abre 9na ronda - Manto up]
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EnRoKe
MaNtoSastO
Izanagi
Saganiel
yuske
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Re: [CS] St. Christine: Zombie attack [abre 9na ronda - Manto up]
Magnifica entrega izanagi.
al principio me revolví un poco por que no me ubicaba, pero supuse que que ellos tendrían algo fuerte que ver al final del capitulo y no me equivoque. Ya en la parte en la que salio carena me ubique completamente y Si como bien señalaste se noto la falta que hace el chico elton. Y aunque ellos lo dan por muerto yo aun sostengo que esta vivo.
Aunque tengo un mal presentimiento para el matrimonio, me parece que su intervención en la historia se acerca a su final, ¿en que me baso? en nada, es solo un presentimiento.
Al final me quedo pensando en como se desenvolverán las cosas, carena querrá hacer algo, estoy seguro y raymund se opondrá pero terminara ayudando de todos modo, el problema sera richard...
Bueno, no queda otra mas que esperar.
Por cierto, me pareció que el capitulo estaba repetido dos veces dentro del spoiler, después del comentario final volvían a repetirse los primeros párrafos y diálogos, luego lo cheque y era todo lo que se repetía. Y ya que hice eso aproveche para acomodar los párrafos lo mejor que pude.
Hasta pronto.
PD: el revelo pasa a Templar.
al principio me revolví un poco por que no me ubicaba, pero supuse que que ellos tendrían algo fuerte que ver al final del capitulo y no me equivoque. Ya en la parte en la que salio carena me ubique completamente y Si como bien señalaste se noto la falta que hace el chico elton. Y aunque ellos lo dan por muerto yo aun sostengo que esta vivo.
Aunque tengo un mal presentimiento para el matrimonio, me parece que su intervención en la historia se acerca a su final, ¿en que me baso? en nada, es solo un presentimiento.
Al final me quedo pensando en como se desenvolverán las cosas, carena querrá hacer algo, estoy seguro y raymund se opondrá pero terminara ayudando de todos modo, el problema sera richard...
Bueno, no queda otra mas que esperar.
Por cierto, me pareció que el capitulo estaba repetido dos veces dentro del spoiler, después del comentario final volvían a repetirse los primeros párrafos y diálogos, luego lo cheque y era todo lo que se repetía. Y ya que hice eso aproveche para acomodar los párrafos lo mejor que pude.
Hasta pronto.
PD: el revelo pasa a Templar.
Re: [CS] St. Christine: Zombie attack [abre 9na ronda - Manto up]
Y fue de mi total agrado! Los hilos se ponen cada vez mejor y mejor!
Por un momento me indignó el grupo al comienzo, pero supuse que serían la nueva incorporación al grupo sobreviviente. Ahora, habiendo aparecido estas cinco misteriosas personas, y dada la conversación entre Selena y Samuel, solos en la casa... me adhiero a la idea de Yuske de que el matrimonio estaría viendo sus escenas finales.
Y por otro lado, me dispongo a fundar un nuevo club, el club de: "Elton sigue vivo!"
Esperemos ahora a la nueva entrega de Templar jojojo!
Por un momento me indignó el grupo al comienzo, pero supuse que serían la nueva incorporación al grupo sobreviviente. Ahora, habiendo aparecido estas cinco misteriosas personas, y dada la conversación entre Selena y Samuel, solos en la casa... me adhiero a la idea de Yuske de que el matrimonio estaría viendo sus escenas finales.
Y por otro lado, me dispongo a fundar un nuevo club, el club de: "Elton sigue vivo!"
Esperemos ahora a la nueva entrega de Templar jojojo!
Re: [CS] St. Christine: Zombie attack [abre 9na ronda - Manto up]
Bueno, pues se supone que esto lo postearía ayer, pero llegue molido a la casa y se me olvido. Y pues como soy bien despistado no me acorde que no lo había subido hasta hoy. Asi que bueno, creo que aun en tiempo, mi siguiente entrega.
- Spoiler:
Día 2
El sol que iluminaba a Logan no podría calentar ni en mil años el frío que recorría su espalda mientras caminaba de regreso. Decenas de ideas corrían alborotadas dentro de su cabeza en desorden. Aun asi, cuando encontraba una buena excusa entre ellas, la imagen de una famosa película brincaba a su mente. ¿Debería intentar jugársela con alguna línea famosa? ¿Sus captores reconocerían esa línea de cine francés que vio hace tantos años? ¿O solo sería suficiente con oler su miedo?. No tenía caso, el punto era que el se encontraba ya frente a ellos y seguía tan perdido como en el momento que vio a los sujetos del carro.
-¿Qué ha sucedido?- Preguntó el castaño mientras observaba de cuclillas las marcas de neumáticos en el suelo. Naturalmente la pregunta era dirigida hacia él. –Simplemente eran mas que yo, no esperaban que me quedara ahí a conocer sus intenciones-. El pelinegro, que estaba de espaldas observando hacia donde habían partido los forasteros, se dio media vuelta y camino hacia él. Parándose frente a Logan lo observó a los ojos, inexpresivo. Esos segundos fueron eternos para Logan. Podía escuchar el fuerte palpitar de su corazón, y el murmullo lejano de los zombies.
Con un fuerte puñetazo derribó a Logan. Su cabeza empezó a punzar por el maltrato recibido el día anterior. El suelo bajo el se desvaneció, para darse cuenta que había sido enérgicamente levantado de suelo por la ropa. Antes de que otro violento impacto llegara, la voz de su acompañante llego como una salvación. –Quizás deberíamos llevarlo-. Con la menor delicadeza posible, el sujeto soltó a Logan que calló estrepitosamente. Al alzar la mirada, ambos lo observaban, como si no entendieran que hacía en el suelo. –Síguenos- dijeron sin más, y empezaron a caminar.
Un par de horas de caminata, o al menos eso es lo que el sol le dijo a Logan, pues atardecía cuando llegaron a un baldío enrejado. Tras penetrar fácilmente la malla de seguridad se encontraron de pie al borde de un canal de servicio. Este, había estado claramente en desuso por mucho tiempo. Pilas de bajas, tambos y otra basura formaban una intrincada canaleta de desperdicios olvidados hace mucho tiempo.
Los murmullos errantes de algunos muertos vivientes que habían llegado ahí por azares de destino se escuchaban continuamente. Sin perder un instante, el musculoso acompañante sujetó firmemente a Logan por la parte trasera del cuello con su prodigiosa mano.
-Mira este lugar, representa lo contrario de lo que salvaguardamos. Nuestro hogar tiene un techo, seguridad, comida y calor.- Hizo una pausa en la que extendió su otra mano haciendo un ademan que abarcaba el paraje que ahora observaban. –En este lugar solo hay peligro, frío y muerte-. De un ágil movimiento, su silencioso acompañante le despojó de su mochila de viaje, mientras que el otro lo empujaba de donde lo sujetaba hacia el canal.
Logan aterrizo torpemente sobre un gran tubo que alguna vez condujo desperdicios, de aquellos de tres metros de diámetro. Por la inercia, rodó por un costado cayendo estrepitosamente sobre tambos vacíos, para golpear finalmente el frío suelo. Al voltear hacia arriba en pánico, el castaño le arrojó una botella de agua de su mochila, junto con un hacha. –Quizás así aprendas a cambiar tus prioridades-. Sentenció. Logan quiso rebatir, sin embargo, pudo escuchar los pasos lentos y escalofriantes de los no vivos desplazándose hacia el. Su grácil caída había llamado la atención de las hambrientas criaturas del lugar. Desesperadamente, intentó escalar el canal, pero la lisa superficie de concreto colado, fusionado con su miedo y desesperación no dio resultado.
Los pasos se escuchaban cada vez más cerca, a la vuelta de la tubería por la cual había resbalado. Pudo ver el hacha y la botella de agua en el piso, y se abalanzó sobre ellas. Con cada una en una mano, se escondió detrás de unas tarimas de madera podrida, mientras los caminantes llegaban al lugar. Pronto rodearían el lugar, lo encontrarían, y lo comerían vivo. Logan empuñó su hacha fuertemente y se preparó para el combate. Los tomaría por sorpresa, sin embargo, mientras maquinaba su plan, vió un trozo de madera desprendida de las tarimas, y tuvo una idea.
Aseguró el hacha entre el pantalón y su cinturón por detrás suyo, y con su mano libre arrojó el madero, que golpeó en una tubería como aquella en la que resbaló más a lo lejos. Como una manada, los muertos vivientes siguieron su paso hacia el metálico sonido. Logan respiró aliviado, pero sabía que esta paz no duraría mucho. Destapó su botella de agua. Estaba sediento por la caminata. –Debo encontrar como salir de aquí.- Se reprochó a si mismo. Volteó a ver hacia arriba de nuevo y el duo ya no se encontraba ahí. Probablemente lo habían dado ya por muerto. –Esta es mi oportunidad de librarme de ellos-. Se animó a si mismo, mientras avanzaba en sentido contrario a los infectados.
Mientras tanto, los ojos silenciosos de los extraños observaban a Logan con detenimiento, ocultos a la sombra de un poste de alto voltaje, que solía conducir energía eléctrica de altísimo voltaje de la planta, antes del apagón. Logan se topó con una considerable cantidad de zombies que bloqueaban el paso. El lugar estaba lleno de escombros, pero ninguno apilado o lo suficientemente grande como para esconderse. Pensó en dar media vuelta e intentar por el oro camino. Sin embargo, la posibilidad de encontrase de nuevo al grupo que había distraído lo persuadió de hacerlo. Además, el ruido pudo haber alertado a otros más lejos del lugar donde estaba y en estos momentos estarían aglomerándose detrás de sus pasos.
Logan se escondió en una de las enormes tuberías para descansar un momento, mientras pensaba un plan. Tomó un sorbo más de agua. Quizás podría cruzar el lugar esquivando los escombros, y si se topaba con alguna de esas cosas podría eliminarla con el hacha. Era una opción arriesgada, pero supuso que sería así de ahora en adelante. La cañería súbitamente se volvió muy atractiva, pero no sabía que podría encontrar ahí, así que desecho la idea de inmediato.
Una urgencia por orinar se manifestó en él. Al final del día, el seguía siendo humano. Atendió sus necesidades biológicas antes de emprender su carrera. Mientras lo hacía, un extraño retumbo se escuchó en el lugar. Era lento, y rítmico. Antes de que pudiera terminar de abrochar sus pantalones, una de esas cosas emergió de la tubería donde se encontraba. La única diferencia perceptible con los demás zombies que se había topado antes, es que este media dos metros y medio de alto y poseía una musculatura digna de Hercules.
Logan intentó correr pero sus piernas no respondieron, y en su lugar resbalo y cayó de sentón en el charco de su propia orina. Sin embargo, el prominente rugido del monstruo le dio el impulso de adrenalina necesario para salir disparado del lugar. Su botella de agua resbalo de sus manos en la huida, y al voltear para recogerla, se dio cuenta que la criatura lo perseguía frenéticamente , con los no muertos que pretendía esquivar secundándolo un poco más a lo lejos. Mientras Logan corría, se preguntaba cuanto tiempo podría correr antes de toparse con los zombies de los que se supone estaba huyendo.
templar.mime- Guardia literal
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Re: [CS] St. Christine: Zombie attack [abre 9na ronda - Manto up]
Vaya lío en el que se ve envuelto logan. Y menudo crueldad de sus "captores" me pregunto que habrán sido esos tipo antes de la catástrofe.
Ahora con solo un hacha tendrá que salvar el cuero, me pregunto como lo lograra, esa nueva criatura no parece ser de las que se eliminarían fácilmente.
Por ultimo pronostico que en tu siguiente entrada logan comenzara su a las tierras de la locura.
El turno para a mi, tratare de tener algo para ya entrado febrero.
Ahora con solo un hacha tendrá que salvar el cuero, me pregunto como lo lograra, esa nueva criatura no parece ser de las que se eliminarían fácilmente.
Por ultimo pronostico que en tu siguiente entrada logan comenzara su a las tierras de la locura.
El turno para a mi, tratare de tener algo para ya entrado febrero.
Re: [CS] St. Christine: Zombie attack [abre 9na ronda - Manto up]
Creo que Logan no sólo se ha envuento en un problema mayor (que es ese Zombi mutado que se ha encontrado) sino que además mantiene el problema anterior, porque no creo que los hermanos lo dejen vivir tranquilo si llega a escapar de allí. Buena entrega Templar, veremos que nos trae Yuske.
Izanagi- Escudero de palabras
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Re: [CS] St. Christine: Zombie attack [abre 9na ronda - Manto up]
si pobresito, si sobrevive va ser el personaje mas cab... de todos. Por eso yo me estoy preparando para sobrevivir a la invasion zombie con mis nueces, girasoles y sandias.
PD. Quien lo entienda se debio de haber muerto de risa o haber por lo menos pensado que friki soy por encontrarle sentido.
PD. Quien lo entienda se debio de haber muerto de risa o haber por lo menos pensado que friki soy por encontrarle sentido.
Re: [CS] St. Christine: Zombie attack [abre 9na ronda - Manto up]
Lol solo los true gamers que no tenemos fronteras en los generos o consolas entendimos eso xD. Buena DC
templar.mime- Guardia literal
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Re: [CS] St. Christine: Zombie attack [abre 9na ronda - Manto up]
Por eso yo me estoy preparando para sobrevivir a la invasion zombie con mis nueces, girasoles y sandias.
Yo prefiero los guisantes.
Bien, como recordaran en la entrega de manto se dio el primer cruce de hilos de la historia, en esta ocasion yo les traigo el desenlace de este pequeño pero significativo cruce pues se dira más sobre la trama del la historia, pero mejor no se los platico, mejor dejo que lo lean:
- ordenes:
Día 3
03:37hrs
La oscuridad los rodeaba al igual que los zombies. Tras unas largas e inquietantes horas la multitud de caminantes que los sitiaba se había dispersado, no obstante un grupo considerable de poco menos de treinta se mantenían alrededor del edificio.
Sentado donde los bordes del edificio se unían, Cesc observaba ayudado por una linterna y con una mirada preocupada y vigilante la calle, examinando cada callejón y esquina al alcance de su vista, tratando de idear una ruta de escape.
-No ha cambiado nada, capitán.
Cesc giro la cabeza encontrándose con Miguel que se acerco hasta sentarse junto a él.
-Ya no pertenecemos a la misma unidad, Miguel.- Dijo Francesc haciendo una pausa para recordar el día en el que lo nombraron jefe del escuadrón en el que estaba con Miguel y Thiago en la academia-Así que, ¿Podrías dejar de llamarme así de una buena vez?
-Negativo, capitán- Respondió Miguel con una sonrisa burlona en el rostro, la cual le hizo merecedor de un leve golpe en el brazo. –No es mi culpa que aun sigas teniendo un grado mayor que el mío- Se quejo mientras se sobaba.
-Por lo que nos has dicho, ya no hay grado que valga en el ejército. Mucho menos en este mundo…tan irreal.
La mirada de Miguel se desvió hacia la calle, posándose en las oscuras siluetas de unos cuantos de esos seres que caminaban de un lado a otro dando tumbos. El soldado dejo su vista clavada en ellos mientras se preguntaba con pesar quienes habían sido, que había sido de sus familias y como es que terminaron así. Pronto sus recuerdos se trasladaron a su intervención en la ciudad, sin percatarse comenzó a apretar sus puños al tiempo que los ecos de los gritos y suplicas por ayuda de los habitantes de St. Christine retumbaban nuevamente en sus oídos y peor fue el recuerdo de aquel grito despiadado, cruel e inhumano que ordeno abrir fuego contra los civiles… contra los ciudadanos que había jurado proteger.
El sorpresivo toque de la mano de Cesc en su hombro lo sobresalto trayéndolo de vuelta a su lado.
-Sé que ha sido una experiencia difícil- Comento Francesc- Yo también me habría rehusado. Pero hay algo a lo que no le encuentro sentido.
Miguel le miro con atención.
-A ustedes los enviaron a rescatar un solo científico. Costase lo que costase…
-Si alguna vez me llego a topar con ese doctor Schauffman, te juro que lo golpeare – Le interrumpió.
-Escúchame-Dijo Cesc en un tono severo para recuperar su atención- Mis órdenes son restaurar la planta hidroeléctrica, ¿Ves lo que yo?- Miguel no contesto- Si ellos no pretendieran retomar la ciudad dudo que nos enviaran a restaurar la energía eléctrica.
-Tienes razón en eso, pero…-Calló de pronto Miguel- ¿De quién recibieron esas órdenes?
-Del general Wharton ¿Por?
-A nosotros nos envió el comandante Lucchesi.
-¿Estas insinuando que hay una división de intereses en el ejercito?-Pregunto Cesc alarmado ante la idea.
-Somos soldados Cesc, nos entrenan para acatar órdenes sin preguntar ni darnos detalles. Pero no pueden ocultar que el ejército siempre ha tenido secretos y distintas opiniones.
Cesc miro hacia la oscuridad conmocionado, esperando que no estuviera pasando lo que pensaba.
Mientras tanto, al otro lado de la azotea Mark les miraba con interés, de alguna forma sabia que discutían sobre lo que estaba sucediendo y él quería oírlo, sin embargo no se atrevía a acercarse a ellos por temor a que callaran o que los demás militares le impidieran acercarse. Giro su vista hacia estos últimos y los miro con atención, aquel chico moreno y la chica que se encontraban a su lado se parecían mucho, por lo que no podría evitar preguntarse si eran hermanos. Un poco más allá se encontraba el hombre de más edad junto con la chica que se habían encontrado dentro de aquella tienda, hablando en susurros. Jasón y Lisa se encontraban dormidos, hacia tan solo un par de horas que habían caído en los brazos de Morfeo pero de alguna presentía que su sueño era tan intranquilo como el que él había tenido. No obstante quien más le llamaba la atención, dejando de lado al hombre que los había salvado junto Miguel, era el ojiazul llamado Thiago. Él había hecho la primera guardia y recién despertaba de un sueño, aparentemente nada reparador.
Pero lo que capturo su atención no eran sus ojeras, ni el cansancio que se reflejaba en su cuerpo, sino, su expresión seria y fría al mirar hacia donde estaba su líder charlando con Miguel. Con cuidado de no despertar a su hermana ni a su mejor amigo, Mark se levanto y camino hasta donde se encontraban Isis y Osiris, quienes bromeaban en voz baja.
-Disculpen que los moleste- Dijo mientras se sentaba al lado de Osiris- Pero saben que le pasa a ese sujeto- Señalo a Thiago con la mirada- Pareciera que se lanzaría sobre Miguel en cualquier momento.
-No te preocupes, no pasara eso- Le aseguro Osiris.
-Claro que no, Miguel le pondría una bala entre ceja y ceja a Thiago antes de que pudiera dar un paso- Declaro Isis.
-No estés tan segura hermanita, Thiago podría meterle una bala en cada orificio nasal a miguel antes de que él apriete el gatillo.
Mark los miro preocupado, poco después volteo a mirar a Thiago, esperando que no tomara su arma. Los hermanos rompieron en una divertida risa ante su rostro consternado y Mark les regreso la mirada, abochornado al darse cuenta que había bromeado con él. O al menos eso pensó.
-Ya hablando en serio- Dijo Osiris serenándose- El punto es que esos dos son muy parecidos, ya sabes, polos iguales se repelan.
-¿Lo conocen desde hace mucho?- Pregunto el civil.
-Desde la academia- Se apresuro a contesta Isis.
-Pero en ese entonces solo habíamos oído hablar de ellos-Señalo Osiris- Nosotros estábamos en pelotones distintos, pero no había nadie en la academia que no supiera quienes eran ellos.
-Dos reclutas de un mismo pelotón con destrezas parecidas era difícil que no hubiera una rivalidad- Comento Isis.
-Entonces… ¿Ellos se oída?-Inquirió Mark.
-No, que va- Volvió a responder Isis- Bueno, quizás sí. Al principio lo hacían, pero eso fue ya hace mucho tiempo. La verdad es que se estiman.
-¿Si eso es verdad entonces por que ambos se miran con rencor?- Comento Mark al notar como la miradas de Miguel y Thiago se topaban formando una expresión de disgusto.
-¡Porque son unos niños!- Proclamo Isis en voz baja- Tú deberías saberlo, son demasiado orgullosos para mostrar que se respetan y se llevan bien. Los dos están consientes que si no hubiera sido por el otro nunca hubieran llegado tan lejos.
-Eso no es del todo cierto- Intervino Osiris- Vale, que es verdad que están consientes de eso, se tienen aprecio, si. Pero con quien realmente se siente unidos y el que les hizo trabajar juntos es con él-Señalo a Cesc con la mirada- Cesc. Fue él quien dirigió su rivalidad por buen camino, quizás ellos jamás admitan la estima que se tienen por el otro, pero nunca negaran el aprecio que le tienen a Cesc.
-En resumen, eso tres se deben mucho. Miguel y Thiago lograron lo que son gracias al otro y a Cesc y Cesc llego a su posición gracias a la experiencia que obtuvo al liderar a Miguel y a Thiago.
Mark observo a los tres inseguro, pero al hacerlo de alguna manera se dio cuenta que era tal y como los hermanos le decían.
El alba comenzó a despuntar en el horizonte y el comando de Cesc ya estaba listo para partir. Mark, Jasón y Lisa se encontraban de pie a espaldas de Miguel, sin saber exactamente como sentirse, por una parte les alegraba saber que un militar les acompañaría, no obstante tenían dudas sobre si únicamente con su ayuda podrían sobrevivir. Si la decisión dependiera de ellos, hubieran elegido permanecer todos juntos, sin embargo no parecía que Cesc fuera a detenerse con su misión.
-Te dejo esa mochila- Dijo Francesc- Tiene víveres, una linterna, algunas vendas, material de primeros auxilios, una cuerda y un radio. También tantas municiones como nos es posible dejarte, lo que no es mucho. Nuestras reservas ya están bastante limitadas.
-Descuida. Te entiendo, aun les queda camino por delante, pero con esto es más que suficiente, podremos resistir. Aun así será mejor que no tarden en restaurar la energía eléctrica.
Ambos se dieron la mano a manera de despedida para poco después tomar azoteas diferentes. No obstante y ante la mirada poco confundida de Mark, Thiago se retraso un poco, lo suficiente como para acercarse con miguel y chocar los puños.
Había pasado casi una hora ya desde que dejaron a miguel y a aquellos chicos atrás, y a su vez fue el tiempo que tardaron en encontrar un lugar seguro por el cual bajar. Los lobos negros reanudaron su camino por las calles del centro, esta vez más cautelosos hasta que se encontraron con un vehículo que les resultaba bastante familiar: una Humvee. Emocionados corrieron hacia él encontrándole con las llaves puestas y combustible en su tanque. Sin siquiera dudarlo lo abordaron y salieron del centro en él.
No tardaron más de diez minutos en dejar el centro atrás y retomar la autopista que subía por una colina hacia la hidroeléctrica. No obstante un estruendoso sonido surgió de la nada quebrando el silencio y alarmando a los militares.
-¿Qué rayos es eso?-Inquirió Rubén desconcertado al ver una enorme criatura deformada con huesos expuestos, ampollas y una especie de tentáculos con aguijones que brotaban de su espalda, que se encontraba frente a ellos.
-Creo que eso fue un elefante- Dijo Thiago igual de anonadado ante la presencia putrefacta de aquel ser.
La criatura extendió lo que parecía ser una desollada trompa emitiendo nuevamente aquel sonido demoniaco y corrió hacia ellos.
-¡Oh, mierda!- Exclamo Rubén y se apresuro a dar marcha en reversa, no obstante la velocidad de aquella criatura era aun mayor a lo imaginable y en cuestión de segundos los alcanzo, golpeado con la cabeza un lado del vehículo.
La humvee salió del control de Rubén y comenzó a rodar hacia un lado, mientras que sus ocupantes se golpeaban con las puertas y el techo del vehículo, un nuevo berrido se escucho y fue precedido por un segundo golpe que saco a la humvee completamente de la autopista, haciéndole caer colina abajo hacia una zona residencial.
Espero que haya sido de su agrado y como ya saben cualquier comentario, critica, sugerencia, teoria, hipotesis, critica o pala es bien recibida.
Re: [CS] St. Christine: Zombie attack [abre 9na ronda - Manto up]
Cuando todo parecía mejorar para el grupo un zombi gigante aparece, creo que después de esa confrontación aparecerá la primer muerte del grupo, si que nos estás haciendo esperar Yuske, jaja. Sobre la trama revelada parece interesante que haya diferentes opiniones en el ejército, aunque como está la cosa no sabemos si la pandemia está solamente en St. Christine...
Sino me equivoco es el turno de Manto nuevamente. Veremos con que nos sorprende esta vez.
Saludos: Izanagi
Sino me equivoco es el turno de Manto nuevamente. Veremos con que nos sorprende esta vez.
Saludos: Izanagi
Izanagi- Escudero de palabras
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Re: [CS] St. Christine: Zombie attack [abre 9na ronda - Manto up]
haciendo un pequeño conteo veo que los zombies mutantes comienzan a aparecer,
Mi elefante desoyado con tentaculos
El gigantesco zombie de templar (me refiero al que aparece en su hilo, no a templar)
El inquietante zombie mutante de manto. (nuevamente me refiero al de la historia y no al usuario)
Y hay que recordar que también hay por ahí un zombi puma. Todo eso sumado a lo que se viene (por o menos el pequeñajo que tengo preparado para mi hilo) pinta para que esto se torne aun mas interesante.
Mi elefante desoyado con tentaculos
El gigantesco zombie de templar (me refiero al que aparece en su hilo, no a templar)
El inquietante zombie mutante de manto. (nuevamente me refiero al de la historia y no al usuario)
Y hay que recordar que también hay por ahí un zombi puma. Todo eso sumado a lo que se viene (por o menos el pequeñajo que tengo preparado para mi hilo) pinta para que esto se torne aun mas interesante.
Re: [CS] St. Christine: Zombie attack [abre 9na ronda - Manto up]
Grandiosos capítulos, me encanta cómo se va desarrollando y complicando la historia. Sin mencionar los mutantes mutantemente mutados que empiezan a aparecer y que no creo dejen de hacerlo, este virus es peor que el T xD
Ahora hablando de cada entrega en específico, cuando lanzaron a Logan a aquel lugar inmediatamente imaginé que los dos sujetos estarían obsrevándolo, es una especie de cruelísima prueba la que le han impuesto, y el super zombi me recordó algo a Némesis, parece que tendremos varios tipos de criaturas de las cuales solo se podrá huir la mayoría de las veces y actuarán como cazadores
Y sobre la historia de Cesc, me encantó cómo se ligaron los tres personajes, comienzan a tener cada uno su background mejor definido, profundizando más. Y me da más material para trabajar con Miguel. Ahora pobre grupo, no quiero ni imaginar lo que les depara en esa zona residencial... sobre todo por
No olvides las mazorcas que en equipo salvan el día
Así que en fin, tendré que apresurarme en hacer mi parte!
Saludos!
Ahora hablando de cada entrega en específico, cuando lanzaron a Logan a aquel lugar inmediatamente imaginé que los dos sujetos estarían obsrevándolo, es una especie de cruelísima prueba la que le han impuesto, y el super zombi me recordó algo a Némesis, parece que tendremos varios tipos de criaturas de las cuales solo se podrá huir la mayoría de las veces y actuarán como cazadores
Y sobre la historia de Cesc, me encantó cómo se ligaron los tres personajes, comienzan a tener cada uno su background mejor definido, profundizando más. Y me da más material para trabajar con Miguel. Ahora pobre grupo, no quiero ni imaginar lo que les depara en esa zona residencial... sobre todo por
Todo eso sumado a lo que se viene (por o menos el pequeñajo que tengo preparado para mi hilo) pinta para que esto se torne aun mas interesante.
De entrada no me percaté pero cuando me cayó la ficha me reí mucho xDPor eso yo me estoy preparando para sobrevivir a la invasion zombie con mis nueces, girasoles y sandias.
No olvides las mazorcas que en equipo salvan el día
Así que en fin, tendré que apresurarme en hacer mi parte!
Saludos!
Re: [CS] St. Christine: Zombie attack [abre 9na ronda - Manto up]
Perdón por el doble post, pero aquí traigo mi entrega!
Espero que les guste.
Espero que les guste.
- En la plaza:
- Habían pasado ya varias horas desde el amanecer y desde el momento en el que su camino se separara del de la unidad militar del capitán Francesc en aquella lejana azotea. A pesar de que la mayor parte del tiempo lo habían pasado escondidos y avanzando de manera sigilosa tratando de evitar a tantos cuerpos ambulantes como les fuera posible, el grupo sentía como si llevaran kilómetros y kilómetros caminado esa mañana.
Mark seguía a Miguel a unos cuantos pasos, de alguna manera la charla que había tenido con los miembros del grupo de Cesc, Osiris e Isis, le había hecho respetar al actual líder de su grupo, según ellos era un hombre muy capaz y buscaría la forma de salvarlos en tanto quedara un hálito de vida en su cuerpo.
A un lado iban Jasón y Lisa, profesando un silencio que solo se atrevían a quebrar con escasos intercambios de palabras en susurros inteligibles que guardaban solo para ellos. Cercano a Miguel caminaba aquel hombre de oficina que decía llamarse Javier de Escalada. Y un poco más alejada, detrás del grupo, caminaba aquella muchacha de negro que todavía no se había molestado siquiera en confiarle su nombre a nadie.
El chico de cabellos castaños giró su cabeza y observó a la enigmática joven, tal vez por más tiempo del que debía, llamando la atención de la muchacha que le devolvió una mirada con el ceño fruncido. Mark rompió el contacto visual en el acto, bajando su rostro en dirección a sus pisadas y sintiéndose súbitamente abochornado, no pudo entender a qué se debía esa repentina sensación.
—Cuidado, chico —exclamó Miguel cuando al detenerse el más joven chocó contra su espalda. Se encontraban en el extremo de una calle, frente a ellos los edificios se habrían para dejar lugar a una plaza rectangular —Este parece un buen lugar —indicó el líder al resto antes de dirigirse hacia el monumento que se erguía en el centro del sitio.
Era una estatua de considerable tamaño, un hombre de bronce sostenía un libro en alto y cuatro niños, de un color tan oscuro como el de él, lo acompañaban sentados a su alrededor. Esto hacía que la base sobre la que se hallaban tuviera bastante lugar como para albergar a varias personas, y dado que estaba bastante suspendido sería un buen punto desde el cual observar todo el perímetro y una natural defensa contra los muertos, por lo menos esa fue la explicación que Miguel le dio al grupo antes de añadir —Descansaremos aquí para el mediodía. Asegúrense de reponer sus energías que será un día muy largo.
Jasón y Lisa volvieron a apartarse del resto, tomando para sí una de las esquinas de la plataforma. Mark podía entender que todo lo que habían vivido esos últimos días era una experiencia que había cambiado sus vidas, que la conmoción y el impacto eran muy fuertes que les exigía estar unidos, pero aún así se sintió algo abandonado. Su hermana y su mejor amigo eran una pareja y como tal debían apoyarse el uno al otro, lo cual hacían perfectamente, ¿pero qué había de él?
Se acercó a Miguel que discutía algo con Javier a los pies de la estatua del libro, aunque más que una discución era un monólogo de un hombre curioso que preguntaba una y mil cosas al militar, quien solo respondía con gruñidos y monosílabos. No demasiado entuciasmado por pasar su almuerzo junto a esos hombres, reparó en la tercera opción: la muchacha de negro. Ella se había vuelto a distanciar del resto, sentándose al otro lado de la plataforma, dando la espalda a la escultura.
Mark se aproximó a ella con lentitud, más que nada por dudar de si hacerlo o qué debía decirle. Finalmente se sentó a su lado —Nunca dijiste tu nombre... —fue la frase de entrada que escogió, no obstante la chica no contestó, se limitó solamente a dedicarle una fría mirada que luego corrió. El chico de cabellos castaños comenzó a sentirse nervioso, ¿qué había hecho mal? Su experiencia con mujeres era casi nula, siempre había sido demasiado tímido para acercarse a ninguna. Sacudió su cabeza mentalmente: no era eso por lo que quería conversar con ella, no sentía ninguna atracción por esa chica tan ruda y fría, ni siquiera era el estilo de persona que había imaginado como su pareja ideal, solo necesitaba conversar con alguien. Con cualquiera. Por lo menos eso era lo que seguía repitiéndose en su cabeza una y otra vez.
La joven se levantó sin procurar palabra y se dirigió hasta Miguel, enfrascándose en la planificación que allí se llevaba a cabo. Mark sintió cierta opresión en su pecho, no pudo hacer nada más que quedarse sentado, solo y mudo, mientras comía una ensalada enlatada.
—¡Estamos relativamente cerca del centro! —Se lo escuchó gritar a Javier. No había sido mucho el tiempo que pasaran juntos, pero en esas horas había mostrado una tendencia a la disconformidad a la idea de que Miguel Belmondo fuera el único portador de armas, se sentía inseguro y desde su punto de vista necesitaban más potencia de fuego si querían sobrevivir.
—No necesitamos librar una campaña por limpiar las calles —lo sermoneó Belmondo. La discución empezaba a tomar forma cuando un lejano retumbar los interrumpió.
—Gente... —llamó Mark con la voz algo quebrada y señalando en la dirección que encaraba. El resto del grupo se giró para observar qué ocurría.
Por una de las calles venía caminando una figura de gran tamaño, superaba los dos metros con facilidad y se mostraba realmente robusto. Llevaba el torso al descubierto, enseñando su fornida contextura. A diferencia del resto de los caminantes no parecía estar tan degradado.
—¿Qué mierdas es eso? —Preguntó por todos la muchacha de cabellos negros y violetas. Belmondo ordenó a todos acuclillarse para no revelar su posición, sin embargo aquella monstruosidad seguía avanzando dispuesta a cruzar la plaza en la que se encontraban.
—Sea lo que sea que está reviviendo e infectando a la gente, está cambiando demasiado rápido... —se expresó Miguel, a lo que Jasón buscó sacarle alguna otra explicación— algo más está ocurriendo aquí —fue todo lo que dijo.
El inmenso hombre seguía su trayectoria firme y constante, sostenía un cuerpo en su mano derecha, sarandeándolo de un lado a otro como si de un trapo se tratara. Así siguió hasta detenerse a unos cuantos metros del monumento en el que todos se ocultaban.
—Creo que nos ha notado —habló Javier sin preocuparse por ocultar el miedo en su voz.
Miguel llamó la atención de todos con un susurro —No podemos quedarnos más aquí, tendremos que movernos antes de que acorte la distancia— nadie espetó nada—. Me ocuparé de llamar su atención, entonces aprovechen para huir de aquí: corran hacia la calle opuesta y busquen donde esconderse, me reuniré con ustedes luego.
Mark no pudo evitar pensar que estaban escuchando al militar por última vez. Sabía que la propuesta del mayor era un suicidio, pero también sabía que no había otra opción. Debían huir, y tal y como la unidad de Francesc le había dicho, ese hombre pelearía por ellos hasta el último aliento. Quiso decir algo, proponerle una alternativa, pero nada brotó.
El Heracles que los amenazaba estiró su cuello para ver mejor el lugar donde se escondían —¡Ahora! —Gritó Miguel al percatarse de que habían sido descubiertos. Saltó hacia abajo y corrió unos pasos al frente mientras que los civiles a los que protegía huían por el otro lado. El gigante soltó un aterrador aullido y se lanzó en carrera hacia Belmondo, sorprendiéndolo con una agilidad que no esperaba encontrar en un cadaver ambulante.
Miguel correspondió al monstruo soltando otro fuerte grito y disparó una ráfaga con la metralla que Cesc le había brindado. Mas no surtió efecto alguno en la criatura. El terrible ser se abalanzó sobre el militar y con el dorso de la mano derecha le propinó un golpe que lo aventó a unos cinco metros de distancia, hasta chocar con un banco.
—¡Miguel! —Gritó Mark desesperado, deteniendo su carrera.
—¡¿A qué esperas, estúpido?! —Lo llamó la chica de negro, captando la atención del monstruo que emprendió una furiosa caminata hacia ella. La muchacha, presa del pánico, comenzó a correr tan rápido como le fuera posible, separandose del resto del grupo.
Javier tomó la delantera y se esfumó dirigiéndose hacia la calle predispuesta por el militar. —Jasón —llamó el castaño a su amigo. Lisa tiraba del braso de su novio, buscando llevárselo de aquel lugar, pero él miraba a Mark decidido, quien volvió a dirigirle la palabra —, toma a Miguel y llévatelo —. El morocho asintió sin chistar y en contra de lo que su novia deseaba, acompañó a su amigo hasta donde estaba el derribado militar.
—¿Qué están haciendo, idiotas? —Protestó el hombre cuando vio llegar a Jasón.
La muchacha de negro brincó entre los juegos de los niños, aprovechando su agilidad para escurrirse entre los caños y fierros del “fuerte” infantil mientras que el enorme monstruo golpeaba con furia cada cosa que encontraba en su camino, acortando la distancia que lo separara de su objetivo. Estaba a pocos metros de ella cuando una serie de proyectiles impactaban en su espalda.
Dejó de buscar a la chica y se dio la vuelta para concentrar toda la atención que su estado pudiera otorgarle en el joven que lo había atacado. Mark sostenía la metralleta que Miguel había dejado caer al ser golpeado —¡Huye! —Le ordenó a la muchahca. Ésta no lo pensó dos veces y aprovechó la oportunidad para regresar junto con el resto, que llevaban también a Miguel, y escapar.
Sabía que quien hiciera de cebo para dejar escapar a los demás estaría muerto desde que oyó el plan de la boca de Miguel. Y aún así ahí estaba, había corrido a auxiliar al hombre dispuesto a sacrificarse y se hallaba en frente de aqul ser que los mataría a todos de lo contrario. ¿Por qué hacía eso? ¿Por qué no había escapado como Javier? ¿Acaso no le importaba su vida? No. No era eso. Algo en lo más profundo de su ser le gritaba que no quería ver morir a nadie más. No podía soportar la idea de perder a otra persona. Aunque estuviera temblando del miedo, aunque las piernas no le reaccionaran, aunque mirase a la muerte a los ojos. No correría. No dejando a otros atrás.
El gigante le arrojó el cuerpo que cargaba, aunque éste cayó a un metro de distancia. Fue entonces que Mark lo notó, el cuerpo se movía, poco, pero se movía.
—Es uno de los suyos...
El monstruoso cadaver aulló una vez más, no obstante Mark no le permitió actuar. Quien sabe si por miedo, prudencia o ingenio, el joven disparó sin cuartel contra el monstruo, dispuesto a descargarle todas las balas. Su perseguidor se propulsó en una nueva carrera cuando el arma del chico se trabó de repente.
El joven desesperó, golpeó la metralla con fuerza y la sacudió, como si eso fuera a resolver el asunto. Y para su propia sorpresa lo hizo: volvió a disparar una última ráfaga. El arma le dio una patada demasiado fuerte, saliéndosele de control y empujándolo hacia atrás. Uno de esos perdidos tiros impactó en la cara del monstruo, obligándolo a detenerse mientras se aferraba el rostro con las manos.
Mark no podía creerlo, era demasiada su fortuna. Esa suceción de milagros le habían abierto la posibilidad de escapar también.
La criatura bajó sus brazos revelando un ojo completamente ensangrentado. Chilló con un grito gutural que resonó por toda el área, entonces reanudó su carrera tras del chico.
Jasón y los demás vieron a Mark ser perseguido hacia una de las calles que discurrían hacia el oeste, de la cual empezaban a emerger una peligrosa cantidad de caminantes atraídos por los fuertes ruidos producidos en la plaza.
El castaño maldijo al verlos delante de él, pero no tenía muchas alternativas. Nunca había sido demasiado deportista, por lo que su condición física pronto llegaría a su límite. Esquivó al primero de los muertos que vino a su encuentro mientras escuchaba el acelerado retumbar de los pasos del gigante.
Se vio envuelto por un grupo de más de diez zombis, mas no titubeó, siguió y haciendo uso de toda la adrenalina que no había usado en su vida salió airoso de la pandilla de cadáveres y dobló en un callejón. Se percató que las pisadas detrás de él cesaban y el potente aullido volvía a suspenderse en el aire. Se aventuró a asomarse, sorprendiéndose por ser tan osado en lugar de continuar escapando. El Hércules que lo había perseguido desataba su furia contra los otros caminantes, ciertamente no discriminaba entre vivos y muertos. Si tenía que matar, mataba... o remataba.
Jasón lo vio salir por una callejuela y lo llamó, dándole un fuerte abrazo cuando llegó hasta él —Pensé que te habíamos perdido— le dijo y lo soltó —. Vamos, Lisa querrá verte cuanto antes.
Entraron en una tienda abandonada tras soltarse el caos en la ciudad. Era un bonito local de artículos para la pezca.
Lisa brincó sobre su hermano al solo verlo, estrujándolo como nunca lo había hecho en su vida y rompiendo en llanto, aunque esta vez de pura alegría.
—¿Cómo te encuentras? —Preguntó Mark al militar cuando éste se le acercó.
—No fue nada grave, me quedé sin aire por el golpe pero el chaleco me protegió de quebrarme varios huesos. Pero no creo que sea yo de quien debamos preocuparnos, chico, lo que has hecho fue una locura —dijo el militar en forma de regaño, el chico bajó la mirada. Ciertamente no esperaba que le hicieran un desfile por su azaña, pero tampoco era esa la actitud que había imaginado.
Salió de sus cavilaciones al recibir unas palmadas en el hombro. Miguel esbozaba una sonrisa —Gracias, chico.
El militar se separó del grupo y volvió al mapa desplegado sobre un mostrador, junto con Javier.
La joven de negro esperó unos momentos, entonces caminó hasta Mark —Vanessa— el chico la miró sin entender —. Mi nombre.
La miró a los ojos y le sonrió, ella se giró rápidamente quebrando el contacto visual tal y como él lo hubiera hecho antes.
—Está decidido —habló Miguel desde la parte trasera del local, golpeando con su palma sobre el mapa—, iremos a la armería del centro —Javier se mostraba de lo más feliz por la noticia, parecía haber logrado imponer su argumento.
—Nos hemos quedado sin nada con lo que protegernos, y si hay más de esas cosas sueltas por la ciudad no tendremos ninguna oportunidad de sobrevivir.
El resto del grupo asintió en silencio. El siguiente paso a tomar estaba escrito.
Re: [CS] St. Christine: Zombie attack [abre 9na ronda - Manto up]
Creo que Mark lentamente se está ganando el respeto del grupo, incluso el de Miguel, no sería raro que pronto se convirtiera en el líder o por lo menos que decidiera tanto como el militar.
Buen capítulo Manto, ahora pienso que ellos no son los únicos que están yendo a un armería del centro... ¿Será casualidad? jajajaja
Saludos: Izanagi
Buen capítulo Manto, ahora pienso que ellos no son los únicos que están yendo a un armería del centro... ¿Será casualidad? jajajaja
Saludos: Izanagi
Izanagi- Escudero de palabras
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Re: [CS] St. Christine: Zombie attack [abre 9na ronda - Manto up]
Buen capítulo Manto, ahora pienso que ellos no son los únicos que están
yendo a un armería del centro... ¿Será casualidad? jajajaja
No lo sé, no lo sé... tal vez el destino les depare una sorpresa, ¿quién sabe? jaja
Re: [CS] St. Christine: Zombie attack [abre 9na ronda - Manto up]
Un capitulo bastante movido, manto y como acabo de ver una de las peliculas (animadas) de RE en el que salia un gigantón no pude evitar imaginarmelo aqui.
La funcion de Mark en el grupo es muy curiosa, jason y lisa son la pareja, miguel el experto, javier es el chocante y vannesa es la chica yo lo puedo todo por mi misma. Pero Mark... pienso yo como iza que su funcion sera la de lider, pero antes de ello tiene que darse cuenta que esa es su funcion.
Me parece que soy el siguente, tratare de tener algo lo antes posible.
La funcion de Mark en el grupo es muy curiosa, jason y lisa son la pareja, miguel el experto, javier es el chocante y vannesa es la chica yo lo puedo todo por mi misma. Pero Mark... pienso yo como iza que su funcion sera la de lider, pero antes de ello tiene que darse cuenta que esa es su funcion.
Me parece que soy el siguente, tratare de tener algo lo antes posible.
Re: [CS] St. Christine: Zombie attack [abre 9na ronda - Manto up]
Me parece que soy el siguente, tratare de tener algo lo antes posible.
De hecho fuiste el anterior, nos quedamos con los turnos cambiados desde el cruce. Para la próxima debería tener mi capítulo antes para vovler a como estábamos, a menos que no tengas inconvenientes en quedarnos así.
Creo que el que sigue es Iza.
Re: [CS] St. Christine: Zombie attack [abre 9na ronda - Manto up]
MaNtoSastO escribió:Me parece que soy el siguente, tratare de tener algo lo antes posible.
De hecho fuiste el anterior, nos quedamos con los turnos cambiados desde el cruce. Para la próxima debería tener mi capítulo antes para vovler a como estábamos, a menos que no tengas inconvenientes en quedarnos así.
Creo que el que sigue es Iza.
Ahora que lo dices es cierto....
Rayos estoy bastante perdido, malditos deberes universitarios me tienen vuelto loco.
Re: [CS] St. Christine: Zombie attack [abre 9na ronda - Manto up]
Bien señores debido a la falta de internet, y que por ende casi no me pude aparecer por acá en los últimos días recién hoy les traigo mi entrega de esta quinta ronda. Cada capítulo se está convirtiendo en más largo que el anterior, creo que si sigo a este ritmo a la décima entrega tendrá 30 páginas (?).
Espero que esto le quede como lo pensé, un preámbulo a algo mucho más grande...
Saludos: Izanagi
- Spoiler:
- Día 4, 00:01
En un rincón de la azotea la joven temblaba sin cesar, a pocos metros el rifle que Elton le había encargado cuidar descansaba en el piso, tirado sin cuidado por Carena.
Sus manos apretaban con fuerza sus rodillas mientras se mojaban por la interminable catarata de lágrimas que caía de su rostro.
Había matado a una persona por primera vez, ya nada sería lo mismo para ella.
Día 3, 17:33
Reynald empezó a correr, el ruido de un disparo proveniente de dentro del local de seguridad significaba dos cosas, primero que Carena estaba en problemas y segundo que si él había logrado escuchar el disparo no dudaba de que los zombis también lo harían, dejándole poco tiempo para el escape.
Con una patada abrió la puerta frontal, al mismo tiempo que en su mano llevaba el revolver que le quedaba listo para disparar. Su cabeza revoloteó por la sala aumentando su impaciencia al no ver a la joven. Descartó el frente del local ya que no creía que Carena estuviera allí así que sin titubear entró al local donde los guardias privados guardaban sus armas.
A pesar de la adrenalina pudo detenerse al abrir la puerta y ver como la joven estaba aparentemente bien. Esta miraba absorta al radio de onda larga que utilizaban de central para comunicarse con sus Walkie Talkie.
- ¿Qué mierda pasó que disparaste?- preguntó Reynald recuperando la compostura, la joven se sobresalto un poco al ver a su compañero al igual que al ver la reacción que tenía.
- Lo siento es que estaba dada vuelta y esta cosa empezó a funcionar y me asusté- contestó Carena con sinceridad mientras se colgaba la mochila llena de las armas que allí había.
- Mierda, tenemos que irnos ya o pronto este lugar estará lleno de zombis- refunfuñó Reynald sin escuchar realmente lo que la joven había dicho- ¡¡Vamos apresúrate!!- le insistió.
- Acaba de hablar un hombre- repitió la joven señalando a la radio- ¡Necesita ayuda!- agregó.
-¿No te llegó el mail?, El mundo se vino abajo todo el mundo necesita ayuda, y si no nos vamos ya nosotros también la necesitaremos- le contestó Reynald con agresividad, no era de su agrado abandonar a una persona pero no podían darse el lujo de perder el tiempo intentando descifrar si lo que la joven había escuchado era real.
- No voy a abandonarlo- agregó con firmeza la joven- Dime como puedo usar esta radio y luego puedes irte, volveré con esta persona a tu casa lo más rápido posible- decidió Carena.
Reynald se sorprendió ante las palabras de la chica, no por la intención bienintencionada de ayudar al desconocido sola sino por la firmeza que demostraba al decir esas palabras, Reynald podía notar que no bromeaba y eso un poco lo asustaba.
- Está bien- aceptó luego de lanzar un insulto al aire al mismo tiempo que buscaba por los costados de la radio, al pasar unos segundos su manos volvieron a él con tres walkie talkies en ella- Usaremos estas cosas para comunicarnos con este tipo, pero lo haremos en mi casa y pensaremos bien en un plan para ayudarlo, ¿te parece bien?- preguntó.
- Si- afirmó la chica volviendo a sonreír- muchísimas gracias Reynald- agradeció la joven mientras se acomodaba todo lista para irse, luego pareció recordar algo y llevó su mano a la cintura tomando el machete que antes le había entregado- Será mejor que lo lleves tú.
- No te acostumbres a este trato- le contestó Reynald mientras tomaba el arma en cuestión- Ahora si, vayámonos de acá, ¡¡Ya!!- ordenó saliendo de la habitación, Carena lo siguió cerca, ahora sólo tenían que volver sin que ningún levantado los viera.
Día 2, 22:27
- La han mordido, mordido y tu no hiciste nada más que arrojársela a los muertos- le acusó Gladis mientras entraban al callejón, allí los cuatros supervivientes del grupo pensaban reagruparse e intentar escapar de la situación que se enfrentaban.
Desde que habían salido de su escondite habían estado peleando contra los muertos vivientes sin tregua, casi dos horas completas de corridas, disparos, golpes y gritos. Esas dos horas habían bastado para que el otro miembro femenino del grupo, Susana, cayera en dominio de los zombis.
- ¡¡Cerrá la boca!!- le gritó Richard a la enérgica joven, que no paraba de reprocharle la reciente baja del grupo- Si te muerden se acabó, ya estaba muerta… deberías agradecerme que hice lo que hice o sino tu también serias parte de ellos- le contestó.
- ¿Agradecerte?- preguntó Gladis consternada- ¿De verdad tienes tanta mierda en el cerebro como para pensar que voy a agradecerte algo?- la joven se veía realmente afectada y la adrenalina de la situación no ayudaba a calmarla- Quiero que sepas que si esas cosas no te matan yo lo haré- le amenazó antes de darse vuelta y dirigir su mirada a quien hacía guardia- ¿Abraham cuantas cosas de esas quedarán vivas en la calle?- preguntó.
- Hey chiquita tú no me amenazas así y después sigues como si no fuera nada- con un brusco movimiento, Richard desenfundó su revolver apuntando a la joven que quedó estática al sentir la amenaza del hombre- ¡¡Ahhhh, así me gustas más!!, calladita, calladita… eres un pedazo de mierda bastante molesto, no importa lo buena que estes- le dijo, luego posó una perversa sonrisa en su cara- No te pienses que no te voy a cojer, te voy a hacer que quieras haber sido comida por esas cosas y después sí te voy a matar.
- ¿Richard que mierda tenés en la cabeza?- preguntó Abraham entre sorprendido y asustado al ver como el supuesto líder de su grupo apuntaba a Gladis, al escuchar esas palabras movió el cañón un poco para la izquierda apuntando al hombre.
- Mejor te callas tú también- le indicó, el hombre asintió con su rostro con un pánico fácilmente remarcable en su rostro- Sí estamos en esta situación de mierda, es por ustedes, ¿y donde está este ti…- la voz de Richard se detuvo al sentir el frío metal en su espalda- Hijo de puta- murmuró enojado.
- Te dijimos que era una mala idea lo de salir, no nos escuchaste y perdimos a Susana- la voz de Abdou provocó un gran alivio en Gladis y Abrahán, quienes ya temían ante Richard- Ahora cuando te das cuenta que estabas equivocado no se te ocurre nada mejor que intentar matar a todos y violarte a la chica, ¿Qué tan enfermo eres?- preguntó sorprendido- Gladis, sácale el arma- sin dudarlo ni un segundo y con poca delicadeza la joven le quitó la pistola que tenía- No te vamos a matar- le aclaró- pero sino vas a seguir con nosotros y te vas a quedar acá metido hasta que nos vayamos- indicó.
- Mejor sea que me mates porque te llego a encontrar y los muertos serán tu menor preocupación- le amenazó Richard a pesar de la pésima situación en la que se encontraba.
- Vete a la mierda- Gladis antes de escupirle la cara y superarlo, luego se reunión con Abdou. Abraham sólo lo miró, negó con su rostro y lo dejó.
- Hay una puerta trasera- Adbou disparó dos veces contra la chapa delantera del edificio llamando la atención de todos los zombis a esa zona- Nos vamos.
Día 3, 18:00
- Entiendo lo que dices, pero en este momento mi prioridad está en la vida de este grupo, no en los que estén afuera- se quejó Lemacks ante la propuesta de Carena de ir a salvar a los desconocidos- La última vez que estuvimos afuera casi morimos, es más Elton lo hizo- le recordó- Dime una razón porque que tengamos que salvarlos.
- Mira la idea me pareció tan mala como a ti desde el principio, pero no podemos negar que necesitamos más gente- habló Reynald hasta para él era una sorpresa estar a favor de la idea- Si hay un momento para hacerlo es después de tomar las armas del almacén.
- ¿Tenemos alguna forma de saber si esas personas son buenas?- preguntó Selena, no quería dejar a nadie afuera sin embargo el miedo que le producía el exterior era grande e influyente para ella.
- No podemos dudar, esa gente necesita nuestra ayuda si se las negamos es lo mismo que matarlos nosotros- se expresó convencida Carena, los tres adultos miraron a la más joven con culpa, todos sabían que ella tenía razón sin embargo la realidad había cambiado tanto que ya no sabían como actuar.
Como por arte de magia en el momento más álgido de la discusión una nueva voz se hizo presente, asustándolos al principio aunque luego llamando poderosamente su atención.
- ¡¡Mi nombre es Adbou!!, yo y dos personas más estamos en el exterior rodeados por los muertos- partiendo desde el walkie-talkie la voz del misterioso era escuchada por todo el grupo- ¿Alguien me copia?- apurada Carena se lanzó hacia el comunicador, sin embargo Reynald lo alcanzó primero, al mismo tiempo que con un adusto gesto le indicó a Carena que tuviera paciencia.
- No atiendas- le recomendó Samuel, aunque su tono de voz parecía una orden en realidad el esposo Lemacks tenía tantas dudas como los demás sobre que forma de proceder para solucionar el problema.
- Sí ustedes no quieren ayudarlo lo haré sola, pero no me pongan la sangre de esas personas en mis manos- agregó Carena- Dios lo puso en nuestro camino para algo, esta puede ser nuestra cruz como puede ser algo más en nuestras vidas, una esperanza.
- ¿Alguien puede escucharme?-
La posibilidad de que se encontraran con malas personas era grande, no podían confiar en cualquiera sólo porque estén a punto de morir. La situación a la que habían llegado convertía a cualquier en un posible enemigo.
- Por favor si hay alguien, necesitamos su ayuda-
Además estaban los “levantados”, hordas de muertos vivos que amenazan con matarlos en cada esquina. En poco tiempo había destruido una de las grandes metrópolis mundiales, ¿Cuánto durarían si se preocupaba por cada persona que esté en la calle?
- ¿Cuánta comida tenemos?- preguntó Reynald a Selena quien se había auto designado como la responsable de las provisiones del equipo.
- Eso no será un problema- le contestó Carena anticipando a la respuesta de la mujer- Hay decenas de casas abandonadas de camino a tu comisaría, tendremos comida por un tiempo- le recordó la chica antes de agregar- Tarde o temprano necesitaremos más comida y para conseguirla necesitaremos más gente, sino quieres salvarlos porque es lo correcto sálvalos porque los necesitas- Reynald miró a la joven que tenía enfrente, y pensó cuanto había cambiado desde que la había encontrado yendo a la boca del lobo cuatro días antes.
- ¿Hay alguien?- preguntó nuevamente la voz.
- Escúchame bien y no hables hasta que yo te lo diga- de un momento a otro Reynald tocó el botón necesario y se dispuso a hablar por el aparato- ¿Quién eres?- preguntó.
Por unos segundos hubo silencio desde la otra línea, cosa que sorprendió levemente a Reynald quien creía que el tipo contestaría desesperadamente, en cambio recibió una respuesta calmada y pensada previamente.
- Mi nombre es Adbou- respondió- Estoy con otras dos personas, íbamos en un grupo más grande pero hubo- la voz del hombre se detuvo por un segundo, haciendo pensar a Reynald lo que había ocurrido- problemas- “detalló”- necesitamos ayuda.
- ¿Ayuda para qué?- preguntó Reynald- ¿Por qué piensan que los demás tienen una mejor situación que la tuya?- re preguntó el retirado militar, sabía que no debía haberles contestado, y aunque tuviera la posibilidad de cortar la comunicación entendía que ya no podía desligarse de esas personas, por eso necesitaba toda la información necesaria antes de proseguir.
- ¿Está todo el mundo metido dentro de un helicóptero destruido en medio de una calle repleta de muertos?- respondió el tal Adbou con otro pregunta.
- Dime donde estás e intentaremos sacarlos, te advierto una cosa somos muchos y tenemos armas, si esto es una trampa se van a arrepentir- le explicó Reynald, Samuel lo miró con aprobación ante la amenaza, Carena no agregó nada, le bastaba con que los ayudaran.
- ¿Cómo puedo confiar en ti?-
- Porque no tienes otra opción- respondió con voz seca Reynald.
Día 3, 23:02
El filo del cuchillo de Reynald se clavó en los sesos de uno de los muertos vivientes terminando con su segunda vida, detrás de él Carena aún se sobresaltaba cada vez que mataban a uno de ellos. Samuel se encargaba de otro con un fuerte golpe de su bate, la última camada había sido de seis levantados pero los dos hombres habían sido suficientes para acabar con ellos.
Carena, Reynald y Samuel habían salido de la seguridad de su hogar para dos cosas: Rescatar a los extraños y asaltar la armería del centro.
- ¿Entonces tomamos las armas y vamos a salvar a Abdou?- preguntó Carena curiosa del plan que llevarían a cabo, al mismo tiempo que intentaba cambiar el tema de conversación y sacarse la imagen del cráneo aplastado por Samuel.
- No- negó Reynald- Los lugares están cerca uno del otro, más bien a pocas cuadras de distancia, opino que hagamos las dos cosas al mismo tiempo- propuso.
- ¿Qué quieres decir?- preguntó Samuel confuso ante las palabras de Reynald- No podemos estar en dos lugares a la vez, ¿como podemos hacer las dos cosas al mismo tiempo?
- Tú entrarás a la armería al mismo tiempo que yo me encargo de salvar a esas personas- respondió el ex-militar- Sí esto es una trampa será mejor no llevar las armas pesadas o se las quedarán ellos, además es mejor que vaya uno de nosotros porque necesitará ayuda de afuera- agregó- Si algo sale mal te necesitaré a ti y a la chica con las armas de allí- explicó.
- Entiendo, no es mala idea- accedió Samuel aunque se notaba que no estaba totalmente convencido, una extraña idea cruzó su mente sin embargo pronto la desechó de su mente- pero si estamos solos nadie cuidará nuestras espaldas- le recordó.
Carena miraba a los hombres discutir el accionar del grupo, realmente estaba demasiado nerviosa allí fuera como para dar su opinión. El pensar del grupo de personas indefensas sumado a la cantidad de muertos vivientes que había allí le parecía escalofriante, ¿Cuántos humanos quedarían vivos?, ¿qué había pasado con su familia y amigos?, pensamientos como esos cruzaban la mente de la chica en los peores momentos.
- Ahí entra la chica- con la voz de Reynald la atención de Carena volvió a la conversación entre él y Samuel. El hombre levantó su brazo y señaló un gran edificio que estaba a su derecha- Apuesto hasta a mi madre que desde allí puede verse todo, desde el camino hasta la armería como el camino hasta el supuesto helicóptero- explicó Reynald, ella se encargará de vigilar todo y nos avisará cualquier cosa extraña, ¿puedes hacerlo verdad?- le preguntó directamente.
- Sí- dijo Carena decidida, a pesar de que no estaba arrepentida de su decisión si se sentía un poco responsable de que Reynald hubiera decidido ayudar, él le había salvado la vida en la iglesia y junto con Elton se habían asegurado de que salieran de allí, le debía demasiado y necesitaba pagar esa deuda.
- Bien- afirmó Reynald antes de sacar dos walkie-talkies más y dárselo a cada uno- la línea 1 es la que está alineada con la gente del helicóptero, por eso nos comunicaremos con la línea 2- dijo mostrando el interruptor del costado que servía para cambiar de canal- Carena si tienes que comunicarte conmigo usa la línea 3 y para usarla con Lemacks utiliza la línea 4, tenemos que estar concentrados así que la línea 2 sólo utilícenla cuando sea algo que le importe a las dos personas, sino utilicen las personales, ¿está claro?- Carena y Samuel asintieron- Bien, sube por allí apenas estés arriba comenzaremos a trabajar- le dijo a Carena, esta empezó a moverse hacia la escalera de emergencia sin embargo el brazo de Reynald la detuvo- y recuerda, sin disparos- le indicó tendiéndole el cuchillo.
La joven la tomó con dudas, luego después de la ayuda de Samuel sirviendo de apoyo llegó a alcanzar la escalera de emergencia, la cual lentamente empezó a subir.
Día 3, 23:33
- No vendrán, nadie se jugaría a salir a esta locura por unos desconocidos- afirmó Gladis desde el fondo del helicóptero que poco tiempo atrás había sido el culpable de todos sus problemas.
Los tres sobrevivientes se habían refugiado en los restos del vehículo luego de separarse de Richard y enfrentarse a una nueva horda de zombis, aunque en su momento había sido buena idea esconder allí dentro una vez que los muertos vivientes habían decidido quedarse por los alrededores el helicóptero de guarida se había convertido en su tumba.
- Dijiste que nadie contestaría el mensaje y lo hicieron, ten fe- le recordó Abrahán a su lado, Abdou era el que más cercano al exterior se encontraba vigilando todo el tiempo la milagrosa aparición de sus supuestos salvadores.
- Aunque vengan tienen que tener un ejército para salvarnos, ¿no viste cuantos de esas cosas hay?- le respondió la mujer- No pasaremos de esta noche- agregó desanimada- estamos condenados.
- Algo raro está ocurriendo- la voz de Adbou llamó la atención de sus dos compañeros obligándolos mirarlo.
- ¿qué quieres decir?- preguntó Gladis acercándose al moreno- Yo no veo nada raro- declaró la chica.
- Hay menos de ellos- le respondió- algo está ocurriendo- repitió.
Día 3, 23:25
La pequeña piedra voló desde el callejón impactando con el muerto y obligándole a ponerle atención, la criatura no tardó en abandonar la calle principal guiada por la dirección donde acaba de ser golpeada.
El frío metal del cuchillo de Reynald se incrustó en su cráneo ampliando ya la lista a diez los cadáveres que allí acaban de morir.
El hombre buscó algo más que pudiera lanzar para llamar la atención de uno de ellos sin embargo ya la piedras se le habían acabado y cualquier otra cosa que utilizara sería percibida por la veintena de zombis que ocupaban la calle.
- Necesito alejarlos de alguna manera- pensó para si mientras con infinita cautela entraba a calle, escabulléndose detrás de los autos que estaba allí aparcados.
La amplia calle contaba con algo así de diez autos estacionados y dos más en la mitad de la calle. Seguramente sus conductores habrían decidido que cuando los muertos se levantan no eran demasiado importantes las normas viales. Las veredas estaban ocupadas por pequeñas tiendas, algunas había tenido el tiempo suficiente a ser cerradas, otras sin embargo permanecían abiertas, como si la rutina mundana siguiera su curso.
El estrellado helicóptero rodeado de levantados era el sello macabro de la situación, más a sabiendas de que dentro de él tres personas permanecían escondidas, rezando por sus vidas.
- Estoy a pocos metros del helicóptero- se comunicó Reynald por primera vez desde que habían abandonado su hogar con Adbou y su pequeño grupo-¿Cuál es su situación?- preguntó.
- ¿Has sido tú quien alejó a los muertos?- la respuesta del extraño venía cargada con una pregunta que incomodó a Reynald, ¿cómo entre tantos muertos había logrado vislumbras que desaparecieran unos cuantos?
- Sí, ya te dije que somos bastantes- mintió- Ya puede empezar a entender que pasará si…
- No es un trampa- le cortó el hombre- y a menos que hayamos contactado con un grupo de elite del ejército no creo que hubiera sido posible que con todos los zombis que hayan aquí no hubiera encontrado a una persona al menos de un grupo grande- contestó el hombre- No tienes nada que preocuparte de nosotros- aseguró.
- Este tipo es más listo de lo que pensé- murmuró para si previo a contestarle- Tengo una visor por los techos pero después estoy sólo- le explicó obviando apropósito que Samuel estaba consiguiendo las armas- Conseguiré una manera de alejar a los levantados sin embargo ustedes tendrás que escapar rápidamente, cuando escuchen la señal, esperen veinte segundos y corran derecho, hasta alcanzar el callejón que encuentren a su derecha, pase lo que pase espérenme ahí.
- ¿Cuál es la señal?- preguntó Adbou.
- Aún no lo se- respondió para si Reynald mientras con precaución pasaba de un auto a otro, ingresando a uno de los que estaba estacionado en la mitad de la calle. Desde allí tenía una vista privilegiada de lo que ocurría y al estar los vidrios polarizados desde afuera era imposible que tanto zombis como humanos pudieran verlo a simple vista.
Sacando unos vinoculares que había tomado de su casa apuntó su vista hacia el helicóptero logrando ver a una persona negra espiar desde allí.
- Así que tú eres Adbou- murmuró complacido de poder ver por fin a uno de los extraños- Mierda, no puedo ver a sus compañeros- agregó al verse imposibilitada la vista debido los destrozos que había producido el choque del vehículo volador con el suelo.
Al intentarlo vanamente de nuevo Reynald decidió enfocarse con los zombis, intentando descubrir una manera de obligarlos a alejarse del helicóptero. Con la experiencia de las campanas de la iglesia se había asegurado que si algo los movilizaba era el sonido.
Su primera idea fue activar alguna de las alarmas de los locales que había en la calle para dirigir la atención de los zombis hacia un lugar más alejado que el helicóptero, sin embargo al darse cuenta que la energía había desaparecido en esa parte de la ciudad tuvo que descartar esa posibilidad.
Luego se le ocurrió que el ruido de romper una ventana podría llamar su atención, sin embargo desechó la idea al darse cuenta que ese ínfimo ruido no lograría acaparar la atención de veinte de ellos.
Cuando ya estaba a punto de rendirse con la idea del sonido una última opción cruzó por su mente. Su mirada se posó en uno de los autos que estaban en la otra punta de la calle, superando el helicóptero, no cualquier auto sino que se trataba de un Audi.
Reynald sabía que un auto de alta gama como ese debía tener una alarma de seguridad y al tener los coches batería propia, y no depender de la electricidad de la ciudad, tendría que estar aún en funcionamiento.
Con cautela tomó una roca y se acercó unos metros más al helicóptero logrando de esa manera acercarse también a su nuevo objetivo. Luego de asegurarse que ninguno de los muertos había notado su movimiento empezó a calcular la distancia como también la fuerza necesaria para romper el vidrio del auto, y de esa manera activar la alarma.
Luego de unos momentos previos lanzó la roca, la cual impactó con el vidrio destruyéndolo por completo y, de esa manera permitiendo el ingreso de la piedra al interior del auto.
1, 2, 3, 4, tuvieron que pasar cinco segundos antes de que la alarma del auto empezara a sonar, logrando calmar los nervios del retirado militar. Tras el sonido la mayoría de los zombis empezaron a acercarse al auto, alejándose del helicóptero y dejando a sólo dos de ellos en el medio del camino.
Reynald sonrió mientras se levantaba dispuesto a acabar con los dos zombis restantes, ya pronto Adbou tendría el camino libre para el escape.
Sin embargo mientras se levantaba, Reynald no notó que bajo su pie había una mano humana…
- ¿Estás adentro?- la voz de Carena sonó cerca del micrófono del comunicador, dirigida exclusivamente al canal donde se encontraba Samuel.
La chica había actuado de vigía mientras Samuel sorteaba a los zombis que estaban fuera de la armería, sin embargo sus capacidades de visión dejaron de ser útiles al entrar el hombre al local, impidiendo a la chica poder seguirlo con su mirada.
- Si, estos en la puerta- contestó el hombre- Esperaré un poco antes de avanzar, quisiera saber cual es la situación de Reynald antes de emprenderme en la exploración de este lugar, no me gustaría encontrarme a un grupo de zombis yo sólo aquí dentro- le explicó.
- Perfecto, entonces iré a ver que tal Reynald- le comunicó la joven, mientras se alejaba de un lado del techo y se dirigía al opuesto, el cual tenía a la vista a Reynald- Parece que no puede seguir eliminándolos uno por uno- murmuró al ver como su compañero se escabullía hacia el auto que estaba en la mitad de la calle y empezaba a ver la situación con cuidado.
Pasaron unos minutos cuando Reynald tomó la roca y se acercó aún más al helicóptero, y un minuto más cuando lanzó la roca accionando la alarma del auto, provocando de esa manera la distracción para los levantados.
- Reynald es el mejor- murmuró para si contenta al ver como su plan había dados sus frutos y sólo dos zombis habían quedado frente al helicóptero. Con velocidad Reynald se encargó de los dos y miró al helicóptero.
Una sonrisa cruzó el rostro de Carena al notar que todo parecía estar saliendo bien y que pronto la gente de Adbou estaría salvada, sin embargo la sonrisa desapareció pronto al ver como un zombi se levantaba desde donde segundos antes Reynald se había escondido y, por su espalda se acercaba a atacar al militar, quien no notaba nada de lo que pasaba.
- ¡¡Reynald cuidado tienes uno en tu espalda!!- gritó Carena accionando el walkie-talkie sin embargo un sudor frío invadió todo su cuerpo.
- ¿De qué estas hablando Carena?, sigues en mi línea- la voz de Samuel fue lo peor que ella pudo oír debido a eso significaba que Reynald no había oído su advertencia y que seguía a merced del zombi. Tenía que hacer algo y ya.
Tanto Gladis, como Abraham y Adbou saltaron sorprendidos al escuchar el ruido de la alarma del auto, como también los pasos de los zombis que se alejaba del lugar. Envalentado por la situación, Adbou salió del vehículo disfrutando de la grata imagen de Reynald acabando con el último zombi que estaba delante de ellos.
- ¡Vamos tenemos que salir, esa fue la señal!- les dijo con un susurro, pero al mismo tiempo enérgicamente, a sus compañeros quien sin dudarlo siguieron al hombre- ¡Tú debes ser… oye cuidado!- gritó al ver como un muerte viviente se lanzaba hacia el cuello de Reynald con la intención de clavar su mandíbula en la carne.
Con esfuerzo sacó el cuchillo del cráneo del levantado, antes de clavárselo en el del otro zombi y de esa manera liberar a los supervivientes del helicóptero. No pudo evitar sonreír satisfecho al ver como aparecía Adbou fuera del destrozado vehículo y como tras de él aparecían dos personas más. Tal cual como les habían dicho. Tal vez era verdad y todo terminaría bien entre ellos.
Sin embargo esa optimista idea desapareció al ver el rostro desencajado de Adbou mirando hacia detrás de él, alerta Reynald giró encontrándose con el ya inevitable destino. El zombi le mordería, no tenía tiempo para reaccionar.
El potente y seco ruido de un disparo llamó la atención de todos, incluyendo a los muertos. Sorpresivamente tanto para Reynald como para Adbou y compañía el cráneo del zombi había volado en pedazos debido a que una bala se había incrustado en su cerebro.
Ninguno atinó a reaccionar de ninguna manera, ni siquiera cuando los zombis los vieron por primera vez y se lanzaron contra ellos. Claro que debido al sonoro ruido de la alarma de autos la veintena había aumentado de número y que el disparo sólo habría ayudado a que más de ellos vinieran a ver que pasaba allí.
El mismísimo Reynald estaba temblando aún por la experiencia y su cerebro aún no recapitulaba que había pasado allí. Sin embargo la voz de Adbou lo sacó de su ensueño y lo obligó volver a la realidad.
- ¡¡Tenemos que irnos!!- le gritó el moreno que ya estaba delante de él- ¡¡No podemos quedarnos o nos mataran!!- dijo refiriéndose a la horda de muertos que ya iba en su búsqueda. Reynald lo miró y asintió con su rostro, dispuesto a tomar el mando del grupo.
- ¡¡A la armería!!- indicó antes de empezar a correr justo donde Samuel lo esperaba, Adbou y compañía le siguieron rápidamente sin detenerse ni un segundo. No fue difícil esquivar a los zombis que se interponían en su camino, sin embargo el verdadero problema era los que tenían detrás.
Más de cien zombis se agolparon contra la armería al ver como el grupo había ingresado a ese lugar. Con velocidad bloquearon las puertas sin embargo habían salido de una trampa para entrar en otra.
- Samuel, ¿dónde estás?, estoy con la gente nueva dentro de la armería, estamos rodeados por zombis- le dijo Reynald por el comunicador. Gladis, Abraham y Adbou permanecieron callados ante el hombre, no sabía que ocurriría a continuación pero no quería parecer peligrosos de ninguna manera.
- Estoy en el almacén del local- la voz de Samuel sonó irritada y preocupada, generando una mala espina aún mayor para Adbou- No fuimos los únicos que se les ocurrió la idea de venir aquí- agregó- Tenemos compañía…
Día 4, 00:01
En un rincón de la azotea la joven temblaba sin cesar, a pocos metros el rifle que Elton le había encargado cuidar descansaba en el piso, tirado sin cuidado por Carena.
Sus manos apretaban con fuerza sus rodillas mientras se mojaban por la interminable catarata de lágrimas que caía de su rostro.
Había matado a una persona por primera vez, ya nada sería lo mismo para ella.
Espero que esto le quede como lo pensé, un preámbulo a algo mucho más grande...
Saludos: Izanagi
Izanagi- Escudero de palabras
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Re: [CS] St. Christine: Zombie attack [abre 9na ronda - Manto up]
Pues por la longitud no hay ningún problema, se me hizo de lo más disfrutable. Ya lo había dicho una vez pero el cómo manejas los saltos de escenarios y tiempos para armar todo me parece exelente.
Fue una entrega muy completa, y creo que además de la incorporación de esos tres sobrevivientes liderados por Abdou, el tal Richard no desaparecerá tan facilmente y que se suma a la lista de personajes perdidos por las calles de St. Christine listos para reaparecer causando (o solucionando en caso de Elton a quien aún no doy por muerto) problemas.
Fue una entrega muy completa, y creo que además de la incorporación de esos tres sobrevivientes liderados por Abdou, el tal Richard no desaparecerá tan facilmente y que se suma a la lista de personajes perdidos por las calles de St. Christine listos para reaparecer causando (o solucionando en caso de Elton a quien aún no doy por muerto) problemas.
Re: [CS] St. Christine: Zombie attack [abre 9na ronda - Manto up]
¡¡Que esto no muera por favor!!
Izanagi- Escudero de palabras
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Re: [CS] St. Christine: Zombie attack [abre 9na ronda - Manto up]
Tendremos que saltear a Templar. Supongo que iría Yuske o yo.
Re: [CS] St. Christine: Zombie attack [abre 9na ronda - Manto up]
NO tan rapido!!!! bueno... solo aparezco para comentar q por el negocio no he podido escribir, espero subir a mas tardar el domingo, pero pues si no, mejor saltenme, sería lo mejora para q esto no c estanque o muera, pero haré mi mejor esfuerzo, nos vemos pronto
templar.mime- Guardia literal
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Re: [CS] St. Christine: Zombie attack [abre 9na ronda - Manto up]
Te esperamos Templar no te preocupes, lo importante es que no nos olvidemos de esto!!
Izanagi- Escudero de palabras
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Re: [CS] St. Christine: Zombie attack [abre 9na ronda - Manto up]
Fabuloso, por fin pude leer tu entrega iza ha sido fabulosa. la intensidad, la narracion la forma de llevar las cosas y manejar las situaciones. Asombroso.
En si lo que mas me a gustado es la forma en la que lo has escrito.
Será mejor que empiece a retomar mi hilo, pronto. Estoy emocionado.
En si lo que mas me a gustado es la forma en la que lo has escrito.
Será mejor que empiece a retomar mi hilo, pronto. Estoy emocionado.
Re: [CS] St. Christine: Zombie attack [abre 9na ronda - Manto up]
Bueno, está pasando de nuevo.
Izanagi- Escudero de palabras
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